Twilight, The Other Side of the Mirror
Por Wolfrider

Bella's Memories

¿Se puede continuar con la vida, después de que todo lo que más amabas te ha sido arrebatado?

Cuando me sucedió hubiera dicho que no, que la muerte era mucho más soportable que el dolor que sentía.

Sin embargo la vida tiene formas de recuperarte, aunque sólo sea en la superficie de tus heridas. Así fue como sucedió, de la forma que debía ser; mi príncipe había marchado, alejado para no volver, así que, ¿estuvo mal que le diera a otro, a quien se había convertido en mi alma gemela, una parte de lo que él rechazó?

No lo creí entonces, ni lo creo ahora. Sabía que mi ángel, Edward, debía sentir suficiente afecto por mí para que le alegrara que yo fuera feliz. Aunque se tratara de un borroso reflejo de la alegría verdadera que sentí a su lado. Sabía, o por lo menos eso creía en mi interior, de que no me condenaría por refugiarme en el puerto seguro en que se había convertido mi mejor amigo.

Aunque mi elegido fuera Jacob Black.

Quien me había comprendido cuando le expliqué mi locura, que me arriesgaba para escuchar la voz de mi querido ángel perdido; quien me amó sabiendo que solamente podía corresponderle con un eco débil de mis sentimientos por Edward, del amor por el vampiro que me había dejado con el corazón destrozado. El sol volvió a brillar para mí, casi imperceptiblemente al principio, con un ardor y una luz que ya había olvidado; y el agujero de mi pecho se suavizó, convirtiéndose en algo más soportable con cada día que mi vida estaba junto a él. Aunque la herida nunca cerró del todo, eso era imposible, y los recuerdos enterrados gracias al compromiso conmigo misma de hacer feliz a Jacob siempre se mantenían presentes.

Especialmente en las oportunidades en que nos visitaba Alice. La 'hermana' de Edward.

Había sido muy duro para Jacob, y para mí, tenerla tan cerca. Aun así le agradecí sus visitas ocasionales, trayéndome noticias acerca de su familia y, era obvio, revisando que me encontrara bien. Siempre me pregunté, aunque nunca en voz alta, si lo hacía por el cariño de amigas que había nacido entre nosotras durante el tiempo que estuve con Edward, o si lo hacía por encargo de éste. Pero después de un tiempo ya no me preocupó.

Inclusive Jacob, a pesar de su permanente desagrado y antagonismo con los vampiros, terminó 'aguantando' a mi mejor amiga.

Pero en esas ocasiones, al momento de quedarnos solos, podía sentir claramente el miedo de Jacob. Me abrazaba con más fuerza, sin dañarme, pero temiendo lo que él sentía que era inevitable. Que en cualquier oportunidad yo me iría con Alice. Que lo dejaría por mi eterno amor hacia Edward.

No sabía porque, pero siempre me pareció que él me dejaría ir. Estaba segura que me amaba lo suficiente como para realizar un acto tan noble, aunque yo no lo mereciera y fuera él quien terminaría con el corazón convertido en pedazos astillados.

Pero no lo hice. Mi decisión estaba tomada desde ese mismo momento en que lo dejé besarme por primera vez, en el momento en que me traía a casa después de mi salto desde el acantilado en la reserva La Push. Esa fue la última vez que escuché la voz de Edward, por lo menos con tanta claridad como antes.

Sé feliz.

Después de eso, su voz fue haciéndose más difusa, convirtiéndose en una fotografía destiñéndose al sol. Pero una que seguía lastimando mi corazón al pensar en ella.

Sin embargo había hecho mi elección y me atendría a ella, a cualquier precio.