Desclaimer: los personajes de CCS les pertenecen a las maravillosas mentes de CLAMP, yo solo los utilizo para fines de diversión.
El Príncipe y la Sapa.
Capitulo uno.
.
.
.
Me encontraba acostada en el verde y húmedo pasto del parque pingüino de la ciudad de Tomoeda, viendo como las nubes se movían y hacían figuras, seguro llovía.
Estaba un poco alejada del ruido de los niños jugando y de las mamas platicando, en donde me encontraba no se escuchaba un solo ruido, solo se oía el viento y los pájaros cantar.
Cerré mis ojos por un momento y sentí como me lamían la mejilla… Kero, pensé, abrí un ojo y efectivamente era mi perro labrador dorado, Kero.
-Oh, Kero-. Dije sonriendo y sentándome.
Oí como me ladro y movía su cola.
-Hm, supongo que quieres comer, ¿no?- le dije, me ladro y movió su cola más rápido.- vale, eres un glotón, vamos a casa.
Me levante de donde me encontraba y tomé mi morral.
Salí del área verde y me puse a caminar sobre un sendero de tierra mientras Kero iba enfrente mío ladrando para que me apurara. Me metí por el atajo que siempre usaba, nada más se oían mis pasos, los de Kero y mi morral chocando con mis rodillas, amo tanto el silencio, saqué mi cámara de mi morral y estaba dispuesta a tomar una foto pero un ruido en los arbustos hizo que no la tomará, le chiflé a Kero para que viniera conmigo, bueno, un perro enorme puede ahuyentar siquiera tantito, volví a escuchar le ruido pero ahora más lejano.
Me asomé por el arbusto del que antes había oído el ruido y vi al ser más maravilloso del mundo, un hermoso hombre estaba ahí, solo para mí, no es que sea una pervertida ni nada de eso, pero este hombre te hace pensar cosas así, un hermoso cabello rebelde de color chocolate un poco despeinado caía sobre su frente y lo hacía ver sexy, sus ojos, de un color del mismo que su cabello, eran profundos e hipnotizantés, sus labios del tamaño perfecto se veían apetecibles, usaba una camisa a cuadros con los primeros tres botones desabrochados, de mangas cortas dejando ver sus brazos bien formados, con unos jeans desgastados, informal pero sexy, y había de tener la misma edad que yo o un poco mayor.
No me di cuenta hasta muy tarde que Kero había ido corriendo hacia él hasta que oí ladrare al sexy extraño.
-¡Demonios! Kero, ven acá grite saliendo de mi "escondite".
Kero corrió hacia mí y luego hacia al extraño, él solo se me quedo viendo, seguro pensará que lo estuve espiando y que tengo un perro hiperactivo.
-Lo lamento, mi perro gusta de hacer escándalo cuando ve a alguien-. Le dije sonriendo como estúpida.
-No, no te preocupes.- me dijo, ¡CRISTO! Su voz es tan varonil y sexy, creo que moriré.
-Vale, bueno, pero lo siento, hasta luego-. Le dije sonriendo tratando de actuar lo más normal posible.- Vamos Kero-. Le dije y me siguió.
Ya cuando me alejé de donde conocí al ser más estupendo del mundo, que no creo que viva aquí, ya que Tomoeda es un pueblo muy pequeño y nunca lo había visto, en fin, me resignaré, seguro era algún turista o algo así.
Pasé por el mini-super de Jack y revisé mi morral y tenía apenas un dólar, me alcanzaría para un Arizona, fui rápido, ya que era Domingo y los Domingos cierra a las seis y eran cuarto.
-Jaaaaaack-. Grité cuando entré al mini-super y todos se me quedaron viendo, después rieron negando con la cabeza, diciendo mi nombre en forma desaprobatoria.
-Já, ¿Qué pasó, Sakura?.- me dijo sonriendo. Jack es un señor de unos treinta y seis años, es una persona muy divertida, a veces después de la escuela lo vengo a ayudar, me encanta estar con él, es como mi mejor amigo.
-Me das un Arizona, por favor.- le dije, me lo dio y pagué, salí a ver si Kero no se había ido, pero, más le vale que no se haya ido, aunque es un perro muy obediente si ve a el perro de los Yamada se arma la gorda, en fin, cuando salí ahí estaba y había un chico acariciándolo.
Me acerqué más y lo vi bien y era un chico de mi edad o un poco mayor, de cabello color azul marino, y unos ojos que veían con ternura a Kero del mismo color, que suertuda he de ser, dos chicos guapos en un solo día.
Kero me vio y ladró, asustando al chico que después de ver hacia donde Kero ladraba me volteo a ver y me sonrió, me acerqué y le correspondí la sonrisa.
-¿Es tu perro?.- este chico tiene un 'no sé qué' que hace que le hable amablemente.
-Sí.- le sonreí, si hubiera sido alguien más me hubiera puesto a la defensiva de inmediato.- su nombre es Kero.
-Ya veo, es un lindo perro con una muy linda dueña.- después que dijo eso, sentí como los colores se me subían a la cara.
-No es verdad-. Reí nerviosamente mientras me rascaba mi nuca.
-lo digo con toda sinceridad, señorita...-me dijo poniéndose su mano derecha en su pecho, haciendo una reverencia y dándome la mano.
-Kinomoto.-le dijo aceptando su mano y sacudiéndola, gesto que seguro le pareció raro por su cara.
-Estoy seguro que una chica tan bella como tú ha de tener un nombre igual de bello-. Vale, este chico ya me está asustando.
-Um, Sakura.-le dije nerviosa.- Bueno, me tengo que ir, fue un gusto conocerte, adiós.
-Sakura, que bello nombre, igualmente, fue un gusto conocerte.-me dijo sonriendo.
Le llamé a Kero para que nos fuéramos a casa y me siguió.
Definitivamente, hoy fue uno de esos días que te levantas pensando que no te pasará nada y será aburrido pero pasa todo lo contrario
.
.
.
¡Hola! Vale, es mi primer fic en CCS, me siento rara, siempre escribía de Digimon.. já.. en fin, espero que os guste(:
Gracias de antemano.
Suzume.
