Pareja: SasuHina
Género: Crimen/Drama/Horror/Romance.
Desclaimer: Ninguno de los personajes mencionados me pertenece, eso sí, la historia es mía.
Prólogo
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No sabía muy bien si esto era la realidad, o si se había sumido en la inconsciencia. Deseaba que todo sea una jugada sucia de su mente, una pesadilla horrenda de la que podría despertarse. Pero los días pasaban, el hedor de los cadáveres empezaba a ser insufrible, y su cuerpo delgado solo temblaba en un lugar de la habitación.
Los ojos del niño se pusieron fijos en el suelo, en ese que estaba pintado de rojo. Las lágrimas descendían de las mejillas, y con el pánico a flor de piel, solo atino a apretar con sus manitas el cuerpo cercano al suyo, buscando un calor que ya no había.
"Todo saldrá bien" se dijo.
Y esas palabras se desencadenaron en su mente, como si se tratase de un eco. Todo saldría, todo tenía que salir bien.
-o-
¿La primera vez que la vio?
Cómo no recordarlo, ese día fue ventoso, con el aire que iba a una velocidad atípica desparramando las hojas de los árboles en las calles de Kyoto. Y las calles eran transcurridas por las personas de forma más normal tras que se había acabado el receso escolar.
En realidad en un principio ese día no era más especial, que ser el día de volver a la rutina tortuosa para unos, y para otros la oportunidad para abrir puestas. Para Sasuke Uchiha, ese día era solo eso; un día, nada más, tal vez uno un poco más hartante, pero no tenía relevancia en su persona. No lo tenía hasta que la vio.
Hinata Hyuuga, era una nueva alumna. Llego al aula con las piernas temblorosas, y su voz parecía un susurro cuando se presentó. Tenía el uniforme del colegio puesto sobre su figura, de una o dos tallas de más, su piel era muy pálida, ojos de color perlado, y los labios agrietados y resecos. Como nadie la conocía, fue solo la relegada chica nueva, que se sentó en ese primer día sola en la última banca del lado izquierdo del aula.
Y mientras el profesor daba las clases, Uchiha se dedico a mirarla, a admirar esa piel de porcelana, tan pálida, tan hermosamente pálida. Fue una atracción que emergió tan solo con verla, unas ganas de apreciarla de cerca que surgieron de su interior y fueron aumentando cuando más la veía. El amor toco la puerta del azabache, aunque tal vez poco a poco se daría cuenta que este acontecimiento no pasó de la forma más típica.
Bien, ¿Qué podría decir? Pues... esta historia, creo yo, es para valientes, jajaja, es una trama rara que he ido ejecutando hace mucho en mi mente, y al final decidí hacerlo salir a la luz. Así que espero ver su apoyo en este proyecto, prometo que el primer episodio será más largo, esto solo es el prólogo así que no me cuelguen, jajaja. Nos vemos en el próximo episodio.
