¡ANTES! de que empiecen a echar tierra y pestes, las advertencias: Este fic fue realizado por RutLance -CrystalFairy, Hetalia y otros detalles no son míos ni me interesan, solamente publico con la aprobación y consentimiento de la autora. No gano nada excepto pasar un rato más en la pc haciendo esto (en lugar de escribir xD) ¿Dudas? Las haré llegar a la autora. El crédito de esta historia no es en absoluto mío.
Disfruten el nuevo fanfic.
La mansión del bosque.
Capítulo 1: Camino.
- ¿Vas a salir esta noche?-
- Sssí.- Respondió, y sus ojos brillaron reflejando la luz proveniente de la chimenea.- Pero, tú vendrásss conmigo.-
Soltó un hondo suspiro, ya no podía hacer otra cosa mas que tomar un sombrero y el abrigo...
- Vamos entonces.-
Aún cuando ya no eran necesarios para esa hora de la noche...
.~o0o~.
Era el mismo sendero que recorría dos veces al día, de su casa al pueblo y viceversa, por lo que lo conocía de memoria. No desviaba la mirada nunca, ignorando la mayor parte del tiempo lo que había a su alrededor, ya que sólo veía al frente. Y fue por eso que jamás había notado el camino que se hallaba oculto tras un par de árboles...
El problema era que también era uno que no era muy frecuentado por otras personas, por lo que le sorprendió sentir que alguien la asió de los brazos y le cubría la boca con una mano...
- ¡Mmmh!-
- Guarda silencio.- Le ordenó su captor.
Le empezaron a arder los ojos, y la voz la hizo estremecerse de miedo. No era muy fuerte como para quitarse al tipo de encima, pero el temor la obligó a buscar una manera de soltarse y huir...
- ¡Arght!- El sujeto la soltó al sentir que le mordía la mano.
Sin saber por donde se dirigía, la joven corrió con toda la fuerza que sus piernas le ofrecían, pese a estar cansada. Se abrió paso a la fuerza entre arbustos y ramas de árboles que le provocaron leves rasguños, sin importancia casi, mas podía aún escuchar la voz y las pisadas que le indicaban que cada vez el hombre se aproximaba a ella. Necesitaba ayuda, pero no había ni un alma que la auxiliara...
- ¡AH!-
Cayó de bruces al suelo tras tropezarse con una roca, y torpemente intentó levantarse sintiendo el pecho muy oprimido, dificultándosele la respiración...
- ¿Creíste que te escaparías?-
Sudó frío al escuchar la voz a tiro de piedra, y quedó inmovilizada por el miedo. No sabía qué hacer para escapar, ya no le quedaban fuerzas algunas siquiera para ponerse de pie...
- N-No.-
Un agudo chillido hizo que le corazón se le detuviera por unos instantes, al igual que el ruido de las ramas y hojas siendo azotadas contra algo. La muchacha alzó la cabeza tratando de encontrar el origen de esos sonidos, mas fue inútil cuando la luna se ocultó detrás de unas espesas nubes, oscureciéndolo todo...
- ¡ARGHT!-
Un grito que no era de ella, estaba segura, e intentó retroceder un par de pasos para ponerse a salvo y esconderse entre la maleza. Fue entonces cuando la luna decidió volver a iluminar los cielos, y lo que vio la dejó muda de la impresión...
- ¡ARGHT!-
El tipo que la perseguía se hallaba de rodillas a un par de metros, con las manos en el cuello, intentando zafarse de algo que lo estrangulaba sin conseguirlo, ya que el rostro se transformaba de un color rojizo a uno más violáceo por la falta de aire, cayendo con pesadez al suelo. Temblorosa, se alzó del suelo y se puso a observar alrededor, tratando de hallar aquello que, posiblemente, había sofocado al sujeto...
- ¿Qui-quién...?-
Un siseo le provocó que un escalofrío le recorriera por todo el cuerpo, y sintiéndose rodeada, giró con rapidez la cabeza, descubriendo dos orbes brillantes que se fijaban en su dirección, como si la analizara de pies a cabeza. Se movieron lentamente de arriba a abajo y desaparecieron en un instante...
- Vete de aquí, y no vuelvasss jamásss.-
Ni siquiera le contestó, de inmediato se dio media vuelta y siguió el camino por el cuál había llegado a ese lugar. No se detuvo y mucho menos miró hacia atrás. Sentía el corazón golpeándole con fuerza en la garganta, y la boca completamente seca. No estaba segura si lo que había ocurrido era real, pero por su mente nunca pasó la idea de detenerse e investigar...
Sólo quería llegar a un lugar en donde estuviera segura, como su casa, en donde vivía con su madre y su hermanito menor. Sí, su casa era el lugar más seguro en el mundo...
.~o0o~.
Todavía estaban despiertos cuando la puerta azotó detrás de la joven de cabellos color chocolate, quién se deslizó hasta el suelo, cubriéndose el rostro con las manos...
- ¿Josefina?- Su madre, una mujer de unos cuarenta años, se acercó a la muchacha, preocupada al verla temblando y respirando copiosamente.- Hija, ¿te encuentras bien?-
No le respondió, tampoco la miró a la cara. Asintió con lentitud, frotándose los ojos, deseando calmarse.
- Chentito, trae un vaso con agua para tu hermana.- Ordenó la mujer.
El agua, además de sofocar la sed, la tranquilizó lo suficiente como para ponerse de pie, dar una breve explicación, y retirarse a la cama, alegando que estaba muy agotada. Su madre y su hermano no dijeron nada al respecto, también encaminándose cada quién a su habitación...
A pesar de estar agotada, conciliar el sueño se le hizo muy difícil, principalmente por aquellos orbes centelleantes bajo la luz de la luna...
Continuará...
Gracias por leer.
