¡Hola! Bueno, he creado este Fic entre Dragón Ball y Freezing, porque no he visto ninguno entre estos dos animes. Sin más que decir, que comience esta history.


Capítulo 1: Saiyajin y Pandora.


—Diálogos.

«Pensamientos».

¡Onomatopeyas!

(Nota y/o aclaración).


El Multiverso gobernado por el rey del todo: Zeno, está compuesto por doce universos, y cada uno es custodiado por su Kaioshin y Hakaishin.

De hecho, cada universo tiene sus respectivas dimensiones apartadas del universo, siendo estos: el mundo sagrado de los Kaioshin y el otro mundo; este último, consta por el paraíso y el infierno, dimensiones que unidas se comparan en tamaño al universo mortal. Sin olvidar, al mundo de las tinieblas, un lugar que se encuentra fuera de la creación, en pocas palabras, fuera del multiverso.

Cabe recalcar, que la creación de Zeno no solo tiene 12 universos, sino que cada uno alberga infinitos universos paralelos.

Universos paralelos, es el nombre de una hipótesis física en la que entran en juego la existencia de varios universos o realidades relativamente independientes. Según la hipótesis, nuestra existencia tiene infinitas posibilidades de desarrollo. Como una narración. Si el personaje central toma por el camino de la derecha, encontrará un conjunto de experiencias. Pero si lo hace por el camino de la izquierda, lo que vive puede ser muy diferente. Cada opción crea un nuevo universo.

En una de estas realidades, un muchacho de cabellera negra en punta como palmera, no acepto cierto compromiso que lo ataría con una mujer por el resto de su vida. Por esta decisión, la historia del joven guerrero traería grandes cambios a su vida.


Torneo 23 de las Artes Marciales.

El joven de cabellera negra, esquivaba los ataques de una chica muy enojada. Molestia, que era producida porque el chico pelos de punta no recordaba su nombre, ni rostro.

—Dime, ¿Acaso nos conocimos en alguna parte? —Dudoso, preguntaba el joven de 17 años llamado Son Gokú quien, velozmente, se agachaba esquivando una patada que se dirigía a su rostro.

Goku, como mencione antes, tiene una cabellera negra en punta, parecido al de una palmera. Sus ojos, al igual que su cabello, son completamente negros. Su indumentaria, cuenta con Gi de color rojo-naranja a naranja cálido, el cual tiene a juego una camiseta de mangas cortas de color azul marino. Además, luce muñequeras de color azul y botas que se convierten en parte de su traje característico a lo largo de sus entrenamientos. Sin olvidar, lo más característico de su vestimenta, más precisamente un Kanji en su espalda con el símbolo "神" kami, que significa Dios.

—¡Obvio que sí! —Le recriminó la joven, para, seguidamente, dar un rodillazo en dirección al estómago de Goku. Sin embargo, el pelinegro lo esquivó dando un salto hacia tras.

—¿Eso es cierto? Entonces, ¿Donde? —Curioso, volvió a preguntar el azabache, mientras era atacado ferozmente por la chica.

—Por eso mismo... —La peleadora de nuevo contraatacaba—. ¡Te odio! ¡Te odio por haberlo olvidado! —Exclamó molesta—. ¡Has lastimado mis sentimientos! ¡Te estuve esperando todo este tiempo! —La pelinegra daba golpes en puntos vitales, pero todos eran detenidos fácilmente por el guerrero.

—¡¿Que?! ¿Qué promesa? ¿Acaso te prometí algo? —Dando un gran salto hacia el cielo, Gokú trataba de alejarse, pero de igual manera fue seguido por la pelinegra—. Vamos, dime... ¿Qué promesa fue la que te hice? —Replicó, mientras bloqueaba golpes de la chica en el aire.

—Me prometiste que... ¡Yo sería tu esposa! —Con todas sus fuerzas exclamó la joven desconocida, quien aterrizaba en la plataforma junto con el azabache.

Gokú no profirió palabras por unos momentos... se sentía realmente confundido. Cualquier persona normal lo estaría.

—Ya veo. Parece que he refrescado tu memoria, Gokú. —Mencionó la pelinegra, pensando que Gokú había recordado todo conforme a su persona; por lo tanto, también la promesa.

El joven azabache se acercó a Krílin, más bien, lo llamó para que le explicara una leve duda que tenía.

Krílin es un joven de una estatura algo pequeña; 1, 53 de estatura, para ser más preciso. Además, tiene seis puntos en la frente y se rasura la cabeza cuando ejerce las artes marciales. Como Artista Marcial, Kame-Sen'nin le dio el Uniforme de la Escuela Tortuga, de color naranja con cinta azul oscuro (originalmente el traje era de color rojo y cinta negra), el cual usa siempre.

—Oye, Krílin... ¿Qué significa... ser esposa? —Preguntó torpemente en voz baja el joven pelos de punta.

Idiota. Esa era la única palabra para describir al joven luchador. Sin mencionar que, al escuchar la pregunta, (estúpida pregunta), todos cayeron de espaldas al suelo de forma bastante cómica, incluyendo al público y referí los cuales estaban presentes.

—¡Imbécil! ¡Eso quiere decir que ella...! ¡Quiere que te cases con ella! —Contestó Krílin muy exaltado y algo celoso al saber que su amigo estaba comprometido con una chica que, para él, era muy linda.

—¿Eh? —Gokú seguía confundido, mirando a sus amigos para recibir una respuesta y entender con más claridad lo que pasaba.

—Eso significa que vivirás con ella por el resto de tu vida, Goku. —Explicó Yamcha—. ¿Acaso... sabías lo que significaba casarse cuando hiciste esa promesa? —Preguntó con dudas.

Yamcha conocía muy bien a su amigo; más bien, sospechaba que esa promesa era un mal entendido.

Yamcha, es un joven de cabello negro y largo con flequillos. Lo que lo caracteriza, son unas cicatrices: una con forma de X en su mejilla izquierda y otra que comienza por su frente, pasando por su ojo derecho y llegando hasta su mejilla. Su vestimenta es el mismo Gi naranja que lleva Krílin.

—¿Vivir el resto de mi vida... con ella? ¿Yo hice semejante promesa? —Confundido se preguntaba Gokú, sin quitar su mirada de la joven pelinegra—. Pero dime, ¿Como te llamas? —Insistió—. Por favor, dímelo...

—Bueno. Te lo diré si me ganas en este combate. —Pidió una condición la peleadora anónima, situándose para entrar otra vez en combate.

—¡¿De veras?! Entonces... ¡Aquí voy! —Gokú posiciono su brazo cerca de su cintura y con un golpe de su puño, creó una ráfaga de viento potente, que lanzó a la pelinegra fuera del ring.

Posteriormente, la joven revela su nombre dejando impactados a Gokú y sus amigos, ya que la chica no era nada más ni menos que, Chichi (Milk en latinoamerica), la hija de Ox Satán.

Chichi, de 17 años, es de piel muy blanca y presenta un color negro en sus ojos y cabello, aunque en el manga original su cabello es azul oscuro y sus ojos marrones. Su principal vestimenta se trata de un cheongsam azul con pantalones rojos, brazalete y zapatos, además de poseer unos calcetines tabis blancos y una faja roja.

—Lo siento, Chichi... pero en ese momento solo éramos unos niños. Además, no tenía idea que significaba pedir la mano. —Gokú la miró con seriedad, pero por dentro sentía tristeza—. En verdad, lo siento mucho.

—¡Pero prometiste que te casarías conmigo! —Gritó muy exaltada la pelinegra encarando al joven.

—¡Chichi! —Llamó una chica llamada Bulma, quien hizo una señal con su cabeza para que Chi-chi no le siguiera insistiendo al desconcertado azabache.

Bulma es una hermosa joven de cabello largo color turquesa. En este momento, su vestimenta esta compuesta por un ajustado vestido azul marino que hace resaltar su bien definido cuerpo.

—¡TONTOOOOOOOOOO! —Gritó Milk furiosa, yéndose del lugar y dejando a Gokú un poco triste por no haber cumplido su promesa.

Posterior a esto, una gran batalla entre Goku y Picoro Junior se daría a cabo, mejor dicho, un terrible combate que traería consecuencias a toda una capital.

Finalmente, Goku derrota Picoro Junior, pero le perdona la vida, convirtiéndose por primera vez en el ganador del torneo de artes marciales. Gracias a esta hazaña, Kami-sama le propondría ser el nuevo Dios de la tierra, sin embargo, con un rotundo "no" Gokú lo rechazaba; pues, ese trabajo, le parecía aburrido.


Una Semana Después.

Viajando a toda velocidad en su nube voladora, Gokú se dirigía a la tierra sagrada de Karín, y de paso, observaba el paisaje de su planeta, la tierra.

—¡Groar! Pero que hambre tengo. —Sonaba el estómago del Guerrero mientras lo frotaba y a la vez se quejaba—. Creo que le pediré a míster Popo que me prepare algo de comer.


30 minutos Después.

En la cima de la torre de Karín, Gokú platicaba con el pequeño gato ermitaño y uno de sus antiguos amigos: Yajirobe.

Karin, es un gato ermitaño que tiene más de 800 años de edad. Su característica, es la de un gato blanco pequeño, parado en sus dos patas traseras como un humano normal. Lo más peculiar del felino, son sus ojos que siempre están cerrados.

La apariencia de Yajirobe, consiste en ojos negros pequeños y brillantes, cabello negro largo y desordenado. Además, debido a su amor por la comida, tiene bastante sobrepeso. Su atuendo consiste en el típico subtipo de Ronin vagabundo, es decir, un Yukata rojo sin mangas hasta la rodilla con rayas negras, un Obi negro, pulseras negras y Kyahan negro (polainas / bandas protectoras), Waraji (sandalias de paja tejidas y usadas por siervos japoneses, y Samurais cuando usan su armadura) y un Ecchu Fundoshi (es un tipo de taparrabos rojo usado por Samurais y Ronin). Por lo general, mantiene su Katana metida en el lado izquierdo de su Obi.

—Oye, Gokú... ¿A qué viniste? —Preguntó el maestro Karín, esperando una rápida respuesta del azabache.

—Pues, voy a entrenar con Kami-sama para volverme más fuerte. —Gokú alzaba su puño con emoción. El gato ermitaño dio una carcajada, ya que esa respuesta era algo muy común en su discípulo.

—Pero si ya eres más fuerte que Kami-sama. —Yajirobe arqueaba una ceja, sin entender la conducta de su amigo de la infancia —. Gokú... eres demasiado extraño... ¡Qué más da! ¡Haz lo que quieras... a mí no me importa!

Solo una carcajada fue la respuesta de Gokú ante lo dicho. Así que, alzando su mirada, observó el techo de la torre. Goku, sin permiso alguno, salto a la cima no importándole lo que le dijeran los presentes.

—¡Nos vemos, maestro Karín! Y tú, Yajirobe... debes entrenar. Estas perdiendo forma. —Levantando el pulgar se despedía.

Antes de que Gokú se retirara, el Gato ermitaño le detuvo pronunciando su nombre. Al girarse, vio como le arrojaban una bolsa con semillas del ermitaño. 20 semillas para ser exactos. El Gato ermitaño le menciono que eran para casos de emergencia—. ¡Cuídate! Y, ¡Buena suerte!

Sin perder el tiempo, Gokú saco de su espalda el báculo sagrado, para subsecuente introducirlo sobre un pequeño orificio donde se conectaba perfectamente con la torre. El báculo ya estaba en la posición correcta. Así que, alzando la voz, el azabache exclamó—: ¡Crece, Báculo Sagrado! —De manera increíble, el báculo se estiró hasta perderse con el guerrero en las nubes.


Templo de Kami-sama.

En la cima de la torre, un hombre de tez oscura y de acento árabe, regaba las flores de los dos pequeños jardines que se encontraban en el templo. Sin embargo, sin que se percatara, un hombre un algo diferente a un ser humano, le llamó.

La característica más notable del hombre es su tono de piel, que es de color verde. En los brazos y piernas lleva unas especies de círculos de color amarillo oscuro, cuyo contorno es de color rojo...además de tener unas orejas muy grandes y unas antenas en lo alto de su cabeza.

Su vestimenta está compuesta por una capa azul y una túnica blanca con el kanji "神" (kami).

—¡Míster Popo! Prepara algo de comer, por favor. Gokú viene en camino y no tardará en llegar. —Le pidió el hombre verde llamado Kami-sama.

Sin rechistar, Míster Popo asintió y se adentró hacia el templo sagrado donde prepararía un bufete para el hambriento joven.

Mientras tanto, el susodicho seguía subiendo por su báculo sagrado, sintiendo como su estómago rugía como león por el hambre. Sin más, Gokú levantó su mirada percatándose de que la plataforma celeste estaba a muy poco camino.

—¡Qué bien! ¡Ya llegué! —Exclamó feliz, viendo como su báculo conectaba con el templo


En la cima.

Con seriedad en su expresión, Kami-sama observó por unos segundos a un nervioso Gokú. Pero, repentinamente, cambiaría su expresión a una agradable para saludar y darle la bienvenida a su discípulo y salvador del mundo en el pasado torneo 23 de las artes marciales.

Algunos minutos pasaron. Gokú explicó que venía a entrenar en la habitación del tiempo, lugar donde apenas pudo sobrevivir, tras haber sido encontrado casi al borde de la muerte después de haber entrenado por un mes.

—Aun no estás preparado para entrenar en ese lugar, Gokú. Casi mueres la última vez. —Contestó Kami-sama de manera tajante, sorprendiendo un poco al azabache.

—Ya veo. ¿Y habrá otra forma de hacerme más fuerte? —Preguntó el guerrero, poniendo las manos en su nuca, como si todo le importara un bledo.

Kami-sama solo calló por unos momentos, hasta que volteo dándole la espalda a Gokú.

Serio, el susodicho esperó una rápida respuesta.

—No lo sé. —Kami tocio un poco nervioso, haciendo que Gokú cayera de espaldas de manera cómica.

El azabache le reprocho, y Kami-sama se giró para luego caminar en dirección al templo.

—Está bien... sígueme, Gokú. —Llamó el dios para que el azabache lo siguiera.

Mientras caminaban, Kami-sama habló.

—Te enviare a otro mundo, Gokú. —El susodicho se detuvo de su caminar y, con un rostro de confusión, miró al dios quien siguió con su relato—. En ese lugar, hay seres muy poderosos que amenazan ese planeta. Así que, por favor, encárgate de protegerlo por un tiempo. Además, esto te servirá de entrenamiento. —Con serenidad explicó, sorprendiendo en demasía al guerrero.

—¿Y son muy fuertes esas cosas? —Preguntó un emocionado Gokú, viendo como Kami cerraba sus ojos afirmando con su cabeza—. ¡Genial! Pero antes de ir... ¿Tendrás algo de comer? ¡Es que me estoy muriendo de hambre! —Sonriente, Gokú se frotaba la cabeza con una mano y con la otra el estómago. Por otro lado, Kami-sama solo cerro sus ojos, ya que conocía perfectamente la actitud del chico.

—Tu nunca vas a cambiar. Eres tan diferente a los demás. —El dios de la tierra miraba al guerrero—. Sabía que dirías eso... así que le pedí de favor a Míster Popo que te preparara algo de comer.

Goku comía, sin modales claro. Cabe recalcar, que el dios aún no se acostumbraba a esa forma de comer tan, se podría decir, primitiva del muchacho. Era repugnante, y modales era lo que le faltaba aprender.

—¡Ah! Eso estuvo delicioso. ¡Gracias, Míster Popo! —Agradecía el guerrero frotándose el estómago lleno de felicidad—. Bien, creo que es hora de irme, ¿Verdad? —Preguntó, mirando a Kami-sama.

—Si. Pero antes de irte, te contare todo lo referente a ese mundo. —Expresó el dios de la tierra con seriedad.

Sentándose en el piso, Gokú puso atención para escuchar el relató del dios atentamente.

—Gokú, tú no serás el único extranjero en ese mundo. —Estas palabras, confundieron más a Gokú—. Seres de otra dimensión, al igual que tú, han invadido el planeta tierra de esa galaxia, convirtiéndose en una amenaza para toda la humanidad. Y, en respuesta, un grupo de jóvenes humanas llamadas «Pandoras», arriesgan sus vidas para pelear contra ellos.

—¡Wow! Eso es impresionante. ¿Y son fuertes esas tales Pandoras? —Emocionado, Gokú se acercaba al Dios de la tierra.

—Si, Gokú. Pero antes de enviarte a ese mundo, te daré un regalo. —Kami-sama hizo brillar su mano, poniéndola en el pecho del guerrero.

—¿Qué me acabas de hacer? —Preguntó el azabache con una ceja arqueada.

—Lo sabrás cuando estés ahí. —Fue la respuesta de Kami-sama mirándolo con calma.

Gokú, Kami-sama y Míster Popo caminaban hacia el exterior del templo sagrado mientras platicaban.

—Bien, Gokú... toma mi hombro. —Ordenó Kami-sama. El mencionado hizo caso y tomo su hombro—. Míster Popo, te encargo el templo.

Pero antes de marcharse al nuevo mundo, Gokú le llamó ganando la atención del dios de la tierra que se giró para preguntar qué era lo que necesitaba—. ¿Puede venir conmigo la nube voladora? —Preguntó, juntando sus manos en señal de ruego. El dios de la tierra asintió, no tenía ningún problema en que su nube lo acompañara.

—Es hora de irnos, Gokú. Se nos hace tarde. —El azabache tocó con una de sus manos el hombro de Kami-sama y la otra la agitaba, despidiéndose de su maestro Popo.

¡Flash!

Gokú y Kami-sama desaparecen de la vista. Míster Popo solo les deseó suerte y bienestar al guerrero azabache.

Planeta Tierra de la Galaxia del Sur.

Un muchacho de 15 años llamado, Kazuya Aoi, viajaba en un avión mientras platicaba con una hermosa joven.

Kazuya tiene el pelo negro corto, ojos marrones y su cuerpo es de una estructura delgada.

—Soy la presidenta del consejo estudiantil, Chiffon Fairchild. —Se presentaba la joven de 17 años.

Chiffon se parece físicamente a una adolescente promedio. Ella generalmente mantiene sus ojos cerrados, ya que son de un color poco natural. Ella tiene el pelo rubio (Nota: marrón en el anime), que llega hasta los hombros y dos flequillos en la frente que se dividían al medio. Aparte de sus ojos entrecerrados, Chiffon es bien conocida por estar sonriendo constantemente.

—«Que linda». —Pensaba Kazuya observando a la voluptuosa joven.

—¿Hay algún problema? —Preguntó confundida la joven peli marrón. Pero, Kazuya solo negaba con su cabeza muy apenado—. Muy bien, hagamos un repaso rápido antes de que lleguemos. Cuando una Pandora comienza su segundo año, elige a un compañero de primer año, el cual es llamado, Limiter.

—¿Por qué de primer año? —Preguntaba Kazuya con curiosidad.

—Eso es... por el Ereinbar. —Contestó Chiffon mirando detenidamente al pelinegro.

—¿Ereinbar? —Se preguntó Kazuya.

—Es el mecanismo de control que gobierna los sentidos humanos. —Explicaba Chiffon por medio de una pantalla, que mostraba la imagen de una cabeza y todos sus componentes—. Las Pandoras y Limiters comparten el Ereinbar, y sincronizan sus sentidos durante el combate. También, la sincronización es mayor cuando el compañero de la Pandora es más joven que ella. Es por eso, que los Limiters son chicos jóvenes. —Kazuya escuchaba atento la explicación—. La Pandora y el Limiter que comparten Ereinbar, son llamados: Ereinbar set. El Ereinbar Set, neutraliza el Freezing de un Nova. Esto permite a una Pandora moverse libremente alrededor de un Nova para poder atacarlo. —Chiffon miro atento al joven pelinegro antes de proferir otra palabra—. Combatir con un Nova siempre genera decesos, pero tenemos que combatirlos. Combatirlos como lo hizo tu hermana... como lo hizo, Kazuha-san.

Si, ese era el nombre de la hermana mayor de Kazuya. Oír ese nombre, trajo consigo gran tristeza al joven, quien agachó su cabeza recordándola. No era menos, la joven Kazuha se había sacrificado en la octava cruzada Nova.


Fuera de las Instalaciones de West Génetics.

En un flash, Gokú y Kami-sama aparecieron en una superficie rocosa y sin rastro de vida y ki a sus alrededores.

—Bien, Gokú, aquí te dejo. Cuídate mucho, ¿De acuerdo? —Se despedía el dios de la tierra, preparándose para volver a su mundo.

—¡Nos vemos, Kami-sama! —Levantando su dedo pulgar, Gokú se despedía de su maestro quien levanto su mano para también despedirse.

Pero, de inmediato, el guerrero sintió un Ki que lo perturbó. Sin perder el tiempo, subió a su nube voladora y despegó a gran velocidad, dirigiéndose hacia la firma de Ki.


West Génetics.

En las instalaciones de Génetics, se libraba una batalla sin precedentes. Una joven de cabellos rubios peleaba sin cuartel, desasiéndose fácilmente de otras Pandoras que la atacaban.

—Seré la más fuerte. —Musitó la joven de nombre, Satellizer L. Bridget, o como la nombran todos: La reina intocable.

Es conocida como la Reina Intocable, debido a que ella siempre aleja violentamente a los Limiters y Pandoras que se le acercan. Esto se debe a que ella es Afenfosfóbica, es decir, tiene miedo a ser tocada.

Satellizer es una mujer joven que está en sus últimos años de adolescencia. Tiene el cabello rubio largo que cae a su espalda con varias extensiones que se extienden sobre la frente. Sus ojos son azules. También lleva una diadema azul sobre su cabello para mantenerlo en su lugar. Cuando no está en batalla, ella lleva un par de gafas negras semi-montadas con las llantas que se sientan debajo de las lentes, ya que ella es miope. Su rasgo más distintivo son sus grandes pechos, igual que el de las demás Pandoras que asisten a West Génetics; esto se debe principalmente a su origen extranjero. Su uniforme también es algo distinto a como es el diseño estándar de la escuela, que consiste en un vestido rojo largo que llega hasta los tobillos con detalles en color oro. El vestido está abierto en la parte superior, dando vista a los hombros y el pecho. Las mangas llevan hombreras que llevan el emblema de Génetics. Además de llevar botas de cordones de color marrón que llegan hasta las rodillas.

Volt Weapón activada. —Musitó Satellizer con sus ojos cerrados debido a la concentración. Repentinamente, seis estacas de luz salieron de su espalda—. ¡Nova Blood! —Exclamó, extendiendo su mano para que de esta se formara una hoja afilada de mango gigante.

La Pandora rubia es una experta en el uso de esta arma, y efectivamente, pone sangre Nova para hacerla más letal en un combate contra uno.

¡Flash!

Sin previo aviso, ocho Pandoras atacan al mismo tiempo a la rubia. Pero, con un movimiento horizontal de su hoja, se desase fácilmente de tres. La rubia era tan rápida, que cuando apareció por detrás de las demás Pandoras, estas ya tenían cortes en sus espaldas y torsos.


En Otro Lugar.

—Por eso la llaman La Reina intocable: Satellizer L. Bridget. —Mencionó una mujer vestida de monja, quien observaba la batalla por medio de un monitor.

—¿Ella es de la familia Bridget? —Preguntó un hombre con vestimentas de general, recibiendo un asentimiento por parte de la susodicha.


Academia Génetics.

El joven Kazuya aterrizaba sin inconvenientes en las instalaciones de West Génetics, mientras alguien esperaba su llegada en la plataforma de aterrizaje. Ese alguien era una chica de pelo azul llamada, Ticy Phenyl, amiga de Chiffon.

Pasado unos minutos, Kazuya era guiado por la academia Génetics por Chiffon y Ticy. Sin embargo, un suceso inesperado estaba por ocurrir frente a sus ojos.

¡BOOOOOOOOOM!

Una chica de cabello rojo con coletas llamada, Ganessa Roland, cae del techo. Empero, la joven no se dio cuenta que todo su torso estaba completamente al descubierto, además de dejar a la vista sus grandes atributos, que descolocaron por completo al ruborizado Kazuya.

Posteriormente, Satellizer cae de pie frente a Ganessa, mirándola fijamente a los ojos. Sin embargo, algo paso con Kazuya cuando fijó su mirada en la rubia.

—¿Nee... san? —El chico comenzó a llorar. Por algún motivo desconocido, creyó que era su fallecida hermana mayor.

En el momento en el que iba a correr para abrazar a la Pandora Rubia, un sonido proveniente del aire lo descoloco.

—¡Yuuujuu! —Se escuchó un gritó. La voz era de un joven quien caía desde una gran altura. Gokú se había arrojado de su nube.

¡Crush!

Con gran fuerza, Gokú cayo parado al piso, dejando de paso una grieta por la fuerza de impacto. Aparte, todos los presentes miraron sorprendidos, pero un poco confundidos al desconocido joven.

—A ver, a ver, ¿De quién era ese Ki? —Gokú buscaba por todos lados moviendo su cabeza, hasta que... — ¡Te encontré! —Exclamó, viendo fijamente a la hermosa chica de cabellos rubios.

¡Flash!

Lleno de emoción, Gokú desaparece de la vista de todos los presentes, y reaparece en frente de Satellizer. Muy cerca para ella, casi invadiendo su espacio personal.

—¡Hola, soy Gokú! —Se presentaba con su típico saludo, es decir, levantando su mano con una expresión llena de alegría—. ¿Quieres pelear conmigo?

—Yo... yo... yo... —Tartamudeaba nerviosa la rubia. Nerviosismo causado, porque un joven desconocido la tenía entre sus brazos.

Satellizer no estaba acostumbrada a que los hombres se acercaran a ella, pero esto era diferente. Es más, si hubiera sido otro hombre, sin rechistar, lo habría apaleado. Pero con Gokú se sentía nerviosa, tímida, como cuando a una chica se le acerca la persona que le gusta.

—¿Qué es esa reacción? Pero ¿Por qué Satellizer-san reacciona de esa manera? —Se preguntó Ticy atónita, viendo la timidez de la rubia.

Por otro lado, había alguien que estaba realmente sorprendida, y no podía creer lo que sus ojos estaban viendo.

«¡Que velocidad tan increíble! Incluso, debe tener la misma velocidad que yo». —Pensaba Chiffon quien, por un momento, abrió sus ojos.

—¡Oye, tú... el de cabellos alborotados! —Le llamaba la atención Ganessa. Gokú solo la ignoró—. ¡Oye, te estoy hablando! ¡No me ignores! —Gritaba furiosa, hasta que, un poco fastidiado, el azabache le puso atención—. Deberías salir de aquí, o tu linda cara se arruinará. —Amenazó con altanería en su proferir.

No obstante, tras escuchar la amenaza, Satellizer rápidamente se pone en frente de Gokú tratando de protegerlo. No sabía del porqué de su reacción; se sentía confundida. —«¿Mi cuerpo se movió por su cuenta?» —Pensó, para luego voltear su rostro por un momento en dirección al joven desconocido. Sin embargo, al mirarlo, sus mejillas se tornaron de un color rojizo tras ver como el azabache la miraba fijamente sin despegar su mirada. Gokú parecía algo desconcertado.

—«¿Que estoy haciendo?». —Se decía la Pandora. Pero al percatarse del acto que había hecho, soltó su arma para cubrirse el rostro con sus manos por la pena.

—¡Bajaste la guardia, estúpida! ¡Es mi victoria! —Rápidamente, Ganessa fue en contraataque con su Volt Weapón en mano.

Viéndose en peligro, Satellizer cubrió con sus antebrazos su rostro esperando el ataque, pero antes de que impactara, sintió como algo o alguien la tomaba entre sus brazos, dando un salto y esquivando con maestría el ataque.

Al abrir sus ojos, la rubia pudo ver como Gokú miraba con frialdad a la atacante.

—Pero ¡Qué tramposa eres! —Gokú miró con molestia a Ganessa. Luego volteó hacia la rubia quien estaba en sus brazos de manera nupcial—. ¿Te encuentras bien? —Preguntó, recibiendo un asentimiento de la nerviosa y ruborizada rubia.


Cambio de Escena.

Observando desde una pantalla, la mujer vestida de monja, al igual que los hombres quienes la acompañaban, veían con sorpresa la hazaña del joven desconocido. Era increíble que un hombre, (un desconocido), pudiera tocar a una de las Pandoras más temibles de Genetics.

—¿Cómo apareció tan rápido en ese lugar? —Se preguntaba con sorpresa la monja de nombre, Margaret.

—¡Eso no puede ser posible! ¡Se supone que las Pandoras son las únicas con fuerza y velocidad sobrehumana! —Exclamó un oficial de alto rango, quien miraba atento la pantalla.

—Y eso no es todo. Incluso, está provocando en Satellizer una reacción, que ningún Limiter en Genetics ha logrado... tocarla. —Margaret no podía quitar su mirada del joven—. «¡¿Quién es ese chico?! ¿De dónde vendrá?» —Pensó, mordiéndose el dedo pulgar con impotencia al no saber las respuestas.


Con Gokú y Satellizer.

La rubia aún se encontraba segura en los brazos de Gokú. Por algún motivo, estar en esos fuertes brazos no le incomodaba para nada. Era raro.

Pero, por desgracia, Satellizer sintió como la dejaban delicadamente de pie en el suelo.

—Aquí estarás bien. —Gokú dejó a la rubia al lado de Chiffon, Ticy y Kazuya—. Esta chica te cuidará. «Esto es extraño... siento un poder muy fuerte proviniendo de ella». —Goku miró por un momento a Chiffon. Por extraño que parezca, Chiffon y Ticy solo asintieron sin decirle absolutamente nada al joven.

—¡Esper...!

¡Flash!

Con preocupación en su rostro, Satellizer trató de detener al azabache, pero había desaparecido de su vista nuevamente.

—Satellizer-san, ¿Conoces a ese muchacho? —Pidió saber Chiffon, pero fue ignorada por una preocupada rubia que miraba concentrada en dirección en donde se iba a realizar la batalla.

¡Flash!

Gokú apareció en frente de Ganessa y la miró de una manera despreocupada.

—Oye, pudiste haber lastimado a esa chica si yo no intervenía. —Despreocupado, Gokú se ponía las manos en la nuca. Este gesto, molestó un poco a la pelirroja.

—¡Pues eso era lo que intentaba, estúpido idiota! —Habló exaltada la pelirroja, viendo detenidamente al guerrero quien estaba en frente.

—Bueno, sí pelea es lo que quieres... ¡Adelante! ¡No me decepciones! —Sin más opción, Gokú se situó en posición de combate, agitando su mano para provocar a la Pandora pelirroja.

—Pero que posición tan ridícula. —Se burlo—. ¡Te voy hacer trisas, niño bonito! —Ganessa le amenazó, mientras veía la posición de combate, (ridícula para ella), del confiado joven.

—¿Qué diablos hace? —Preocupada, Satellizer miró con atención como el joven desconocido expresaba confianza en su rostro... como si todo lo tuviera calculado.

Intranquila, Satellizer se disponía en ir en ayuda, pero antes de si quiera hacer un movimiento, vio como Chiffon, con un semblante serio, se paraba frente a ella impidiéndole el paso.

—¡Quítate! ¡No vez que si no hago algo lo lastimaran! —Exclamó muy preocupada la rubia. Su preocupación fue tomada como algo sin sentido para Chiffon. Se suponía que los dos jóvenes apenas se habían conocido hace unos minutos.

—Ese chico es fuerte. Él no perderá, Satellizer-san. —Mencionó Chiffon con seguridad. Esto, de alguna manera, tranquilizó a la rubia quien decidió quedarse a observar la batalla entre la Pandora pelirroja y el joven desconocido.


Con Gokú y Ganessa.

—¡Estúpido! ¡Si eso es lo que quieres! ¡Atadura de Cadenas! —Ganessa invoco unas cadenas plateadas que levitaban a su alrededor.

—¿Qué es eso? —Kazuya miraba con dudas las cadenas.

—Es una Volt Weapón: Las armas usadas por Pandoras para luchar contra los Novas. —Explicó Chiffon con algo de preocupación es su voz, sintiendo que el joven azabache le sería difícil enfrentar a dicha arma.

—¡Maldición, tengo que ayudarlo! —Satellizer se empezaba a desesperar, sintiendo que debía proteger al muchacho, que la salvo de ser lastimada de gravedad, o peor.

—¡Cálmate, Satellizer-senpai! ¡El no perderá! —Kazuya trataba de calmar a la rubia. Su impaciencia se veía claramente, pero algo le decía que no debía entrometerse en la batalla.

—«¿Qué le pasa a Satellizer-san?» —Pensaba Chiffon mirando el extraño comportamiento que expresaba la rubia.

¡BOOOOOOOOOM!

Un pequeño estallido alertó a todos los presentes, mirando en dirección a la causante del ataque.

A una alta velocidad, Ganessa atacó a Gokú con sus cadenas, pero cada estocada que colisionaba con el piso, y dejaban leves agujeros en el concreto, fueron esquivados con maestría.

—¡Maldito... eres muy rápido para huir! —Ganessa miraba con fastidio al guerrero quien, para sorpresa de los presentes, esquivaba los ataques con elegancia—. ¡Te estas burlando de mí, Maldit...!

¡Flash!

Ganessa no pudo seguir hablando; lo que vio la dejo sin palabras. Gokú había desaparecido y reaparecido frente a ella en un abrir y cerrar de ojos, sin que nadie se percatara de su movimiento.

—¿Co-como lo hiciste? ¿Por qué eres tan rápido? —Algo asustada, Ganessa vio como el joven azabache estaba cruzado de brazos y con un semblante lleno de confianza.

—¡¿Quieres que luche con todo mi poder?! —Profirió, cambiando su expresión a una seria, con la cual, asustó levemente a la pelirroja.

En ese momento, por instinto, Ganessa retrocedió unos pasos sudando nerviosa y con algo de temor, al ver como el joven cambio de un segundo a otro su semblante, mientras un aura blanca trasparente lo rodeaba.

—Esto no puede estar pasando, ¿Verdad? Es solo un mal sueño. —Incrédula, se decía a sí misma. Ella misma se percató que sus piernas temblaban, además de empezar a traspirar una gran cantidad de sudor.


En Otro Lugar.

—¿Ese muchacho no está yendo enserio? —Estupefacta se preguntaba la monja Margaret, tras escuchar las palabras del guerrero pelos de punta.

—«Debemos reclutar a ese joven». —El manda más miraba con impresión. Sin duda, Gokú les sería de gran ayuda en contra de las criaturas que amenazan a toda la humanidad.


De Vuelta en la Pelea.

Ganessa no reaccionaba, estaba completamente perdida en sus pensamientos. No podía creer que existiera un hombre que fuera más fuerte que ella. Eso era ilógico.

—Yo no perderé. ¡YO NO PERDERÉ! ¡MODO PANDORA! —Exclamó, ahora más decidida a vencer a su oponente. No estaba dispuesta a perder.

De inmediato, un exoesqueleto color carmesí comienza a recubrir su cuerpo. Gracias a esto, sus estadísticas en general, aumentaron en gran proporción.

—¡No puede ser... esto se salió de control! —Exclamó Chiffon preocupada, por ver como la pelirroja ya estaba fuera de sus cabales. Además, el Modo Pandora estaba prohibido por los altos mandos de Génetics.

Al no estar atenta, Chiffon no se percató de como Satellizer estuvo a punto de ir ayudar a su salvador. Pero, antes de interferir, una voz la detuvo.

—¡No interfieran! ¡Yo me haré cargo! —Gokú estaba emocionado. Y esto era corroborado mientras golpeaba su pecho y expresaba un rostro lleno de confianza y seguridad.

—¡No digas estupideces! ¡No soportaras mucho contra ella en ese modo! —Le regaño la rubia preocupada, pero molesta a la vez—. ¡Te ayudare... te guste o no! —Esta vez gritó, haciendo retroceder unos pasos al "valiente" Gokú.

—Por favor, déjame pelear, ¿Sí? —Esta vez, el azabache puso una cara tan tierna que, las Pandoras presentes, sin excepción, no evitaron sentirse atraídas por ver el rostro de niño pequeño reflejado en el joven. Incluso, la monja quien estaba observando todo, sintió una gran empatía por el muchacho.

—«Que tierno». —Pensaron todas al unísono, sintiendo que tenían a un inocente niño pequeño frente a ellas.

—Es-es-está bien... solo por ahora dejare que pelees con ella. —Un poco tímida, Satellizer trataba de ser sería en el momento, pero su estremecimiento era algo que no podía ocultar.

—¡Genial! ¡Gracias! —Alegre agradeció Gokú, quien volvió a situarse en posición de combate.

Ganessa, sin embargo, al percatarse de que Gokú había bajado la guardia, lo envolvió con sus cadenas, apretando el cuerpo del joven quien grito de una manera salvaje, causando el temor en la mayoría de los presentes, sobretodo en Satellizer.

—Vez, ¡Eso te pasa por distraerte, imbécil! —Exclamó confiada y de forma altanera la pelirroja—. ¡Jajajaja...! Ahora rinde...

Sin embargo, sería interrumpida.

—¡Jejeje!

Una carcajada. No, fue más bien una pequeña risilla proveniente del pelos de punta.

—Que decepción, creíste que me ganarías con esto... —Goku comenzó a elevar su Ki, pero solo un poco—. ¡HAAAAAAAAAA! —Aplicando de su gran fuerza, las cadenas comenzaron a cortarse una por una.

—¡Qué fuerza tan monstruosa! —Expresó Chiffon impactada. No solo ella lo estaba, todos los presentes estaban con la boca abierta, sobretodo Satellizer. Una fuerza física, que solo una Pandora de Élite puede tener.

¡HAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!

Con un gritó potente, Gokú termino de cortar las cadenas que lo aprisionaban y le impedían cualquier tipo de movimiento.

—¡Uff! Eso fue un buen calentamiento. ¿Sabes una cosa? Eres muy fuerte, pero con eso jamás me ganaras. —Expresó, mientras estiraba los brazos que estaban un poco entumecidos.

Acto seguido y con lentitud, volteo su mirada hacía una temblorosa y estupefacta Ganessa.

Por consecuente, camino lentamente hacia ella quien, aterrada, volvía a su forma base sin la armadura que recubría su cuerpo, y quedando por completo descubierto.

—Me-me-me rin... —Trataba de proferir palabras la Pandora, pero el miedo se lo impedía.

La pelirroja estaba tan aterrada, que no se daba cuenta de que su cuerpo estaba desnudo. Para ser más exacto, solo la parte superior.

Gokú se detuvo frente a Ganessa y comenzó sacarse la parte superior naranja de su dogí, confundiendo a la mayoría que habían observado la batalla desde el principio.

—¡Qué indecente! —Exclamó molesta Satellizer, girando su cabeza para mirar hacía otra parte.

—¡Vaya! Esto se pone cada vez más interesante. —Comentó Chiffon demasiado atenta a la escena que se llevaba a cabo. Parecía muy interesada en este tipo de cosas.

—¡Presidenta! ¡Debe mantener la compostura! —Exclamó sonrojada Ticy. De alguna manera, la peliazul no podía apartar su mirada del apuesto joven azabache.

Al ver como Gokú se agachaba sin cambiar su semblante de seriedad, Ganessa cerro sus ojos y esperó lo peor. Incluso, pensó que le harían cosas indecentes.

—Oye, tú... Toma. —El joven desconocido le entregaba la parte superior naranja de su dogí—. Cúbrete. Bulma me dijo que las mujeres nunca deben mostrar su cuerpo desnudo a los hombres. No sé porque lo habrá dicho, pero si lo dijo ella, está bien... creo. —Esta expresión infantil sorprendió a Ganessa, y no solo a ella.

—Lo sabía. —Menciono Kazuya, sin embargo, todos lo miraron con sus ojos entrecerrados... escena bastante cómica—. Bueno, solo tenia una leve sospecha.

—¡Vaya! Resultó ser todo un caballero. —Sorprendida, Ticy veía todo lo sucedido.

—Gra-gracias... y, lo siento mucho. —Empezaba a sollozar la pelirroja mientras tomaba la prenda y cubría su desnudo cuerpo.

—¡Ay! Creo que la hice llorar. —Preocupado, el joven guerrero se tomaba la cabeza al no saber que hacer en estos momentos—. Por favor, no llores... esto me hace sentir muy mal.

—Creo que por fin encontraste a un Limiter, ¿Eh? Satellizer-san. —Se mofaba Chiffon, cubriéndose la boca de una leve risilla. Sin embargo, su semblante cambio—. «Aunque, dudo que sea uno».

—¿Eh? ¡No-no digas tonterías! —La rubia le reprendía, sin embargo, dio una linda sonrisa mientras volteaba su mirada para que no la vieran.

Gokú solo observaba desconcertado a todos los estudiantes de West Genetics, sin entender lo que pasaba. Para el, estos chicos eran muy raros.

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Bueno, me largo... debo remasterizar las otras partes. Me tardare, pues no hay mucho tiempo.

En fin, ahora me despido. Y que tengan un buen día, tarde o noche.

Y no olviden comentar.

¡Chao!