hola!

Aquí trayéndoles una nueva historia, es totalmente diferente a las que están acostumbradas a leer de nosotras, espero sea de su agrado.


Disclaimer: Los personajes (en su mayoría) son creación de Sthephanie Meyer, la trama de la historia es completamente de Merysun.


Indicios

Atónita, alucinada, estupefacta, aturdida, confundida pero sobre todo decepcionada así me encontraba, como alguien de tu misma sangre, que inclusive por un tiempo compartimos el mismo vientre gestante puede hacer eso hasta a sus mismos padres, nunca creí tal monstruosidad, puede que seamos vampiros, demonios de la noche o como quieran llamarnos, pero siempre teníamos algo en claro y ese era el amor a nuestra familia, aunque no tengamos alma, aunque estemos condenados, nuestra familia, nuestra especie siempre había sido unida, no importa de qué clase seamos, y aquí viendo como mi hermana "gemela" matando de una manera cruel a nuestros padres solo por ansias de poder.

La mirada de Anabela se poso sobre mí, me miraba de forma burlona y amenazante –vez queridísima Isabella, somos una raza superior inclusive de los pura sangre, únetenos sé que tanto James y Victoria te aceptarán- Anabela mi hermana gemela aunque teníamos una gran diferencia su cabello era rubio y sus ojos azules, en cambio el mío era castaño algo achocolatado y mis ojos grises.

-¿y que gano con esto? ¿Qué ganas tu con esto?- conteste de forma neutral escondiendo el dolor desgarrante que esta situación me provocaba.

Una carcajada burlona salió de su boca –tu ganas mantenerte con vida, y yo pues… poder sabes que soy más especial que tú- eso es lo que ella creía y lo que todo el mundo pensaba pero ya había descubierto que tenía un poder independiente de lo especial de nuestra sangre.

-cuando los Volturi se enteren de esto te mataran, no eso no es todo, Los Cullens tengo entendido que mañana es tu matrimonio con Edward, ¿cómo le explicarás la ausencia de nuestros padres?- Por ser los únicos en nuestra clase de vampiros tomaron la decisión de ligarnos con los pura sangre, la Realeza en nuestro mundo.

-Edward es un tonto, esta perdidamente enamorado de mí y ese matrimonio es solo parte del plan, realmente pensabas que estaba enamorada de ese estúpido, aunque no te puedo negar que es muy apuesto con él solo disfrutare los placeres de amante, espero que sea tan bueno tanto como es físicamente, mientras termino con él, y luego podre reinar junto con mi amado Riley-

-no subestimes el poder de la realeza pura sangre Anabela, sabes que son los únicos que pueden matarnos además de entre nosotras mismas y no creo que…- no me dejo terminar cuando me atacó, lanzándome hasta unas de las columnas de la mansión que por el impacto quedo destruida.

-sabes que pensándolo bien si te mato y absorbo tu sangre podría tener más poder…. Mmm… creo que lo mejor sería acabar contigo- a este punto no era para sorprenderme, toda la rabia e impotencia que sentí al ver a mi lado los cuerpos sin "vida" de mis padres y la traición de Anabela a nuestra raza solo alimentó al demonio dentro de mí, y no sé cómo pasó todo solo que cuando quise reaccionar mi hermana Anabela estaba agonizando en mis brazos y había bebido su sangre, un grito lleno de dolor me despertó del trance, junto a la puerta destrozada se encontraba un vampiro pura sangre, realmente hermoso, el más hermoso que había visto en mis años de existencia, cabello cobrizo algo enmarañado, imagino que por correr a velocidad vampírica bajo la lluvia le dejaba ese efecto, su mandíbula ahora apretada marcaba las facciones cuadradas de su rostro, sus ojos verdosos que poco a poco cambiaron a negro me alertaron, ese debe ser Edward, y la imagen que estaba proyectando era que yo había sido la autora de este desastre, me levante rápidamente y cuando disponía a explicarle el fue mucho más rápido, me tomó por el cuello haciendo que mis pies se separaran del suelo y mi espalda chocara fuertemente contra la pared.

-eres un monstruo, ¿cómo les pudiste hacer eso?, era tu hermana, tu familia, eres lo más repugnante que ha existido…- su discurso de insultos fue interrumpido por un cuerpo corpulento, mientras que alguien me sostenía detrás, entrando a la mansión Aro, Caius y Marco los líderes de los Volturi, Sangre pura más antiguos de la realeza se fijaron del desastre a su alrededor, ninguno dijo nada Aro tomó mi mano para hacer uso de su poder y saber qué es lo que había ocurrido, en estos momentos era que odiaba mi poder ya que bloqueaba cada poder mental de los demás pura sangre era como especie de un "escudo", un brillo especial apareció en los ojos de Aro se dio vuelta y luego tomo la mano de, el que supuse era Edward.

-según la visión que me da Edward tu mataste a tu hermana y eso es un delito muy grave, y según veo haz asesinado de manera espantosa a toda tu familia Isabella, Félix, Demetri, tomen a Isabella y llévenla al castillo, tendrás un juicio, aunque solo por protocolo sabes que esta falta es cancelada con la muerte, sin embargo lastimosamente eres la ultima en tu especie-

Cuando iba saliendo Edward se acercó furiosamente hacia a mí -bailaré en tus restos Isabella Swan, lamentablemente no iré a tu juicio pues estaré enterrando el cuerpo de tu familia y de mi amada, pero estaré ahí el día de tu muerte, hoy es el día más triste de mi vida, pero se estaré muy feliz pasado mañana- decir que sus palabras me fueron indiferente seria mentir, porque no sé cual sea el motivo, pero sentí peor que el ver a mis padres muertos; un vampiro rubio y otro de cabello negro lo alejaron de mí y no me paso desapercibida las miradas de desprecio que me lanzaron, y yo como una estúpida autómata no decía nada, mi boca no podría abrirse.

El día del juicio llegó y yo tomé una decisión, seguiría en silencio, acabaría con el calvario de mi familia, yo no podría seguir sin mis padres aunque ellos nunca me criaron como a su hija para ellos Anabela era la especial, y aun así su corazón se llenó de odio y ansias de poder, cegada por las promesas de unos vampiros que ni siquiera eran sangre pura, no podría seguir existiendo eternamente mi fin entre más rápido mejor.

Como ya sabía me declararon culpable, el más implacable fue Caius, pero poco me importaba solo quería terminar con esto de una vez por todas, todo transcurría dentro de lo normal hasta que dos vampiras de linaje rubias muy hermosas y muy conocidas por mí entraron irrumpiendo en la sala, Demetri hijo de Caius y Félix hijo de Marco trataron de interponerse aunque por la agilidad de Tanya una de las rubias y amiga mía estuvo a mi lado escapándose de forma escurridiza de los brazos de Demetri.

-¡tengo razones por la cual Isabella Swan no puede ser condenada a muerte!- dijo en voz firme y alta mi rubia amiga, Caius la miro reprobatoriamente, Marco simplemente se acerco a Aro y le susurro algo al oído, con una seña de Marco hacia Félix este último soltó a mi otra rubia amiga Kate.

-Señoritas Denali, espero que tengan muy buenas razones para interrumpir este proceso porque sería para mi muy desagradable dejar sin dos de sus hijas a Eleazar y Carmen- dijo con voz pasible Aro.

-sería sin hijas Aro, ya que nuestra hija Irina nos ha traicionado de la peor de las formas y se ha escapado con un grupo de vampiros rebeldes, ella es la razón por la cual sabemos que Isabella es inocente y solo actuó en defensa de su vida y venganza de sus padres- las palabras de Eleazar el cual era como un padre para mí resonaron en el salón dejándome un poco pasmada.

-podrían explicarse mejor- declaró Caius.

-como les iba diciendo, descubrimos a Irina conspirando con un grupo de vampiros ningún sangre pura, la mayoría de ellos vampiros por conversión y guiados por Victoria y James vampiros de linaje y su hijo Riley, aunque había un pura sangre con ellos y no cualquiera, Anabela, su objetivo es derrocar el orden y dominar el mundo de los humanos ellos quedando como gobernantes de todo, exponiendo e imponiendo nuestra raza y la de los Licántropos, Anabela mató a Charlie y Reneé e iba a hacer lo mismo con Isabella, solo que no contaba que Isabella es muy superior a ella y de eso creo que tú mismo te has dado cuenta- hablaba Eleazar en mi defensa.

-Isabella ¿por qué no nos comunicaste todo esto?- pregunto Marco

-yo simplemente quiero que todo esto acabe, si acaban conmigo ya los rebeldes no tendrán en quien apoyarse para exponernos a todos- dije

-pero si tú no estás con ellos no hay nada que temer- decía Aro

-y no lo estoy, pero aunque yo no esté con ellos algún día tendré un consorte y por consiguiente hijos, algunos de ellos heredaran mi gen y no quiero que mi descendencia pase por lo mismo que yo, jamás me imaginé esto de mi propia sangre y solo quiero que esta guerra se acabe, la raza de los vampiros quedara a salvo bajo su anonimato, incluso los licántropos aunque sean nuestros enemigos naturales, ellos también estarían a salvo y todos felices para siempre, es solo mi insignificante vida por la de nuestra raza inmortal- expuse con convencimiento, mire el rostro de la familia Denali, craso error, me miraban entre sorprendidos y doloridos, pero tenían que entender que esto lo hacía por ellos especialmente, habían sido mi familia aún cuando Charlie y Reneé protegían a Anabela.

-Aro como dije al principio tengo razones, la que expuso mi padre es solo una y yo tengo otra razón la cual ustedes estarían muy interesados- Tanya porque me hacia esto, la amaba como a mi propia hermana incluso más que a la mía propia, y con esto sabía que lo hacía porque ese sentimiento era recíproco.

Los ojos de la realeza Volturi se miraron expectantes, y una sonrisa cruzo el rostro de Kate y Carmen, una sonrisa de alivio como si premeditaran algo.

-¿y cuál sería esa otra razón?- pregunto con curiosidad Aro

-tú mismo lo sabes Aro, Isabella posee un escudo mental el cual hace que sea inmune a cualquier poder mental que quiera atacarla, puedes incluso pedirles a tus hijos Jane y Alec que la ataquen y veras que no sentirá ni reconcomio, además de que es la última en su clase una sangre pura que además es una alimentadora, su sangre es muy especial y lo sabes, sería una gran lástima acabar con tan única y especial clase- los ojos de los Volturi brillaron maravillados, de igual forma como Aro cuando me toco en la mansión Swan.

Jugando sucio, eso estaban haciendo, los Denali poniéndolo de ese modo los Volturis lo pensarían a fondo y lo más seguro es que me dejarían con vida, además ya sabiendo que yo no fui la culpable de la muerte de mis padres me exonerarían, pero estoy segura que quedaría bajo supervisión por mi pensamiento de acabar conmigo misma.

-aunque hay una buena razón por la cual acabar con la última Swan, la razón que expones Eleazar es mucho más conveniente, no nos podemos permitir tal pérdida, así que Isabella Swan quedas eximida de tus cargos pero estarás bajo supervisión de los Denali…-

-¡NOOO!- las palabras de Aro quedaron interrumpidas por el grito opositor de una aterciopelada voz que ya me era conocida, al darme vuelta comprobé la misma mirada de dolor e impotencia de Edward Cullen entrando con Carlisle y Esme Realeza sangre pura Occidental y padres de Edward según tenía entendido.

-Edward sentimos tu duelo, pero Isabella solo actuó en forma de defensa y por ende no hay razón para juzgarla de tal forma de acabar con la singularidad de ser única en su clase, además…-

-¡además nada Aro! Ella es una abominación de nuestra raza, su clase no la hace más que algo especial, pero sin embargo acabó con la vida de uno de nosotros, de su propia familia- decía lleno de furia Edward.

-solo fue la de Anabela no la de sus padres…-

-¿y eso no es grave?, no quiero saber nada más lo único que les digo es que si me llego a encontrar con Isabella y ella se expone ante mí provocándome la mataré y lo haré sin contemplaciones y espero lo comprendan, tú lo sabes Marco la muerte de tu consorte es como la muerte de una parte de ti, así que espero que el día que mate a Isabella entiendan mis razones- y así salió de la gran sala, aunque Esme y Carlisle quedaron allí.

Aro les explico la situación de todo lo que había pasado a Carlisle y Esme, ellos entendieron me pidieron disculpas y nos pidieron en general que entendieran a su hijo Edward que estaba cegado por el dolor y en estos momentos no entendía razones, aunque Anabela no se merecía ni una pizca de todo lo que Edward sentía por ella, palabras de Esme.

Y así me dejaron bajo la custodia de los Denali, nos mudamos a Alaska, Tanya estuvo enojada conmigo por un tiempo ya que no estaba de acuerdo con mis ganas de terminar con mi vida, Kate estuvo un poco dolida pero me brindo todo el amor que ella siempre me brindaba, Eleazar y Carmen solamente me dijeron que me olvidara de todo y que yo siempre fui una hija para ellos, que comenzáramos de nuevo.

Luego de 6 meses por fin Tanya volvió a hablarme sin hostilidad y dolor, las tres volvimos a ser como antes de que toda esta pesadilla comenzara, pero aunque por un lado estaba feliz de tener a los Denali a mi lado, otro lado de mí quería morir, las palabras de aquel vampiro de ojos verdes y doloridos y cabellos cobrizos quedaran grabadas a fuego en mí, "eres lo más repugnante que ha existido…" "bailaré en tus restos Isabella Swan" "si me llego a encontrar con Isabella y ella se expone ante mí provocándome la mataré y lo haré sin contemplaciones"… el día en que decidiera acabar con mi vida ya sé a quién dirigirme, aunque sus sentimientos y repulsión hacia mí me dolieran de forma inexplicable.


bueno esto es sólo el principio ya tendran mas de esta historia, no se cuando sea la fecha exacta de la proxima actualización, lo que si sé es que no de moraré.

por otra parte queria pedirles disculpas a las que leen "Por ser la Súper Mamá" ya que no he podido actualizar, si la terminaré, solo que esta en un hiatus por ahora.

una vez mas espero que la historia sea de su agrado.

Merysun