¿Por qué tenía que aceptar lo que estaba viendo? Se sentía frustrado, aunque estar de brazos cruzados no ayudaba en nada a mitigar su molestia.

-¿Es broma Barry?-dijo Caitlin sabiendo la red de pensamientos del forense.

-No. Lo siento-dijo suavemente y resignado.

-Ven. Bailemos-la pelirroja lo tomó de la mano y lo guió a la pista. Una vez ahí ella llevó sus manos al cuello del castaño y él a su cintura. Ambos estaban de gala, ella con un vestido negro ceñido y él con un traje de igual color.

- Me gusta-murmuró al momento que ella depositada un beso en su mejilla.

-Todos lo sabemos-murmuró sintiendo que le podría dar una patada en la entrepierna al arquero o más fácilmente un golpe de frío en su atractivo rostro, todo con tal de que Barry no mirara así a la pareja principal en esa fiesta.

-Él está con Felicity.

-No lo sabemos, pero ella está de cumpleaños. No lo olvides.

¿Cómo olvidarlo? Fue Oliver quien lo invitó a esa fiesta. Tal vez aún podría tener algún tipo de…

Nada. Sólo pudo sentir como la Dra. Snow se separaba al mismo tiempo que él miraba todo.

-Lo siento-dijo Caitlin apretando su mano. Oliver le daba un beso casto a la rubia en ese instante. Aunque parecía ser más que eso, sólo fue un roce de labios.

Nunca había deseado con tantas ganas que algún villano atacará, todo con tal de salir de ahí y dejar de torturarse con esa escena.

-Tal vez él no es el indicado para ti-trató de animarle la pelirroja cuando la pareja se separó y recobró la atención de su amigo

-Quiero que lo sea-susurró viendo como la alerta de meta humano sonaba en su teléfono, por lo que se marchó lo más rápido que pudo y sin importar si alguien notaba que era Flash.

Se sentía molesta y en cuanto estuvo medianamente calmada se acercó a Oliver y lo sujetó por el brazo. Aunque al inicio el arquero le dedicó una mirada amistosa, esta cambió rápidamente.

-Si no fuera por Barry ya estarías congelado- dijo presionando el brazo del arquero e imprimiendo una ligera capa de hielo en su traje.

No le tenía miedo al arquero. Aunque su fama de mercenario lo precedía, ella había perfeccionado sus poderes y no tenía miedo en usarlos para defender a Barry.

-No creas que no sé que te gusta. Todos lo sabemos y el que intentes disimularlo no funcionará.

-¿Qué te hace creer que es así?-dijo soltándose del agarre y notando el fuerte dolor en su brazo. Tal vez se lo había quemado con el frío.

-No te hagas el desentendido. Te gusta tanto como a él le gustas y todos lo sabemos. Sólo parece ser que tú no estás al tanto.

-Yo le gusto-dijo incrédulo.

-¿No te habías dado cuenta?-bufo molesta la pelirroja y se alejó unos pasos.

-Al menos logre que me viera-dijo antes de que Caitlin no lo pudiera escuchar.

-Sabes-dijo resignada- le gustas hace más de un año y aún así él no se decide a decirte ni tu a darte cuenta para corresponderle-Felicity los miraba y movía la cabeza de forma afirmativa ante cada palabra de Caitlin.

-Pero él se me podría acercar-dijo con determinación. Lo cual cayó mal a ambas mujeres. Ya que después de la escena que había montado ¿cómo se le acercaría?

-No lo mereces-dijo Caitlin golpeando su hombro con el de Oliver cuando se dispuso a seguir su camino y el arquero se sintió culpable y ligeramente ofendido.

-Créeme que ese no…-sonó el teléfono de la pelirroja y Cisco se les acercó.

-Barry está herido-dijo saliendo de ahí y caminando afuera donde tenían un vehículo para ir por el velocista. Sólo la pelirroja y el latino se fueron de la fiesta. Wells les había informado de la situación.

Tal vez tenía razón y no merecía a Barry.

-No lo mereces, Oliver-dijo Felicity confirmando sus pensamientos y por primera vez reconoció que tenía razón.