Un Pedacito de Cass.

- Sam, sammy… vamos despierta - le decía a Sam a su hermano mientras lo movía bruscamente en la cama, Sam se despertó molesto.

- ¿Qué quieres Deán? Son como las 4 de la mañana - se quejo Sam, Deán le hizo una señal para que se quedara callado y le señalo una sombra que iba acercándose baja la puerta, Sam se vistió en segundos y ambos tomaron sus armas, listos para atacar.

La puerta del motel fue derribada y una mujer vestida de color negro y rubia entro, dejando ver sus enormes dientes de piraña (ella era un leviathan). Deán se quedo paralizado por unos segundos, pues el rostro de la mujer le era familiar.

Recuerdo del Purgatorio

Deán corría con Benny y Cass alrededor de un rio de sangre, cuando una especie de meteoro cayó del cielo gris y una masa negra empezó a cobrar forma de hombre delante de Deán, él sabía que era un Leviathan así que se dispuso a matarlo pero mientras lo hacia otro meteoro cayo y la mujer apareció para matar a Cass.

Deán regreso en si cuando escucho el grito de su hermano quien estaba siendo atacado por la mujer, tomo su hacha y con un rápido golpe le corto la cabeza a la mujer y ayudo a Sam a ponerse de pie.

- ¿Estás bien Sammy? - pregunto sin dejar de ver el cadáver de Leviathan en el suelo, no podían dejar que se regenerara.

- Si, aun que la próxima vez agradecería que interfieras antes… ¿Qué cosa te ha pasado Deán? Te has quedado como idiota - se quejo Sam, Deán dejo caer el hacha al suelo y volvió a sentarse mientras se cubría el rostro con sus manos.

- Lo lamento Sam, es que… esa maldita… ella es una de las que asesino a Cass - dijo cansado, Sam se quedo pasmado y tomo el hacha del suelo para después partir a la mujer en pedacitos.

- Maldita zorra… esto es por cargarte a mi amigo - decía una y otra vez, Deán estaba sorprendido de la reacción de su hermano, pero no dijo nada simplemente espero a que Sam se calmara o se cansara.

- Nunca me has contado nada de ahí Deán… ¿Cómo fue?... digo… Cass… el cómo…

- ¿Murió? Sam no quiero hablar de ello, por favor no me preguntes mas del asunto - dijo Deán, Sam dio un bufido de enojo.

- Claro a mi no me quieres contar nada pero a tu amigo el vampiro, le cuentas hasta tus sueños - reclamo el menor, Deán rodo los ojos.

- Basta ya Sam… Benny no tiene nada que ver aquí, si me ayudo a escapar y no te lo dije pero ya es hora de que te dejes de ese rollo… cuando esté listo para hablar de eso, vas a ser la primera persona en escucharme y lo sabes - explico Deán, Sam asintió un poco más calmado pues sabía que su hermano siempre pasaba con esa etapa de negación ante las cosas antes de hablar, había pasado con la muerte de su padre, con la muerte de Ellen y Jo e incluso cuando fue al infierno.

Los hermanos regresaron a dormir y Deán no pudo quitarse la imagen de Cass gritándole por ayuda para salir de un risco lleno de Leviathanes en el purgatorio, el se sentía culpable por haberlo dejado ahí y era la razón por la que nunca le contaría a Sam sobre lo ocurrido antes de escapar del purgatorio.

El sueño de la muerte de Cass se repetía y repetía en la mente de Deán, hasta que la escena cambio y una vieja conocida de Deán apareció como parte del recuerdo.

- ¿Anna? - pregunto dudoso, ella le sonrió y asintió con la cabeza.

- Hola Deán… tengo la sensación de que no deberías estar atormentándote con este recuerdo - dijo ella, Deán la seguía mirando con recelo pues la última vez que la había visto, ella había querido matar a sus padres.

- Si de algo sirve… lamento mucho lo que hice, tenía miedo de que el Apocalipsis acabara con el mundo… supongo que debí confiar en que ustedes tendrían un plan B… por cierto felicitaciones por haber acabado con eso. - dijo ella con una sonrisa leve, Deán asintió.

- ¿Por qué estas en mi mente? Tú estas muerta ¿o no? - pregunto confundido.

- Lo estoy… pero ¿A dónde crees que vamos los Ángeles cuando morimos?

- ¿Al purgatorio? - pregunto Deán.

- Si, nosotros también somos seres sobrenaturales… Y yo estoy muerta, sigo en el purgatorio solo que he cobrado unos favores, tenia que hablar contigo… Deán yo estuve con ustedes en el purgatorio, vi todo lo que paso con Castiel - dijo ella en un hilito de voz llena de pena y dolor.

- Entonces…. Sabes que fue mi culpa… yo lo deje morir Anna

- No Deán…. Tú no dejaste morir a nadie, tu destino era regresar a la tierra… no te podías quedar en ese lugar, mereces más que eso y Cass lo sabia … Aun así… Deán, Castiel no está muerto - exclamo ella con una leve sonrisa, Deán había estado mirando al suelo todo el tiempo pero cuando escucho esas palabras, su alma regreso a el podía sentir como si el corazón le volviera a latir.

- ¿Qué quieres decir? Entonces… Cass… ¿El sigue ahí?

- Se quedo el purgatorio, cuando te fuiste…Balthazar y yo… lo salvamos de los Leviathanes y encontramos una forma de que regresara a su mundo…. La cosa fue que no regreso solo y tu lo viste Deán - explico Anna.

Deán ahora comprendía que Anna se estaba refiriendo que cuando Cass regreso a la tierra había traído a la mujer que había matado con él… pero eso ya no importaba.

- ¿Donde está Cass? - pregunto esperanzado.

- Deán… tienes que saber que el hechizo que hicimos para enviar a Cass fue muy poderoso y muy antiguo… Cass tuvo que hacer un sacrificio y es probable que este… algo diferente, cuando lo encuentres … aun así los otros Ángeles y yo estamos seguros de que podrás cuidarlo - decía Anna, en ese momento Deán despertó en su cama de motel… la sensación de la mano de Anna en su mejilla aun se sentía, lo que le indico que todo era verdad.

- ¿Estás bien? - pregunto Sam quien iba entrando con un café en la mano.

- Sam… es Cass… Castiel está vivo y lo tenemos que encontrar - decía Deán con la mirada perdida pero con un tono de ilusión, Sam se quedo pasmado con la noticia y simplemente se dedico a seguir a su hermano quien arranco el impala a toda velocidad por un rumbo desconocido.

Deán estaba recordando el camino por donde él y Benny habían logrado salir del purgatorio, cerca de 4 horas en carretera logro llegar al punto exacto.

- Deán… ¿Estás seguro de que el está bien?... porque hace 24 horas no querías hablar de él y ahora - Sam no pudo terminar de hablar pues Deán se giro a hacerle una señal para que se callara y entonces los 2 escucharon pasos livianos por el bosque.

- Cass… CASS… ¿eres tú? - gritaba Deán mientras corría despavorido por el bosque, Sam detrás de el… alumbrando el camino con su linterna, Deán se detuvo abruptamente y Sam choco con su espalda… ambos quedaron pasmados con lo que miraron.

- Por dios… es el, pero como. - Sam no podía ni articular palabras correctas para la imagen que estaba ante sus ojos.

- Deben ser las consecuencias de las que me hablo Anna - murmuro Deán antes de correr y dejarse caer de rodillas a un lado de Cass, quien ahora estaba convertido en un adolescente de unos 14 o 15 años, vestido con la gabardina y todo el traje del manicomio que le quedaba demasiado grande para su cuerpecito.

- Vamos Cass despierta - decía Deán y cuando toco el pecho del niño, una luz blanca salió de su mano y entonces Cass despertó.

El niño empezó a gemir y a llorar, era como si estuviera en una especie de ataque de pánico que le permitía dejar de patalear la tierra y de empujar a Deán con fuerza.

- Cass… soy yo, soy Deán - dijo en un intento de calmar a su amigo, el chico se quedo mas confundido y empezó a mirar hacia todas partes.

- ¿Qué es este lugar? ¿Quién soy yo? - pregunto el niño en pánico y con un montón de lagrimas y mocos viniendo en su rostro, Deán y Sam se miraron confundidos por un segundos… Cass era un niño que no tenía memoria (otra vez), ahora sí que estaban totalmente perdidos.

*Historia dedicada a Lizzy por que sus comentarios siempre me hacen querer escribir mas, muchas gracias¡ porfavor siéntanse libres de darme ideas, sugerencias para esta historia, como veran introduci personajes muertos Anna y Balthazar que fueron los 2 angeles que ame casi como a Cass... asi que ustedes manden chicos =D

Porfavor Review¡