Llevándote al paraíso

Sus manos recorrían cada rincón de mi cuerpo, mandándome una placentera sanción…

Nuestras respiraciones eran agitadas, pero eso no nos importaba en los momentos en que nos besábamos apasionadamente, devorando nuestras bocas en cada momento…

Levante la mirada para encontrarme los ojos lujuriosos de mi amado, me dedico una sonrisa picara pero a la vez juguetona antes de dedicarse a masajear mis senos…, mis gemidos resonaban por toda la habitación…

Enrollé mis brazos alrededor de su cuello atrayéndolo ami para unir nuestros labios en un beso cargado de amor y pasión.

-bella…quiero que seas mía, ahora- dijo con voz ronca y a la vez sensual cuando nuestros labios fueron separados…

-ya soy tuya…-jadee

-lo se, pero me gusta como se oye en tus labios…- pronuncio antes de ponerme a horcadas sobre el…, en cuanto me acomode sobre el pude sentir su excitación.

- sientes como me pones- susurro cerca de mi oído haciendo que me estremeciera para luego frotarse contra mi…

-s...si…amm- trate de decir entre gemidos; pero esta noche no dejaría que el me hiciera sentir en las nubes con sus toques…, yo también podía llevarlo al cielo y traerlo de vuelta.-pensé, antes de besar su cuello dejando un recorrido húmedo hasta sus hombros…

-¿Qué haces, pequeña?-gimió

- lo mismo que tu- le susurre sensualmente en el oído- llevarte al cielo…

- te amo, mi Isabella- susurro contra mi cuello, antes de que empezara nuestra danza…, nuestros cuerpos se rozaban dándonos placer con cada toque, de nuestras bocas salían nuestro nombres proclamando mas del uno y del otro…

Después de un par de minutos llegamos al mismo cielo, logrando ver Ángeles que nos daban la bienvenida y despedida del paraíso…

Su cuerpo cayo sobre el mío, ambos agotados tratando de recuperar el aliento por tan asombroso encuentro de pasión que tuvimos ase pocos minutos…

-eres asombrosa…-dijo

-lo mismo digo…- reí con el poco aliento que tenia…

-mejor duerme pequeña- beso mi frente antes de agregar…-te amo

-y yo a ti…Emmett- dije en susurro antes de caer en los brazos de Morfeo