Simplemente era un niñato malcriado que no sabía comportarse cuando era necesario, tal vez me lo merecía, tal vez me merecía el puto infierno por todo lo que he hecho, pero aun así seguía luchando, luchando por una salida que nunca llegaría, luchando tal vez por lo que yo creía que era felicidad, tal vez algún día, aquella luz blanca que daba señal del final del camino llegaría. Lo que no me espere es que el color de aquella luz seria roja.