Hola todos, soy nueva en esto, es mi primer fan fic y la verdad lo hice por impulso, espero que los que lo lean me dejen sus comentarios y opiniones acerca de lo que piensan de él, de antemano pido disculpas si tiene errores, es la primera vez que hago esto.
Es una idea que me dio un one shot de Madrigal-in-training, y los personajes no me pertenecen. Aun no sé cómo voy a seguir la historia, así que los que quieran pueden darme ideas, estaría mas que agradecida
El señor Fiztwilliam Darcy de Pemberley estaba casado con la ex señorita Elizabeth Bennet desde hacía dos años y era privilegiado ya que tuvo la oportunidad que muy pocos en la sociedad tenían: casarse por amor, y a pesar de que el inicio de la relación no fue muy bueno y se generaron un montón de mal entendidos todo término de una manera alegre para todos.
En el momento de su boda no pensó que pudiera ser más feliz de lo que ya era, pero estaba equivocado, si era posible ser aún más feliz.
Elizabeth le dio la mejor noticia que le pudieran dar. El señor Darcy no cabía de la felicidad. Pronto seria padre ¡No sabía que había hecho para merecer tanta suerte en la vida!
Pero tanta felicidad implicaba más preocupación y responsabilidad para él. Y aunque Elizabeth se le burlaba todo el tiempo llamándolo paranoico, exagerado y sobreprotector; no podía evitar intentar cuidar y consentir todo el tiempo a Elizabeth y más en su estado actual.
por esto que cuando su abogado lo llamo para que atendiera unos negocios urgentes en Londres se sintió tan irritado y casi decide no ir, pero su esposa lo persuadió diciéndole que no era necesario que dejara sus responsabilidades, ella estaba embarazada no enferma.
Por eso planeo por completo su viaje y prácticamente cronometro su tiempo. Su intención era ir lo más pronto a Londres para poder regresar más pronto a Pemberley con Elizabeth. Siempre le había producido aburrimiento viajar a la ciudad, las personas allí eran insípidas y superficiales y su carácter tímido y taciturno no hacían la estancia más llevadera además ahora que estaba casado a este sentimiento se le sumaba lo mucho que llegaba a extrañar a su esposa.
Y es aquí donde inicia esta historia. Con el señor Darcy dirigiéndose hacia Londres.
Era una tarde de lluviosa, el cielo era una combinación de tonos grises con azules oscuros y al parecer el clima en vez de mejorar solo empeoraba; el trayecto se iba a hacer difícil y peligroso, por lo tanto, decidió que pararían en la posada próxima que no debería estar más que a unas dos o tres millas.
Mientras pensaba en esto, escucho muchos gritos cercanos y se asomó por la ventanilla lateral del carruaje para ver que ocurría, pero lo único que logro fue mirar con asombro y miedo como otro carruaje iba rápidamente a estrellarse contra el suyo.
No tuvo tiempo de actuar. Todo ocurrió en segundos. Sintió el impacto tan pronto como vio el carruaje. Su carro dio varias vueltas; todo se nublo en el momento en que su cabeza golpeo contra algo, y solo pudo dar un grito ahogado al sentir que le aplastaban el cuerpo.
Tenía medio cuerpo atrapado por el carruaje y sentía sangre corriendo por su cara. No había nadie para ayudarlo. No podía dejar de pensar en Elizabeth y en su bebe, en como la perjudicaría todo esto, y fue ahí cuando empezó a sentir que se desmayaba que deseo poder ver una vez más a su esposa.
Lo primero que paso al abrir los ojos fue quedar enceguecido por la luz que se filtraba por la ventana. Cuando por fin sus ojos de adaptaron a la luz se sintió un poco adolorido, pero no mucho y fue consiente de la extraña, pero familiar habitación en la que se encontraba. Con cuidado se sentó en la cama y decidió mirar sus piernas y probar si podía moverlas y caminar. Al levantar las cobijas y las sabanas miro que estaban en perfecto estado, como si nada les hubiera pasado. Se levantó para observarse en el espejo que había en la habitación y aunque su rostro reflejaba cansancio no había ninguna evidencia del accidente en su cuerpo.
En esos momentos cuando no sabía que pensar y se sentía tan desubicado y confundido escucho que su ayuda de cámara el señor Fletcher entraba y lo saludaba:
- Buenos días señor Darcy
Fue ahí cuando su ayuda de cámara se disponía a afeitarlo y a prepararlo para su día, que se detuvo a ver la habitación y se dio cuenta donde estaba.
¡Estaba en Netherfield!
No sabía cómo pero ahí estaba. Nada tenía sentido, ¿porque estaba allí?, el año pasado Bingley se había mudado a Derbyshire y este lugar estaba lejos de donde había ocurrido el accidente, ¿porque su cuerpo no mostraba ninguna prueba de lo que paso?, y ¿Dónde estaba Elizabeth?
¡Por Dios Elizabeth! Pensó
Entonces le pregunto a Fletcher
- Fletcher podrías decirme ¿dónde está Elizabeth?
El señor Fletcher se quedó viéndolo y su rostro reflejo completa confusión
- Disculpe Señor, pero no sé quién es la mujer por la que me pregunta, ni su paradero
Darcy se sintió irritado inmediatamente
- Fletcher te estoy preguntando por mi esposa, la Señora Darcy.
- ¿Señor está usted bien? ¿quiere que mande por un médico?
- ¿De que estas hablando Fletcher? Estoy perfectamente bien y aun no contestas mi pregunta
- Señor Darcy está usted seguro que no quiere que llame a un medico
- Fletcher estoy bien, porque sigues insistiendo con lo del médico?
- pues Señor es que usted no está casado.
Eso último fue como un balde de agua fría, si antes se sentía confundido ahora no entendía nada. ¿Era posible que el accidente solo fuera una pesadilla? Y si lo era, aun no entendía como era eso de que no estaba casado, y ¿porque estaba en Netherfield? En medio de su perplejidad decidió hacer unas preguntas más.
- Fletcher me podrías decir ¿qué fecha es? y ¿qué hago aquí en Netherfield?
Fletcher lo miro con gran preocupación, pero le contesto:
- Señor Darcy es el 29 de septiembre de 1809. Y está aquí con su amigo el Señor Bingley. Señor sé que me dijo que está bien, pero lo noto muy desorientado creo que sería mejor llamar a un médico para que lo revise
¿29 de septiembre de 1809? ¡Esto debe de ser una broma! ¡No puede ser real! Ese fue el día en que conocí a Elizabeth. ¿Es acaso posible que haya retrocedido en el tiempo? Esa sería la única explicación al porque no estoy herido, o porque estoy en Netherfield y porque Fletcher dice que no estoy casado.
Si esto era real era mejor empezar a recuperar la compostura e intentar actuar normal o sino iban a creer que estaba loco (si es que no lo estaba) además necesitaba entender cómo es que todo esto paso.
Si lo pensaba bien no era tan malo, ese día fue cuando conoció a Elizabeth, cuando la ofendió e hizo que ella empezara a tener mal concepto de él, talvez esta era una oportunidad para hacer todo diferente, podía evitar y cambiar muchas cosas, podía hacer que Bingley no dejara a Jane Bennet, podía evitar que Lydia terminara huyendo con Wickham y sobre todo podía hacer que Elizabeth se enamorara otra vez de él sin todos los mal entendidos, el orgullo y el prejuicio que habían estado tan latentes al inicio de su relación.
Pero antes, tenía que tranquilizar a Fletcher, así que le dijo:
- Fletcher lo siento. No te preocupes. En serio estoy bien. Creo que estaba un poco dormido aun pero ya estoy totalmente despierto.
El señor Fletcher lo miro por unos instantes como para estar seguro. Lo termino de afeitar y en silencio lo ayudo a vestir.
Luego de estar completamente listo Darcy bajo al comedor para tomar su desayuno. Cuando llego a la gran sala solo estaba Bingley en ella. De inmediato lo saludo con su habitual animo alegre
- Buenos días Darcy, espero que hayas podido descansar bien después del viaje
- Buenos días Charles, si descanse bien. ¿Ha pasado algo nuevo?
- No, los demás están durmiendo. ¿Estás preparado para la asamblea? Espero que no actúes como un amargado y antes de que digas que no piensas ir, te invite aquí para que te diviertas, por favor hazlo. Además, mira este lugar, es hermoso y por lo que he escuchado las mujeres de la vecindad son hermosas.
Este era el momento de empezar a ejecutar su plan
- No te preocupes Charles estoy preparado para esta noche y voy a ir contigo, hoy no tengo la intención de actuar como un estúpido y puedes estar seguro que le voy a sacar el mayor provecho de mi estadia aqui. Y con respecto al lugar y a las mujeres sin duda tienes mucha razón.
- ¿Vaya!, Darcy me alegra mucho verte de buen humor y con tan buena disposición.