Me dio curiosidad por probar el género gore y salió esto. Disculpen si les molesta que use a Nico como rata de laboratorio, pero es que la amo y la pondría en todas mis historias aunque ella no fuese de gran importancia o no tuviese lógica el que estuviese presente en cada uno de mis escritos. UwU
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Formemos una amistad con la muerte
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Andaba con la tranquilidad encima, y no es que fuese despreocupada, sí, quizás un poco, pero hoy amaneció más ligera de lo normal, como si hoy no le importara nada y pudiese tragarse al mundo entero de una sola, con la mochila al hombro, viendo como todos conversan amenamente en el pasillo, no es que ella sea muy conocida, pero ciertas personas le saludaban, y ella respondía de manera afable, podía ser lo arrogante que quisieran, pero hoy podía ser su día y no lo iba a echar a perder.
Entrando al salón, lo primero que divisó fueron a las personas más allegadas a ella. Nozomi y Eli, y al verle sonrieron, ella respondió de la misma manera. Acomodaba su mochila al lado de su asiento y obviamente se sentó en ella. Reposó su cabeza sobre la pequeña mesa y respiró hondo, con cada respiración me sentía más ligera.
-Nicocchi. -Nozomi se acercaba a ella. - ¿Te pasa algo?, estás rara.
-Lo raro no existe, Nozomi. Estoy perfectamente bien, por cierto, Buenos días.
- ¿B-buenos días? -Nozomi le vio preocupada. - ¡Elicchi!, ¡dijo buenos días! -El resto del salón al escuchar a Nozomi le vieron rápidamente, estaban... ¿temblando...?, ella sólo podía deducir que le veían raro. -
-Nozomi... No es para tanto... Pero Nico, si pasa algo, puedes contarnos, con toda la confianza.
-Lo sé, Eli, hoy desperté perfectamente bien. -Le dedicó una sonrisa, pero Nico vio como temblaba. - ¿Por qué estás asustada, Eli?
-E-eso... ¿eso es sangre? -Eli miraba la manga derecha de su cárdigan y rio secamente, por unos de segundos Nico la miró con desdén, aunque Eli no se dio cuenta. -
- ¿Qué dices, Eli?, claro que no, Cotaro hoy en la mañana empezó a jugar con pintura roja, y me di cuenta antes de irme, así que lo tuve que limpiar antes de venir a el instituto.
-Ah... perdón, claro, como no se me ocurrió antes.
…
Nico llegó a casa, y mientras abría la puerta, se dio cuenta que por debajo de esta se colaba un líquido espeso y rojo, bufó al ver que sus zapatos se mancharon con aquello, quitó la llave de la perilla metálica y abrió la puerta en una patada, quedando así abierta de par en par, se adentró al amplio apartamento y rio a carcajadas al ver el desastre que había dejado, se acercó al inerte cuerpo de su pequeño hermano, el cual agarró por el cabello y lo tiro hacía quien sabe dónde, lo único seguro era que, el desde antes había estado muerto así que no importaba, que el pobre niño ahora sin vida había manchado más el apartamento y que, Nico tendría que limpiarlo luego.
La chica bajita se fue hasta la sala de estar, donde sus otras dos hermanas yacían en el suelo, Cocoro tenía el rostro pegado a la pared, literalmente, manchas de sangre por toda aquella barrera de concreto, seguro que si Nico la removía de ahí dejaría aquel desastre aun peor, pero no le importó, a pasos largos quedo enfrente del ahora pútrido y exánime ser al cual segundos después empezó a patear sin ningún tipo de vacilación o pudor mientras reía como hace un momento, después de que esta se aburriera, observó detenidamente a su hermana, ella sin embargo, sabiendo que era Cocoro, por su mente pasó que no era ella, pues, su rostro estaba demacrado, y no sólo su rostro, ella era completamente amorfa, su todo estaba deformado, Nico la vio con asco, pero no arrepintiéndose de lo que había cometido, entonces dirigió la mirada a su otra hermana, sonrió al ver lo que era de ella, estaba echa trocitos, se le facilitó aquello pues, tenían una trituradora de papeles, y su hermana era pequeña, no había problema, aunque ahora sus restos emanaban un penetrante y visceral olor, en sus tripas se podían observar algunas larvas que se retorcían, manchadas con la sangre de la pequeña, también volaba alrededor alguna que otra mosca, pero nada que Nico no pudiera soportar.
Esta suspiró y se encaminó hacia las escaleras, se dirigía a la habitación de la matriarca de la familia, la cual, también fallecida, se encontraba colgada de una soga gruesa que estaba atada al techo, bajo el cuerpo de su madre, una silla en el suelo, patas arriba, Nico observó con indiferencia a su madre y se fue a su habitación, se tiró en su cama y ahora buscaba su teléfono, marcaba al número de Nozomi, esta le contesto rápidamente, pero no pregunto quién era, no dijo nada, Nico suspiró mientras miraba al techo.
"Nozomi, me he hecho amiga de la muerte."
Antes de que la mencionada pudiese responder cualquier cosa, escuchó dos disparos que le dejaron el oído que tenía pegado a la pantalla de su móvil sordo y aturdido, la peli purpura quedó patidifusa y segundos después escuchaba como la llamada terminaba.
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Saquen sus propias conclusiones.
La verdad esto lo saqué mientras jugaba Let it die y escuchaba a Mindless Self Indulgence, una muy, muy mala combinación. C:
Yo tengo los peores gustos, lo sé. xD
...
Por aquí quiero avisar que para aquellos que sigan Polos opuestos y Amores locos, que el siguiente capítulo esta casi terminado, pero quiero "pulirlo" y asegurarme de que nada se vea forzado, porque cosas así en algo que escribo me dan la sensación de mediocridad y eso no es lo mío.
Adiós. :B
