Título: Recuerdos
Fandom: Xmen: Firts Class
Pareja/Personajes: Erik/Charles. Erik Lehnsherr.
Clasificación: PG
Palabras: 479
Advertencias: PWP?, spoilers de la película
Resumen: Hace mucho que para Erik aquel cumpleaños dejó de ser su momento de máxima felicidad.
Nota: Universo situado en un punto indefinido entre Xmen: Firts Class y las 2/3 primeras películas.
"… un punto entre la ira y la serenidad."
Hace mucho que Erik dejó de ser Erik para ser Magneto. Hace mucho que dejó de ser ese joven soldado a las órdenes de los demás para ser el que dictaminaba esas órdenes y reclutaba a los jóvenes que las debían acatar. Y hace mucho que dejó de preocuparse por sus poderes: ahora ya no hay nada que se le resista por muy grande o pesado que sea. Camiones, barcos, aviones, balas, cohetes…
Nada es imposible para Magneto.
Cuando Mística, en esas noches de lluvia torrencial y aire helado, se sienta a su lado en la sala y le observa jugar al ajedrez, le pregunta sobre el pasado. No su pasado en los campos de concentración o en su aventura de cazar nazis. Ni siquiera se refiere a su vida antes de todo aquello. No hace falta que especifique, Magneto sabe a qué se refiere: a su tiempo con Charles.
-¿Piensas en él? En si ha encontrado a todos esos mutantes, si tiene un plan maestro o…
-Preciosa, hace mucho tiempo que Xavier dejó de dominar mi mente.
Miente. Descarada y deliberadamente.
Charles siempre está ahí, a todas horas, cada minuto de cada día. Porque es por él que Magneto se ha convertido en el Gran Señor del Mal, en el líder de los mutantes rebeldes, en alguien tan poderoso que ni el Profesor X puede detener. En su mente siempre suena aquella frase que salió de sus labios. "… un punto entre la ira y la serenidad." Y la visión de Charles concentrado, con la mirada clavada en la suya y la sensación de felicidad que sintió cuando su mejor amigo sonrió y le dio las gracias por dejarle acceder al recuerdo más feliz de su infancia.
Porque sí, ahora, su mayor felicidad reside en esos recuerdos que tienen a Charles como protagonista. Todo su poder sale a la luz cuando proyecta en su mente la sonrisa del telépata, sus manos acariciando con suavidad las piezas de ajedrez, su ego adolescente, las bromas, el cabello sedoso y brillante, el suave acento inglés que de tanto en tanto empapaba sus palabras… Y la sensación de protección, amistad y amor que sentía cuando estaba a su lado.
-Si no te concentras, Erik, esta partida será muy aburrida.
Magneto sonríe al escuchar su antiguo nombre susurrado en su mente. Mueve su caballo en un movimiento despreocupado, esperando la reacción de Charles.
Quizá no estén sentados el uno frente al otro, pero su compenetración mental es suficiente para ambos. Porque a veces, los recuerdos de un amor imposible no son suficientes para ninguno de los dos grandes líderes del movimiento mutante, y las noches de lluvia torrencial y aire helado son la mejor opción para rellenarlos con nuevas sensaciones, tan distintas y a la vez tan parecidas, a las del pasado que los unió.
*:)!
