El ánimo en la cantina era estridente, la gente se empujaba unos con otros para tratar de pedir algo en la barra y los pocos meseros del lugar malabareaban con las bebidas en un intento de que estas no se cayeran sobre el suelo o algún cliente y así evitar una riña innecesaria por algún borracho.

De repente el sonido de una botella estrellándose y quebrándose contra el suelo callo a todo el tumulto de personas los cuales vieron con dirección de donde se produjo el sonido. Un hombre de cabello y barba largos color castaño había sido el que provoco aquel sonido, todos lo conocían pues era el dueño de dicho bar, el cual a pesar de su gran e intimidante tamaño todos apreciaban pues era una persona amable con todos, solo que tenía una tradición que todos, sin excepción, respetaban y que de hecho se unían para aquel acontecimiento. El hombre, de nombre Hagrid, contaba una historia, una leyenda que a todo el mundo parecía gustarle y que bien contada, como lo hacía el hombre con lujo de detalles, duraba toda la noche.

- Bueno amigos – La voz del hombre era lo único que se escuchaba además de los tragos y leves golpeteos de los tarros con cerveza de mantequilla, todos querían escuchar – Gracias por venir a escuchar esta historia –

El gran hombre camino esquivando a los campesinos y caballeros del reino que ebrios esperaban ansiosos aquella romántica y triste historia que, si bien todos ya conocían, no dejaba de gustarles, porque las personas protagónicas de aquella historia se trataban de gente que conocían, que algunas ves se encontraron en ese mismo sitio tomando cerveza de mantequilla con ellos.

Una vez sentado en una silla en medio del lugar, el gran hombre carraspeo un poco para preparar su garganta y comenzar con su historia, pero la puerta del establecimiento se abrió y un grupo de niños se unió al tumulto de gente.

- ¿No hemos llegado tarde? – Grito uno de los niños haciendo reír a un grupo de ebrios hombres

- No, apenas va a comenzar – Contestaron a lo que los niños se juntaron sentándose en el suelo frente a Hagrid

El gran hombre sonrío y le indico a la señora del bar que les sirviera un poco de ponche y dulces a los niños para que pudieran pasar más ameno el rato en la taberna.

- Bueno, ahora podemos comenzar –

El calor del verano cubría todas las tierras del reino, Hogwarts, un reino apacible donde todos convivían con armonía, con ciertos roces, pero nada que pudiera alterar el equilibrio que habían logrado. El rey actual, Albus Dumbledore, era un hombre que seguía la tradición de los fundadores del reino de que en lugar de regir al reino por clases sociales lo harían dividiéndolos por sus actitudes y aptitudes en "casas" donde además de ayudar en el reino podrían mejorar todo aquello en lo que eran buenos.

En aquel reino, como en los demás, su gente podía hacer uso de la magia, las casas lo que hacían era encaminarla hacia un objetivo específico, Slytherin se especializaba en magia de estrategia tanto defensiva como ofensiva y planes para evitar ataques de otros lugares, Gryffindor se encargaba de formar a los mejores caballeros y duelistas del reino pues muchos decían que su valentía superaba a la de muchos otros, Hufflepuff se encargaba de los cultivos del reino, de todo tipo tanto comestibles como aquellos con propiedades medicinales, mortales o de protección, además de que ellos albergaban a uno de los grupos considerados como los mejores médicos del continente, además eran los mejores mediadores pues demostraban gran amabilidad y buen trato a la gente, por ultimo pero no menos importante,, la casa de Ravenclaw se encargaba de todos los animales y criaturas mágicas domesticas del reino, se encargaban no solo de cuidar a todas las criaturas, también se especializaban en entrenar, por ejemplo, a los hipogrifos para los guerreros junto con los caballos, además ellos demostraban gran inteligencia por lo que muchas veces los planes y estrategias de Gryffindor y Slytherin pasaban sus planes y proyectos a los de Ravenclaw. Las cuestiones de mantenimiento, de limpieza y parecidos eran elaborados por elfos domésticos los cuales cumplían con ciertas normas, pero igualmente poseían ciertos privilegios.

El reino vivía una época dorada, sus alianzas con otros reinos como Beauxbatons y Durmstrang eran fuertes y no había otros reinos que amenazaran a la alianza, pero como todo en esta vida ese ciclo de paz llego a su fin cuando un nuevo reino se formó.

Había gente que no consideraba que todos fueran iguales, creían firmemente en las clases sociales y que solo algunos seleccionados eran los que debían gozar de los privilegios y una buena vida.

Así fue como de manera secreta todas aquellas personas que pensaban de esa forma comenzaron a reunirse en un lugar alejado de todos los reinos, un lugar cercano a un oscuro bosque que marcaba el límite del reino de Hogwarts.

Después de un tiempo entre aquel grupo de personas se alzó un líder, un hombre metódico que era uno de los mejores de la casa de Slytherin de Hogwarts, su nombre era Tom Riddle, quien a base de un buen discurso logro persuadir a los demás de fundar un nuevo reino, un reino con sus expectativas y que, en un futuro cercano podría expandirse hasta ser un solo reino.

Fue así como poco a poco una nueva amenaza se fue formando, las personas que compartían aquellas ideas dejaron sus respectivos reinos y se unieron al de su nuevo líder, el cual abandonando toda antigua identidad se renombro y era llamado Lord Voldemort, y todos aquellos que seguían sus ideales fueron conocidos como mortífagos.

Pasaron años hasta que se levantó por completo aquel reino, el cual simplemente era llamado por los demás como el reino oscuro. En el solo habitaban gente de clase alta y todas las labores eran hechas por elfos que habían sido traídos a la fuerza al lugar. Pero algo a destacar de aquel reino eran sus caballeros y duelistas, pues eran magníficos en ese ámbito, tenían una habilidad pulcra en sus ataques y eso era algo peligroso para los demás reinos.

Fue así como cada reino decidió formar un equipo especial para mantener vigilados y a raya a los mortífagos, en Hogwarts eran conocidos como La Orden del Fénix.

Voldemort no se preocupaba por ninguno de esos grupos realmente, él siempre iba dos pasos adelante en sus planes y poseía diversas opciones en ellos por si algo no resultaba como esperaba, pero eso cambio cuando una vieja vidente de su reino, en su lecho de muerte, le aviso que, en un par de meses en una fecha en específico, nacería aquel que terminaría con su reinado, un joven perteneciente a un trio de magos excepcionales que serían conocidos como el trio dorado darían fin a su reino y sus seguidores.

Aquello parecía insólito para el hombre, una simple broma de una persona que deliraba en su lecho de muerte, pero tras aquello frente a él se presentó un sueño donde veía su propia muerte a manos de un muchacho de ojos verdes siendo cuidado por otras dos personas tras él. Jamás permitiría algo así.

Por lo que, de manera secreta y solo con sus mejores y más allegados súbditos realizo un plan donde eliminarían a todos aquellos nacidos en la fecha indicada, era un trabajo difícil pues tenía que ser realizado en los cuatro reinos y de manera pulcra para que no hubiera pruebas de que el atentado lo hubieran realizado ellos.

Así fue como decidieron organizarse en parejas e irían a los reinos tres parejas para realizar o más rápido que pudieran el trabajo encomendado, Voldemort pensaba en hacerse cargo el mismo de los que nacieran en su reino, pero uno de sus mensajeros llego el día en que nacería el niño de la profecía, le aviso que se había filtrado la información hasta Hogwarts, aquello era algo inesperado por lo que decidió que una de las parejas encomendada a aquel reino regresara e hiciera su trabajo en su reino, el iría junto con su mano derecha a hacer el trabajo de manera mucho más rápida y fue así que partieron.

El gran hombre le pidió a la mujer del bar que le sirviera un tarro de cerveza, la mujer lo sirvió y se la llevo, el hombre se tomó todo el contenido del tarro de un trago y se lo devolvió.

- Gracias Molly – Agradeció el hombre a lo que la mujer solo le sonrió y regreso detrás de la barra.

- Vamos – Dijo un niño emocionado – Ya quiero llegar a la mejor parte –

- Tranquilo pequeño, ya llegaremos a eso – Sonrío el hombre y se dispuso a continuar

Aquel día el cielo había sido densamente nublado, lechuzas viajaban de un reino a otro durante la noche preguntándose entre ellos a que se debían aquellos asesinatos a infantes y de inmediato Hogwarts les mando la poca información que habían conseguido, alguien quería asesinar a los niños nacidos ese día por una supuesta profecía, era todo lo que sabían, pero averiguarían quien había planeado aquello.

Lo que no esperaban era que aquel Lord iba en busca de un niño en especial pues era hijo de parte de dos miembros de la orden por lo que usando toda su experiencia entro con sigilo a la casa, su plan era solo eliminar al recién nacido, pero este se encontraba junto con sus padres así que necesitaba eliminarlos con sigilo.

Pero de un momento a otro el asunto se descontrolo, los padres advirtieron de la presencia del Lord y dispuestos a defenderse empuñaron sus varitas, un pequeño duelo se llevó a cabo entre James Potter y Voldemort mientras Lily Evans protegía a su pequeño hijo. Corrió entre los pasillos del castillo hasta dar con una habitación bastante alejada.

Su mirada se centró en su pequeño hijo, sabían que Voldemort era alguien de temer y que era muy sucio en los duelos con tal de ganar. Le dio un beso en la frente a su hijo y acaricio su rostro mientras una lagrima caía por uno de sus ojos.

- Mi pequeño Harry… - Susurro la madre hasta que escucho unos pasos cerca de ellos y de un momento a otro la puerta fue carbonizada por un hechizo.

Lily intento contratacar, pero su hechizo fue desviado y al momento en el que el Lord lanzo un hechizo al pequeño que traía en brazos cubrió a este con todo su cuerpo, cayendo este al suelo sin vida, pero protegiendo aun al bebe.

El Lord sonrió, estaba seguro de que ese niño era el de la supuesta profecía y ahora lo tenía indefenso frente a él, totalmente a su merced. Levanto su varita mientras él bebe lloraba y lanzo su maleficio contra él, pero algo causo un rebote en el maleficio dirigiéndolo hacia el Lord el cual lo recibió directamente.

El hombre vio fijamente al pequeño ser el cual ahora portaba una cicatriz en su frente, no dejaría que ese pequeño e inferior ser destruyera su reino. Tosió sangre, el maleficio debió haberlo matado al instante, pero él era más fuerte, aunque si había sido herido gravemente.

Pasos se escucharon a lo lejos y a falta de tiempo actuó rápido por lo que con un conjuro salió del lugar para no ser visto. Otros caballeros llegaron al lugar y al escuchar el llanto del niño se dirigieron a donde se encontraba, la escena fue desagradable y triste para todos, una madre muerta abrazando y protegiendo a su hijo, en otro lado un padre asesinado al haber intentado proteger a su familia.

Aquella noticia no solo recorrió el reino, sino que también llego a los otros dos de la alianza, el único niño que había sobrevivido a aquella masacre. Dumbledore decidió entonces que el pequeño sería cuidado por uno de sus más confiables consejeros, Severus Snape.

Los reinos buscaron al culpable, muchos culpaban a Lord Voldemort por dichas atrocidades, pero nadie tenía pruebas que lo inculparan, además de que el Lord resultaba que llevaba días enfermo de gravedad por lo que no tena las facultades, momentáneamente, de planear algo así, lo que no sabían es que no se trataba de una enfermedad sino del maleficio que había recibido, pero eso solo lo sabían él y sus súbditos.

Y así el pequeño niño fue conocido como "el niño que sobrevivió" por todos los reinos, todos lo conocían, pero él no sabía aquella historia pues Snape decidió aislarlo de aquello hasta que madurara un poco y pudiera integrarse por completo al reino, por lo que decidió vivir a las afueras del reino, en una pequeña granja donde unos elfos les ayudaban y que Snape solo abandonaba cuando su presencia era necesitada por Dumbledore.

- Y así es como nuestra historia comienza -

Todos los presentes hacen una exclamación de emoción, Molly ríe ante la escena, pero su mirada se veía triste, pues aquello fue el inicio de la difícil vida de uno de sus hijos, de Harry y Hermione, ese último nombre fue el que más tristeza le dio.

- Molly – La mujer sale de sus pensamientos y mira con dirección a Hagrid – Será una noche larga – el hombre se puso de pie y camino hasta ella – Traigamos comida y bebida para todos y siéntate con nosotros – La mujer asintió a sus palabras

La noche y la historia recién empezaban, todos animados y con altas expectativas pues Hagrid era el único que la contaba de una forma mágica y real, pues él había vivido partes de la historia junto a aquellos tres, en aquel entonces, jovencitos.

Bueno, aquí se viene un intento de fic Fleurmione xD Espero les guste :3