«Fairy Tail es propiedad de Hiro Mashima»
«Este conjunto de drabbles participa de la Stingue Week»
— Smile —
[…]
— Eh, girasol deforme…
Sting volvió la cabeza ante el apodo inconcebible que el mago de los rayos le había puesto hace ya cosa de días. Sting hizo lo posible por pasarlo por alto pero, una cosa era aguantarle las tonterías por un rato. Otra muy diferente era que ya haya pasado una semana y Orga seguía mofándose de él como el primer día.
— ¿Y ahora qué quieres? Estúpido Orga.
El God Slayer adoptó una expresión confundida.
— ¿Eh? Nada realmente. La expresión que tienes cuando te llaman así es sublime, sólo estaba haciendo lo de siempre. — Se llevó su cerveza a la boca zanjando la conversación como quién habla del clima.
— Orga, ya déjalo. — Rogue apartaba la vista de Frosch un momento, para clavarle la mirada rubí al mago de rayos. — ¿No te parece un chiste viejo ya? Ha perdido la gracia.
— Eso lo dices por defenderlo— La todopoderosa Minerva apartaba la vista de la copa transparente que sostenía en su mano, hablando como quien no quiere decir nada realmente. — Pero eso no me molesta, anda sigan, sigan— hizo un gesto despectivo con la mano y luego le clavó la mirada a la copa casi vacía de champagne.
— Orga-sama…— Ahora Yukino saltaba a defender al mago— La verdad es que eso ya no es gracioso…
El mencionado bufó. Venga, que todos amaban maltratar a Sting ¿Por qué él no podía pasarse?
— Porque no— el mago de sombras pareció leerle la mente con una precisión espeluznante. — Y déjalo de una buena vez.
— Ya que…— Nanagear se levantó sacudiéndose el polvo de los pantalones— Iré a molestar a Rufus, debe estar encerrado en la biblioteca.
— Claro que sí…— Sting se levantó en venganza— Irás a encerrarte con Rufus en la biblioteca para poder tirártelo con tranquilidad.
— Pues…sí— el rostro apacible y hasta divertido de Orga no cambió ni un poco— A diferencia de ti, que nunca sabrás de eso… Girasol Mutante.
— Orga…— Rogue afiló la mirada mientras su tono de voz se hacía hostil.
— Vale…— Orga levantó las manos en señal de rendición— te pones muy amargado cuando molesto a tu Sting— recalcó el «tu» a propósito.
— Pero claro— Rogue enmarcó una sonrisa oscilando entre lo siniestro y lo perverso— Sting es mío, no tuyo para atormentarlo.
Silencio en toda la sala y Orga se retiró aceptando la inminente derrota.
Sting se sentó en el sofá a la derecha del mago de sombras, decidiendo si estar asustado o agradecido. Rogue le clavó los ojos rojos con paciencia, poniendo la misma sonrisa que mandó a Orga a hacer cuentas.
— ¿Qué?
— N-nada, claro— Sting se llevó una mano a la cabeza. — Es que lo que dijiste…
— Ah eso— Rogue sacó un libro de la nada, más tranquilo que nunca— Pues es verdad, ¿no?
Sting no dijo nada, Yukino se había desmayado hace como dos minutos.
— Oh espera— Minerva pareció volver a la realidad— Maldita sea, ¿lo acabas de aceptar?
[…]
Notas de Autor.
Para Kira y Nymus, que adoran esta pareja.
Oficialmente me uno a la fiesta que dieron a llamar Stingue Week.
Próximamente: Adicction.
