Naruto © Kishimoto Masashi.
Titulo: El Candidato Perfecto
Tema: #17—Victoria
Relación: Haruno Sakura y Uchiha Sasuke.
Rating: K
BGM: Oh My God, por Pink.
Summary: La derecha es siempre la más problemática.
Basado en la imagen 'Green Polish' de Samurai-PET (deviantART).
ººº
La izquierda estaba perfecta.
Verde, lisa, sin brumos, completamente pareja, ni un error—perfecta.
La otra en cambio…. Brumos, trazos corridos, espacios blancos, pintura extra—desastrosa.
Como una kunoichi-Jounin y nin-médica segunda luego de Tsunade-shishou, el resultado era inaceptable. Así que hizo lo más lógico. Quitó todo la evidencia de su mano derecha, y cuando estuvo satisfecha con que estaba todo limpio, se puso de pie con los utensilios en el pequeño neceser bajo el brazo, y emprendió el camino fuera de casa y por las calles de Konoha.
Mientras caminaba pensó en las personas a las que podría acudir por tamaña emergencia.
Su primera opción fue Ino-cerda, pero teniendo en cuenta que aun no se reconciliaban de la última batalla campal que habían tenido dos días atrás, esa opción quedaba más bien tachada. Luego también estaba Hinata-chan, pero estaba segura que la heredera de los Hyuuga estaba en una misión de momento, y la Maestra de las Armas con ella.
Lee-san había sido bastante amable la última vez que se había encontrado en una emergencia similar—con bastantes buenos resultados, recordaba, pero había sido llamado como el tercer hombre en la misión de Hinata-chan. Kakashi-sensei estaba segura que sería un buen aporte a su situación, pero usualmente el hombre era inubicable entre misiones últimamente.
Consideró pedirle ayuda a Naruto, pero usualmente los sentidos de éste dejaban mucho que desear cuando estaba fuera del campo de batalla. Y por mucho que quisiera al contenedor del Kyuubi, estaba consciente de que entre los dos—par de histéricos, chillones, desparramados—sólo reinaría caos sobre sus manos.
En el momento que el último Uchiha apareció frente a ella en el mercado, con un tomate en una mano y una bolsa con mercadería en la otra, hizo su decisión. Mientras caminaba hacia él, lo notó echar unas cuantas frutas a la bolsa, y pagar a la mujer tras el puesto, asintiendo luego al despedirse.
Cuando sus miradas se encontraron, no se sintió disminuir el paso, y por ello, sonrió cuando no le vio hacer señas de que desaparecería. Él con su mercadería, ella con su neceser, se encontraron en el cruce de los caminos.
–Sasuke. Necesito tu ayuda.
Él respondió al alzar una ceja de manera casi imperceptible. Por suerte, estaba acostumbrada a su manera de comunicación.
–Vamos, te acompaño a casa. Querrás privacidad para esto.
Se sentía extrañamente bien el no necesitar dar razones—porque obviamente él no tendría la cara para exigírselas si generalmente él mismo no solía dar ninguna—y el haber llegado al punto en que su vida no giraba torno a él.
Entró a su pequeño apartamento con una sonrisa, vagamente preguntándose si alguien cuidaba de las antiguas propiedades Uchiha, porque no recordaba haberle visto allí hace… años.
Cuando lo sintió dejar la mercadería en la mesa y su mirada sobre su espalda, se volteó a verlo, su sonrisa desvaneciéndose.
Iba a matarla.
Extrayendo valor del hecho que técnicamente no podía matarla—porque seguía en libertad condicional, extendió su mano derecha a la altura de su cabeza para que la viera, notando sus ojos negros bajar a su mano y luego volver a su rostro.
–La derecha es siempre la más problemática.
Sin esperar respuesta siquiera, y sin tampoco obtenerla, se sentó en la silla de la cabecera junto a donde él estaba parado, abriendo el neceser y sacando los utensilios tan preciados.
El esmalte de uñas verde claro destacaba entre todos los demás.
Cuando él se dio vuelta obviamente sin pretensión de hacer caso en su emergencia, golpeó una de sus manos en la mesa, haciendo saltar los objetos y caer algunos, frunciendo el ceño.
–Sasuke. Siéntate.
Juro haberlo escuchado suspirar.
Cuando se sentó, le sonrió alegremente, olvidando cualquier episodio de ira anterior.
–Bien. Ahora, no quiero una capa gruesa, porque el color se marca demasiado y demora mucho en secar, ni una capa muy delgada porque sino no se notará el color y obviamente no es lo que quiero ¿verdad? Cualquier error, el quita-esmaltes es la pequeña botella de ahí… Y no te preocupes, que tengo toda la tarde y estoy segura que no tienes nada más que hacer.
El minuto de silencio que siguió la hizo dudar de su discurso improvisado, y realmente pensó en levantarse e ir tal vez en busca de Shino, Neji o Kiba, pero luego las manos de Sasuke tomaron el pequeño frasco verde, lo abrieron y dejaron sobre la mesa entre ambos. La mano izquierda de Sasuke tomó la suya y supo que todo iba en buen rumbo.
Tomo nota mental de hacerle saber que realmente debería usar una de sus pomadas para remover las asperezas en sus manos y las viejas cicatrices en sus dedos producidas por el uso de tanto kunai, shuriken y katana.
Cuando sintió la primera pincelada sobre su uña del dedo índice, observó sus facciones—el ceño fruncido, los ojos levemente cerrados, las manos firmes—y sintiéndose del todo complacida con los resultados, se reclinó en la silla.
(¡Finalmente, un Uchiha domesticado!)
Sonrió en señal de victoria, sin poder estar más de acuerdo con la Voz-Interior que danzaba en su cabeza.
ººº
NA: Un desafío auto-impuesto de 30 temas. Pero realmente me agrada la dinámica de Naruto.
Estaba seriamente anotar por ahí la frase de la descripción de la imagen en la que me base ("Pinta mis uñas, byatch!") pero eso quizás hubiera sido un tanto fuerte. El segundo ("Lo domesticó!") tuvo que ser cambiado para que quedara acorde. Fue un ligero Drabble. Me agrado.
