Disclaimer: The Twilight Saga, así como sus personajes, pertenencen a Stephanie Meyer. La trama es mía y de mi amiga Juanita :D
Este capítulo se sitúa después del final de Crepúsculo en el verano que Edward pasa con Bella antes que empiece Luna Nueva, para que se lleven una idea.
Una Perfecta Cullen
I. Día de Campo
Bella POV
Era un día hermoso como lo había predicho Alice. Me levante feliz y me vestí rápido, baje y Charlie ya no estaba, se había ido de pesca con los chicos de la comisaria. Mientras desayunaba Edward llego a recogerme.
– Buenos días
– Buenos días - respondí poniéndome en puntillas para besarlo.
– ¿Lista? – me respondió con una picara sonrisa
– Si, aunque me preocupa lo que mencionaste de la caminata.
–No te preocupes, fue una sugerencia de Sophie. Si quieres nos quedamos los dos mientras los demás van a la caminata.
–De acuerdo – ¿Como decirle que no?
Llegamos en diez minutos. Entramos a la gran casa blanca. Adentro nos recibió Esme y Carlisle.
– ¿Lista, Bella querida? – pregunto maternalmente Esme
– Si claro- conteste con una sonrisa.
En ese momento por la gran escalera de caracol bajo corriendo Sophie, la hermana humana de los Cullen. Recuerdo muy bien el día en que la conocí…
Flash Back
"Entramos a la gran casa blanca. Edward tenía una de mis manos y sonreía. En el umbral de la puerta nos esperaban Carlisle y Esme, ambos tenía una gran sonrisa para Edward y para mí. Apenas entramos, Carlisle y Esme me dieron la bienvenida y pude ver como Edward miraba a Carlisle y luego dijo sorprendido:
– Llegó antes de lo que había predicho Alice. – termino con una sonrisa y una expresión de anhelo.
– Ella dijo que no se aguantaba hasta la semana que viene y por eso llegó hoy, tomo la decisión precipitadamente por eso Alice no pudo verlo. – respondió Esme a la afirmación de Edward.
- ¿Quién? – pregunte totalmente pérdida.
En ese momento escuche una voz emocionada que gritó:
– ¡¿Edward?! ¡Edward!
Acto seguido, una joven salió corriendo desde el hermoso piano hasta Edward. Tenía el cabello castaño claro y rizado, callendóle en cascada hasta la mitad de la espalda; además de un cuerpo perfecto y una hermosa cara de ángel que me provoco una punzada de envidia. Al verla pensé en una visita inesperada y pronto me petrifique pensando en que no era un vampiro vegetariano. Edward sintió mi reacción y apretó mi mano, eso me tranquilizo un poco. Cuando llegó donde estábamos, pude ver que sus ojos no eran ni rojos ni dorados eran… ¿Grises?
Llegó corriendo a abrazar a Edward y este con la mano que tenia libre le devolvió el abrazo y se inclino para besarle la coronilla.
-¡Oh Edward! ¡Cómo te extrañe, a ti y a todos! ¡Extrañe a mi familia tanto! - ¿Mi familia? dijo ella. Miré a Edward muy sorprendía y este me miro divertido
- Oh, tú debes ser Bella ¿no?- dijo y me miro con unos ojos de un gris profundo.
Yo no pronuncie palabra si no que mire a Edward.
– Supongo que te acabas de formular miles de preguntas- dijo muy divertido. Yo solo asentí.
– ¿No me piensas presentar?- inquirió irritada aquella joven de tez blanca como la mía pero no tanto como la de los Cullen.
– Bella, ella es Sophie. Es mi hermana humana.
Lo mire perpleja, no lo podía creer. ¡¿El había dicho humana?!
– Es una larga historia- me previno
– Quiero escucharla- susurre
– Veras cuando vivimos en Oregon, vivíamos en una gran casa cerca al bosque parecida a esta. Un día de una terrible tormenta Esme salió a cazar y cuando volvió en la entrada estaba Sophie. Tenía unos 5 años y estaba muriendo de hipotermia. Esme no lo soporto y la entro a nuestra casa, Carlisle la atendió y Esme cuido de ella. Cuando Sophie se recuperó todos ya estábamos encariñados con ella.- Edward le lanzo una mirada a Sophie y ella sonrió - así que Esme decidió criarla como otra hija mas; Sophie era huérfana y escapo del orfanato en el que estaba por buscar a sus padres ya que no sabía que habían muerto. Ella llevaba una semana en el orfanato y no le habían dicho nada de la muerte de ellos.
Camino desde el orfanato hasta el bosque pero la tormenta la encontró y después nosotros a ella- Voltee a mirar a Sophie que me examinaba con la mirada- Sophie se crio como una Cullen, me refiero a que la educamos para que pudiera vivir con nosotros.
–¿Para qué no revelara su secreto? – Adiviné.
–Si, básicamente. Como era muy niña, fue fácil enseñarle que éramos y todo respecto al nuestro mundo. Ella estudio como una Cullen humana- sonrió irónicamente- y hace un año se graduó del instituto.
– ¿Y dónde estaba? - pregunté sorprendía. Debía tener unos 18 años pero parecía menor.
– Estaba en Denali porque allá me gradué del instituto, por eso en los años que llevan aquí yo no estaba con ellos. Me gradué el año pasado y Tanya me regalo un viaje como regalo de graduación. Volví hace un mes a Denali pero extrañaba mucho a mi familia así que regrese con ellos.- respondió ella a mi pregunta.
Mire a Sophie asombrada. Y ella me devolvió la sonrisa torcida que tanto amaba de Edward. Seguramente fue un hábito que aprendió de él.
– Entonces, ahora que sabes mi historia quiero oír la tuya- dijo pasando a mi lado.
Edward le dirigió una mirada envenenada.
– Ehh…¿ la mía?- pregunte desconcertada
– Si. – dijo mirando a Edward.
– Habrá más tiempo después – dijo Esme - deja que Edward pase un rato con Bella, hace tiempo que ella no vine a la casa. Mejor, ven, y te ayudo a desempacar, cariño, fue un viaje largo. Además ves el cuarto que diseñe para ti y la ropa que Alice te compro.
– ¡¿Ropa?! – contesto sonriendo – muy bien pero voy a escuchar la historia de ustedes- dijo enfatizando ustedes, refiriéndose a Edward y a mí.
Edward puso los ojos en blanco y le revolvió el cabello. Ella subió de la mano de Esme mientras Carlisle subía las maletas (eran cinco maletas enormes de color fucsia con su respectivo equipaje de mano) con mucha facilidad."
Fin del Flash Back
Desde que la conocía Sophie nunca dejaba de sorprenderme. Ella era como una combinación de todos los Cullen: sabía tocar el piano, tenía toda una colección de libros, amaba las compras, le interesaba la medicina, el futbol y hasta tenía un sexto sentido para manipular emociones. No como el que Jasper tenía, más bien como el que él tenía cuando era humano.
– ¡Hola Bella! – Me saludo Sophie.
– Hola Sophie- le respondí sonriendo.
– Bueno, ¿nos vamos? El día esta hermoso y no quiero perdérmelo.
Subimos al jeep de Emmett Sophie, Edward y yo. Los demás llegaron por su cuenta: corriendo. El lugar del día de campo era en el rio cercano a la casa de los Cullen, allí había una pequeña cascada y alrededor de esta un hermoso prado. Empezó a hacer un sol resplandeciente, no como el de Phoenix pero era el sol más cálido que podía conseguir en Forks. Este verano se estaba convirtiendo en el mejor de toda mi vida.
Esme y Sophie extendieron una manta donde pusimos la comida del día de campo, que era obviamente, sólo para Sophie y para mí.
– Muy bien, Edward, Rose y Carlisle son equipo y Jasper, Alice y Emmett el otro. – dijo Esme organizando un juego de futbol americano vampírico.
Después de mi último juego de beisbol, no había podido ver otro juego de los Cullen ya que tenía una pierna enyesada porque un sádico vampírico, me había tratado de matar, cosa que no logro, porque mi eterno salvador lo detuvo.
El juego empezó con el cielo totalmente despejado. La piel de Edward resplandecía como esa primera vez en el prado, al igual que el de toda su familia.
– ¡Vamos Emmett! ¡si no tú pagaras la apuesta! – dijo Sophie que se había sentado a mi lado en un pequeño árbol derribado.
– ¿Cual apuesta?-le pregunte
– Es que yo le dije que yo sería capaz de jugar tan bien como él cuando yo me transforme…- se calló de repente.
Yo me quede mirándola primero atónita y luego me puse fúrica.
– ¡¿Te van a convertir?!- pregunte casi gritando, sentía como me hervía la sangre bajo mi piel. Sophie me miro con los ojos grises dilatados por el pánico y trato de explicarse
– Yo no dije eso. Dije que íbamos a apostar si… - no pudo pronunciar más, porque Edward estaba al lado de ella mirándola igual de fúrico a lo que yo estaba.
– Sophie porque no vas al rio por agua para el refresco tuyo y el de Bella.- dijo arrastrando las palabras.
– Si, con gusto – respondió Sophie apenada.
En cuanto se fue Sophie yo empecé a mirar a Edward con mil preguntas en los ojos.
– Me puedes explicar lo que acabas de oír, por favor – dije mientras él se sentaba.
– ¿Qué quieres que te explique?- dijo en tono áspero
Me enoje aun más.
–¡¿Por qué van a transformar a Sophie?! – dije de nuevo casi gritando. Edward me miro no muy dispuesto a responder pero aun así lo hizo.
– Veras, cuando Sophie tenía 15 años, nos informo a toda la familia que quería convertirse en un monstro. – pronuncio la última palabra como un insulto – Obviamente yo me opuse, también Rosalie. Pero el resto menos Carlisle la apoyaron, el puso una posición neutral. Él entendía el punto de Sophie pero también el mío y el de Rose. Al final, Carlisle y Sophie llegaron a un acuerdo: cuando ella cumpliera 19 la convertiría.
Mi rabia anterior desapareció para mi sorpresa, ahora estaba confundida porque el cumpleaños de Sophie era en tres días. En tres días podría ver la transformación de un humano a un vampiro: aunque ya sabía cosas como que era muy dolorosa y que duraba alrededor de 3 días. Pero aun así una cosa era saberlo y la otra era verlo.
¡Sophie conseguiría lo que yo no! Pero aun así no sentía rabia, si yo seguía siendo persistente tal vez Edward me convertiría… tal vez.
No podía hablar, estaba en una especie de trance, Sophie tendría lo que yo en 3 días… la vida que yo tanto anhelaba, ella la tendría…
Edward se sentó a mi lado, sin darme cuenta había comenzado a llorar, el tiernamente me seco mis lagrimas con sus fríos y níveos dedos.
– No llores- me susurro al oído, con un apretón de sus pétreos brazos, pero ¿Como no llorar? Necesitaba estar sola, así que le dije a Edward que me quería ir a casa, el asintió.
En el camino de vuelta a Forks ninguno de los dos pronunciamos palabra alguna, aunque el tiempo que estaba con él - cada precioso momento- era indispensable para mi supervivencia, lo único que quería era estar sola.
Amén que la casa estaba vacía, subí a mi cuarto y me desparrame en mi cama, Edward me había dejado en la puerta - él sabía que necesitaba estar sola- me acurruque como un bebé y comencé a llorar. No sé cuánto tiempo paso, pero de pronto un milagro-mi milagro personal- estaba conmigo, Edward me abrazaba fuertemente contra su pecho marmóreo, movía su mano en mi espalda de arriba hacia abajo.
Al cabo de unos minutos me senté, me aclare la garganta.
- ¿Por qué Edward? ¿Por qué? ¡No es justo!- dije en un grito ahogado.
- Bella hay cosas que yo no puedo cambiar- me dijo con vos pausada.
- ¡Claro que puedes!- dije sollozando- ¡Todo está en tus manos!- aunque lo tenía a él, mi sollozos no paraban de cesar.
- ¡Bella no te puedo hacer esto! Tú no sabes de lo que hablas…. Tú no quieres ser un monstro - dijo con voz dulce
- Te quiero a ti es lo único que quiero y necesito - me atrajo a sus pecho marmóreo y me beso en la frente, me volvió a recostar en el cama y poco a poco deje de llorar. ¿Que mas daba? Lo tenía a él, eso era lo que importaba. Y caí en un profundo sueño.
¡Hola! Bueno, este es mi primer Fic! :D, que hice con ayuda de mi querida amiga Juanita Medina. Espero les guste.
Espero sus Reviews con sus opiniones, recuerden que es mi primer fic así que no sean duros conmigo/ nosotras :P.
Kiss
Paula
