-pero…Kate…

-no puedo.

-pero…por favor…Kate, te amo, déjame ayudarte, déjame estar para ti…

-lo siento tanto Rick pero no puedo, debo hacer esto sola, yo también te amo, no sabes cuanto y por eso debo irme, no quiero arrastrarte en esto conmigo.

Kate tomó sus maletas y salió por la puerta dejándome sólo, jamás entendí por que lo hizo, jamás lo voy a entender, hace 4 años que se fue, hace 4 años que me dijo adiós, al principio solía mandarme mensajes en los que me decía lo concentrada que estaba en su preparación, uno cada semana, había volado hasta el otro extremo del país, por qué?, aun no lo se, aunque le supliqué que no se fuera, que se quedara, que aquí podía hacer lo que quisiera y yo no le molestaría ni interferiría con su objetivo, le juré que lo único que quería era saber que si le pasaba algo yo estaría cerca para ayudarla, pero ese era el punto ella no me quería cerca, según ella por seguridad, así pues decidió irse lo más lejos posible de mi, sus mensajes, los primeros 6 meses fueron puntuales uno cada semana, siempre los viernes por la noche, eso no era suficiente para mi y se que tampoco para ella, pero ella siempre fue mas testaruda y aferrada que yo, de esa manera podía vivir estando separados, después del séptimo mes los mensajes se redujeron a uno cada mes, alegó que tenía mucho trabajo y eso consumía su tiempo y su vida, demasiado trabajo para poder hablar conmigo, al llegar el segundo año los mensajes se hicieron esporádicos, sin un orden, simplemente creo que recordaba que yo existía y entonces escribía, el tercer año recibí un par de mensajes y fue por su padre que me entere que ella no estaba en el país, había ido a tomar un curso de no se que demonios a un lugar en un país lejano, que incluso se negó a decirme por no herirme según sus propias palabras, al final del 3 año me di cuenta de que ella se había olvidado de mi, me había dejado atrás para cumplir una promesa, una promesa en la que yo no tenía nada que ver y por la cual había renunciado a su vida y a los planes que teníamos, la entendí y hoy que se cumple el cuarto aniversario de su partida me he obligado a rehacer mi vida, la he esperado hace tanto tiempo y siempre me dije que la esperaría el tiempo que fuese necesario pero a veces creo que no puedo, hoy estoy aquí en nuestro lugar, el lugar donde nos dimos aquel primer beso, donde le dije que la quería, donde le pedí que fuera mi novia y donde prometimos cosas que ahora se que no significan nada para ella, lo he pensado seriamente y se que no debo seguir esperándola, me pregunto para qué seguir esperando algo que empiezo a tener la certeza que no sucederá.

Miro a la nada, escucho sus palabras en mi mente y decido irme, si ella fue capaz de olvidarse de mi, yo debería hacer lo mismo el asunto es que me niego a hacerlo, pasé muchos años fantaseando con la vida que tendríamos juntos y ahora no queda nada de eso.

Camino despacio, sin querer evitarlo, miro hacia atrás como si al hacerlo ella estuviese allí mirándome, pero eso no es así, ella ya no esta y yo debo seguir, lo único que me queda es recordar, recordarla como era y esperar que donde quiera que esté sea feliz y cumpla lo que desea, que eso le de la paz que tanto necesita y que ojalá algún día nos volvamos a ver solo para saber que así fue.