Tenía años que no escribía un fanfic de Kai x Yuriy. Pero bueno, cierta personita me hizo recordar una promesa que hicimos hace tiempo, así que aquí está un fic que había comenzado antes pero lo borré porque no me gustaba, aunque esta vez prometo terminarlo.

Está basado en una película que me gusta mucho, A los 13, pero será mucho menos apegado a está y más cruel y sexual. La pareja es mi favorita de todo Beyblade y, en realidad, de todos los fandoms.

Pareja: Kai x Yuriy

Advertencias del fanfic: Lenguaje ofensivo, rape (violación/es), uso de drogas y alcohol, prostitución, yaoi, lemón explícito, trastornos alimenticios, robos, violencia.

Advertencias del capítulo: Mención de uso de drogas y alcohol / Lenguaje ofensivo.

Dedicatoria: A Gabz por darme el ánimo de escribirlo y recordarme nuestra promesa y a Asuka Halliwell por ser mi Kuh y ocasionarme muchas risas con todo lo que hacemos (Boboboria).

A los 18

El cuarto de Yuriy estaba levemente iluminado. Dos chicos yacían sobre la cama, abrazados mientras se besaban apasionadamente. No podían tardarse mucho en dormir, ya que al siguiente día tenían que ir a la escuela.

-¿Me amas, Yuriy? – preguntó el bicolor, cortando el beso de repente

-¿Qué? – respondió el pelirrojo

Kai se colocó encima de él, tomó sus muñecas y las pasó por encima de su cabeza.

-Anoche te pregunté lo mismo y no me respondiste. Pero ahora, que estás sobrio, más te vale responder

-Kai – el pelirrojo tomó su rostro entre sus manos – Esa es una pregunta estúpida. Crees que si no te amara, yo…

El mayor apretó su agarre y se acercó más al rostro del ojiazul un poco agresivamente.

-Quiero escucharlo salir de tu boca – tomó el rostro de Yuriy entre sus manos y miró su mejilla, el moretón de un golpe que él mismo le había dado y que ya comenzaba a desaparecer - ¿Me amas, Yuriy?

3 meses antes.

Yuriy Ivanov corría lo más rápido que podía. El viento en su cara se sentía rico por lo fresco de la mañana. Detrás de él venían su mejor amigo, Ian, y su perro, Wolborg. Todas las mañanas sacaba a pasear a su mascota, e Ian lo acompañaba para ejercitarse también. Yuriy no tomaba, no fumaba, y mucho menos consumía drogas. Se alimentaba bien, sacaba excelentes notas en la escuela y tenía una excelente relación con su madre y su hermano.

-No… corras… tan… rápido – pidió Ian

-No podemos llegar tarde al primer día de clases – respondió el pelirrojo mientras cruzaba la calle, llegando a su casa – creo que tendremos que venir a correr más temprano ahora que entraremos a la universidad.

-Supongo – Ian llegó a su lado.

Los dos amigos estaban junto al carro de su madre, quien los llevaría a la escuela.

-Buenos días señora Ivanov

-Ian, te he dicho muchas veces que me digas por mi nombre – respondió la hermosa madre de Yuriy a la vez que se subía al carro.

-Lo lamento, Mel – respondió el pequeño – siempre se me olvida

Ambos se subieron al carro.

-¡Bryan, apúrate! Y bien chicos, ¿Qué expectativas tienen de su primer día en la universidad?

-Quiero ver que materias voy a tener para poder empezar a estudiar – respondió el ojiazul

-Lo mismo – dijo Ian – lo bueno es que tanto Spencer como nosotros tenemos todas las clases juntos

-Igual harán nuevos amigos – comentó su madre - ¡Bryan!

-Ya estoy aquí, cálmate -Ian se sonrojó cuando vio a Bryan, el hermano mayor de Yuriy subir al auto. Mel arrancó y se dirigieron a la escuela- Solo dejaré que me lleves hoy porque Logan se quedó dormido. ¿De acuerdo?

-Sí, mi amor

Se ha puesto más fuerte en estas vacaciones. Pensó el chico.

Bryan era tres años mayor que Yuriy, y ambos eran polos opuestos, tanto físicamente como su actitud. El mayor era muy alto y fornido. Se parecía mucho a su padre, a quien Ian solo había visto en fotos, ya que no vivía con ellos. Su cabello y sus ojos eran lavanda, su piel blanca y su rostro un poco más masculino que el de Yuriy, y muy atractivo. Amaba todo tipo de deportes y era un chico serio, burlón, sarcástico, extrovertido. Mientras que el menor era idéntico a su madre. Cabello rojo, ojos azules, un rostro fino, alto pero no tanto como su hermano, delgado y con un brillo que Ian jamás podía definir. Ambos hermanos Ivanov eran muy bien parecidos, e Ian siempre había tenido sentimientos por Bryan, más jamás había comentado nada con nadie. Ni siquiera con Yuriy, a pesar de ser su mejor amigo.

-¿Ian?

El chico salió de sus pensamientos cuando la voz de Bryan llamó su atención

-¿Mande?

-Te pregunté si podías pasarme mi mochila

El trayecto se le había hecho demasiado rápido. ¿Ya estaban en las puertas de la universidad? Miró hacia afuera. No, al parecer Mel se había detenido un poco antes. Le pasó la mochila a Bryan y este salió.

-¿Irás a comer a la casa? – preguntó la mamá de Yuriy

-No creo, te escribo – respondió Bryan y cerró la puerta

Mel continuó su camino.

-¿Por qué Bryan se bajó ahí, mamá? – preguntó Yuriy

-No le gusta que lo lleve a la escuela. Y cuando tengo que llevarlo, siempre me pide que lo deje ahí para que no vean que lo llevo.

-Ja. Eso es muy tonto – comentó el ojiazul - ¿Qué tiene de malo que nos lleves?

-Nada – respondió ella – bueno, ya hemos llegado. Que tengan un excelente día de clases, chicos. Paso por ustedes a las 2.

Yuriy e Ian le agradecieron y bajaron del carro.

En ese momento supieron por qué a Bryan no le gustaba que lo vieran llegar así. Varios de los chicos se burlaron de ellos al pasar. Ian logró escuchar cosas como "Qué niños" "Que pena que tu mamá te traiga a la escuela" y cosas así.

-No me importa lo que los demás digan – comentó Yuriy – pero si a ti te molesta…

-Para nada – respondió Ian – le agradezco mucho a tu mamá que me traiga. Prefiero que digan esas cosas a caminar. Mira, ahí está Spencer.

Frente a ellos apareció su amigo rubio.

-Hey, se les hizo tarde. Entramos a las 9, ¿Saben? – dijo el chico más alto

-Ian corre muy lento – Yuriy sacó una hoja mal doblada de su pantalón – la primera clase en es el edificio B, salón B13. Creo que es por allá…

-¿Corro lento? Tú eres el que insiste que hagamos ejercicio por las mañanas. Yo podría hacerlo en la tarde. – respondió el más pequeño mientras se dirigían los 3 a su salón

-En la tarde hago tarea o estudio, y sabes que no me dejan salir por las noches – respondió Yuriy

Llegaron a su salón y tomaron la primera clase, donde no hubo nada interesante que recalcar. Hora y media después se dirigían a otro salón para tomar la siguiente clase.

-¿Quieren hacer algo saliendo? – preguntó Spencer

-Vayan a comer a mi casa… - comenzó a decir el pelirrojo cuando fue silenciado por lo que vio.

Frente a ellos en el pasillo, caminando del lado contrario, venía un grupo de cinco muchachos. Todos ellos vestían ropa sofisticada, ajustada y muy fina. Sus cuerpos eran tales que podrían ser modelos. Llamaban mucho la atención. Las demás personas frente a las que pasaban, hombres, mujeres e incluso profesores, los observaban y hacían comentarios sobre ellos.

El que había hecho que Yuriy perdiera el habla era el chico que iba hasta adelante. Alto, fuerte, cabello azul bicolor, ojos rojos profundos, piel blanca, quien iba al lado de otro chico casi tan atractivo como él e iban riendo. Tenía una sonrisa preciosa, y el pelirrojo no logró evitar detenerse para poder seguirlo con su mirada.

-Parece que Kai se puso aún más sexy en las vacaciones – escucharon un comentario. Los tres reconocieron esa voz.

A un lado de donde el trío de amigos se había detenido, estaba Bryan junto con sus amigos, quienes no perdían de vista a los otros cinco.

-Tranquilo, Bryan, tú tienes novio – le dijo Yuriy a su hermano

-Lárgate, Yuriy – respondió este

-Vámonos – dijo el pelirrojo y continuaron su camino

-Vaya, ¿Ese es Yuriy? Está hermoso. Ha cambiado un buen en estos meses. – comentó uno de los amigos de Bryan

-Más les vale que se alejen de él – respondió el chico de cabellos lavanda

-Pero ya es mayor de edad – dijo otro de los chicos

-Ya lo saben, Robert. Está prohibido para todos ustedes. Si alguien se atreve a acercársele, le partiré la cara.

-Creo que Bryan sabe bien para qué usamos a los nuevos, por eso no quiere que toquemos a su precioso hermanito – respondió el primero que había hablado

-Sobre Kai – comentó Robert – no puedo esperar para cogérmelo de nuevo

-Sabes que Kai solo es seme. Ha dejado bien claro que no dejará que nadie le dé. – dijo el segundo

-Es sólo la expresión, Johnny. Él es excelente en la cama, no necesito darle para tener los mejores orgasmos de mi vida.

-¿Tan bueno es? – preguntó Bryan

-Sí. Pero como tu hermanito dijo, estás con Logan. A menos de que les propongas un trío. Si lo haces me invitas.

Sus amigos empezaron a reírse

-Cállense, idiotas. Amo a Logan, jamás lo compartiría con nadie. Mejor vamos a clases. Ya vimos lo que queríamos ver.

La mañana transcurrió sin más sorpresas. Llegó la hora del receso, que era de 11:30 a 12 y Yuriy y sus amigos se sentaron en una mesa. Los ojos azules buscaron en todo el lugar a Kai, y se sorprendió de lo que vio.

El bicolor estaba sentado sobre la mesa, con sus amigos a su alrededor. Un rubio, uno de cabello castaño casi rojo, otro de cabello negro y otro azulado. Todos muy atractivos, pero era Kai quien más llamaba su atención. Todos parecían admirarlo, tenerlo en una especie de pedestal, ya que a pesar de estar con ellos, Kai se veía de cierta manera superior.

-Entonces saliendo de aquí vamos a tu casa – comentó Ian

-Sí – respondió el pelirrojo.

Continuaron platicando hasta que faltaron unos minutos para entrar a clases. Yuriy se dirigió al bote de basura, teniendo que pasar junto a la mesa de Kai para llegar a él.

-¿Qué clase de ropa es esa? Ya no estás en el Kinder – comentó uno de los chicos que estaban con el bicolor, quien no parecía interesado en la conversación y estaba revisando su iPhone.

Yuriy volteó a ver al chico que le había agredido, era el de cabello negro.

-¿Disculpa? – preguntó Yuriy

-Déjalo, Ray – comentó el rubio – es el chico que lo trajo su mamá en el carro, no es nada

-Tienes razón, Max. Qué pena que tu mami te traiga a la universidad.

Yuriy continuó su camino. Su corazón latía a mil por hora. ¿Qué había sido eso? Decidió tirar la basura y regresar por el otro camino para evitar a esos chicos.

Al parecer, Ian y Spencer no se habían dado cuenta de nada, así que no hizo ningún comentario.

A la hora de la salida, Mel pasó por ellos, y Yuriy no pudo evitar observar a Kai y a sus amigos, quienes se estaban riendo. Todos.

-Hola, Spencer, que bueno verte. ¿Vas a comer a la casa?

-Sí, señora, si eso está bien

-Claro, saben que siempre pueden ir a la casa. ¿Viste a Bryan? ¿Te dijo si vendrá a comer?

-Si lo vi, pero no me dijo nada. ¿No te escribió?

-No. De seguro se fue con Logan.

La casa de Yuriy no era muy grande ni lujosa. De hecho, vivían al día. Mel era estilista y arreglaba cabello en su casa. Logan, el novio de Bryan y su vecino, básicamente mantenía al pelilavanda, mientras que el padre de Yuriy mandaba dinero de vez en cuando. A pesar de vivir con esas carencias, Mel era mujer fuerte, amable, preocupada por las demás personas y alguien que siempre le tendería la mano a alguien que lo necesitara.

Después de comer, los chicos estuvieron un rato jugando en el patio con Wolborg y después se fueron a sus casas.

Yuriy se encerró en su cuarto. Se paró frente a su espejo y se analizó a sí mismo.

Llevaba unos pantalones de mezclilla, una playera de Halo y tenis converse. Su cabello estaba peinado en dos picos a los lados. No se veía mal. No tenía nada de Kinder. Observó su cuarto. Tenía muchos juguetes de cuando era niño, incluso algunos peluches. Pero todos habían sido regalos y no quería deshacerse de ninguno. Se acostó y tomó una pequeña siesta, hasta que el hambre lo despertó.

Ya era de noche, y Yuriy esperaba a que Bryan llegara a la casa para preguntarle sobre Kai.

En eso, tocaron el timbre y el pelirrojo corrió a abrir la puerta, pensando que era su hermano. Pero la persona que vio era a quien menos deseaba ver en todo el mundo.

-Boris

-Hola, Yuriy. ¿Qué tal tu primer día de clases? – el señor de cabello violetas y mirada perturbadora sonrió

-Bien.

-Hola, Boris

Yuriy se dio la vuelta y se encontró con su madre vestida muy sexy.

Lo odiaba. Odiaba a ese hombre. Desde que ese drogadicto llegó, lo único que hacía era acostarse con su madre. No aportaba nada a la casa, y eso que a veces dormía y comía ahí por días enteros. Sabía que su mamá necesitaba a un hombre, pero de entre todos, tuvo que elegir a un cerdo como ese.

Yuriy se quitó de la puerta y dejó pasar a Boris. Vio a Bryan acercándose a la casa y lo espero para dejarlo entrar. Pero todas las ganas de platicar con él se le quitaron con la desagradable visita.

Cuando el peli lavanda entró, acarició el cabello de Yuriy y saludó a su madre y a Boris para después ir a su cuarto.

-¿Vas a cenar, Bry? – preguntó Mel

-No. Pasaré la noche con Logan.

-Cenaré en mi cuarto – dijo Yuriy y se fue antes de que su madre pudiera decirle que no.

El pelirrojo había tomado una manzana y una cajita de leche, ya que era lo primero que había tenido a la mano. Solía cenar mucho más, pero no regresaría a la cocina si Boris estaba ahí. Se sentó en su cama y empezó a comer la manzana mientras bebía pequeños sorbos de leche. Era raro, pero tenía hambre y era lo que había. Mientras cenaba, se recargó en la cabecera y cerró los ojos.

Flash back

-Bryan, llama a una ambulancia – pidió Mel, desesperada

-Cortaron el teléfono – respondió el pelilavanda

Boris estaba en el piso, temblando, con los ojos en blanco, en eso empezó a convulsionarse.

-¡Mamá! – Yuriy gritó asustado y corrió a su lado -¿Qué pasa?

-Llévate a tu hermano a su cuarto, llevaré a Boris al hospital

-¡No! Sabrán que se droga

-No hay opción, Bryan, si no lo llevamos pronto se va a morir

Fin del Flash Back

Los ojos de Yuriy se abrieron y miraron el techo.

Ojalá se hubiera muerto ese día.

A la mañana siguiente, Ian y Yuriy salieron a correr más temprano. Al parecer, Logan llevaría a Bryan a la universidad, por lo que no lo vieron. Lograron llegar a tiempo a la escuela, pero ahora había más gente, y varios les gritaron algunas cosas desagradables, ¡Qué buena está tu mami! ¡¿No me querrá llevar a su casa?! -¡Patético!- ¡No tienen cuatro años!

-¿Qué le pasa a esta gente? – preguntó el pelirrojo cuando finalmente entraron al edificio - ¡Spencer!

El rubio se les acercó.

-¿Dónde es nuestra clase?

Dieron con su salón y tomaron la clase. Durante la siguiente clase, el maestro empezó a exponer algo sobre un trabajo en equipo como examen final.

-Amo esta clase – dijo Spencer – es mucho mejor hacer un proyecto que un examen

-Es más divertido – comentó Ian

-Sobre todo la parte de la investigación – Yuriy sonrió – estoy ahorrando para comprarme una laptop. Así podremos ahorrarnos esas idas a los cybers y a la biblioteca.

-Vaya, eso sería muy bueno – comentó Ian

-Tengo que ir al baño – dijo Yuriy y salió del salón.

El baño no estaba muy lejos. Una vez terminó sus necesidades, iba a lavarse las manos cuando la puerta se abrió de golpe y entró el chico que le había hecho el comentario sobre su ropa.

Este ni siquiera volteó a verlo, corrió hacia uno de los cubículos y Yuriy escuchó como vomitaba en la taza. Sintió asco y se apuró a lavar las manos. Pero el chico no tardó mucho en salir, y se dirigió al lavabo para enjuagarse la boca.

Yuriy se dirigía a la puerta cuando sintió como lo tomaba del brazo y lo azotaba contra la pared.

-Más te vale que no digas nada sobre esto, ¿Quedó claro? – preguntó el muchacho de flamantes ojos dorados

-No diré nada – respondió Yuriy

-Si lo haces, te partiré la cara

Bryan pensó el ojiazul unos momentos. Sabía que si ese idiota trataba de hacerle algo, su hermano lo defendería, e incluso Spencer, quien era al parecer el más alto y fuerte de toda la escuela. Pero en ese momento, ninguno de los dos estaba ahí. El corazón de Yuriy latía con fuerza. Tenía miedo, pero estaba preparado para pelear…

-Ray - Yuriy fue soltado. Ambos voltearon a ver la puerta. Era Kai. Se acercó a ellos. - ¿Estás bien?

-Kai – el pelinegro se acercó a él – solo vomité un poco.

Ray y Kai se dirigieron a la salida, pero antes de cruzar por la puerta, Kai volteó a ver a Yuriy.

Ambas miradas se enfrentaron durante un rato. Los hermosos ojos azules de Yuriy contra los igualmente preciosos ojos de Kai. El pelirrojo no podía dejar de mirarlos. Fue el bicolor quien rompió el contacto. Sin decir nada, se dio la vuelta y salió del baño.

Yuriy se recargó en el lavabo, su corazón aún latiendo con fuerza. Se miró en el espejo. Sus mejillas estaban sonrojadas. Se echó agua en la cara y después regresó a su salón.

A la hora del receso, se encontraba nuevamente con sus amigos. No podía dejar de mirar a Kai. Este estaba platicando con sus amigos –quienes al parecer nunca comían nada- y jamás le dirigía la mirada.

Las clases continuaron y después, al terminar, Mel los recogió, pero esta vez ignoró totalmente a los demás y se subió al carro sin mirar a nadie.

Ian comió en su casa pero se fue temprano porque iría al médico.

Yuriy fue a buscar a Bryan a su cuarto, pero su hermano no estaba ahí. Iba dando la vuelta en la esquina cuando chocó de frente con Boris.

-Fíjate por donde caminas – comentó este y lo hizo a un lado

-Coño – susurró el pelirrojo al pasar junto a él.

Yuriy prefería evitar a Boris por no ocasionarle problemas a Mel, pero el tipo era un imbécil de lo peor.

Se encerró a su cuarto a hacer tarea, y después se miró nuevamente en el espejo. Su imagen era casi la misma del día anterior, sólo que ahora su playera era de Resident Evil. Él no tenía consola propia, pero a veces iba a jugar videojuegos a casa de Logan.

Se sentó en la cama para pensar en su estancia en la universidad. Había más alumnos que en su otra escuela, y se alegraba de asistir nuevamente con su hermano mayor. Lo malo era que la gente era muy pesada, estaba ese grupito que lo molestaba y por supuesto, estaba Kai.

Salió a la cocina para cenar.

-Estoy haciendo macarrones con queso, tu favorito – dijo Mel – pero deberías comer en la mesa.

Yuriy aceptó a regañadientes.

-Está delicioso – comentó Boris – todo lo haces delicioso, Mel – le comentó a la mujer – hasta en la cama lo haces delicioso

-Boris, por favor, Yuriy está aquí

El ojiazul había dejado de masticar. Sentía su sangre hervir con furia y utilizaba todo su auto-control por no levantarse y propinarle un puñetazo a Boris.

-Ya tiene edad para tirarse a las mujeres – comentó el sujeto, quien se le notaba tenía varias copas encima - ¿O saldrás marica como tu hermano?

Yuriy no pudo más.

Saltó sobre Boris y lo tiró al piso. Tomó el tenedor y lo clavó en su ojo. -¡No vuelvas a llamar eso a mi hermano!

Eso le hubiera gustado. Pero no, Yuriy jamás haría una cosa así. Aunque el haberle hecho eso a Boris era una gran idea. Tal vez para la próxima.

Simplemente, en vez de rebajarse a atacarlo, tomó su plato y se retiró de la mesa. Por su puesto, su madre no le dijo nada.

Casi dos horas después, Yuriy dormitaba plácidamente cuando sintió una suave mano acariciando su rostro.

-Yuriy – susurró la persona – Yuriy

Los ojos azules se abrieron lentamente y se clavaron en los de Bryan.

-Bry – saludó el menor y miró detrás de su hermano - ¿Entraste por la ventana?

-Sí, no quería despertar a mamá. ¿Por qué estás dormido en mi cuarto? -Los ojos de Yuriy se llenaron de lágrimas. -Yu… - el mayor se acostó a su lado y lo tomó entre sus brazos - ¿Qué te pasa?

-Boris… - pronunció, sintiendo las manos de su hermano acariciar su cabello – es un idiota. No lo soporto. No sé por qué mamá lo hace. Quiero que papá regrese con nosotros…

-Lo sé – Bryan plantó un beso en su frente – pero eso es cosa de ellos. Nosotros solo pagamos los platos rotos.

-Duérmete conmigo

-Solo vine a buscar mi ropa de mañana. Logan me está esperando. Me dormiré mañana contigo, ¿Si?

Yuriy se aferró a él, mientras las lágrimas salían de sus ojos.

-Bry, por favor… me siento tan solo

El mayor suspiro.

-De acuerdo. Me quedaré. Solo le marcaré para avisarle.

Bryan se levantó de la cama y Yuriy escuchó cómo se disculpaba con su novio, le deseaba buenas noches y le decía que lo vería mañana en la mañana para que lo llevara a la universidad de camino al trabajo.

El pelilavanda regresó a la cama y se acostó nuevamente a su lado, pero no lo abrazó, sino que acarició su cabello y sus mejillas.

-¿Por qué lloras?

-La universidad es difícil.

-Maldición, Yuriy, llevas dos días. ¿Ya quieres aprenderte todo, pequeño Nerd?

-Cállate. No es eso. La gente… - recordó a Kai – oye, Bryan… Ese chico, Kai. ¿Lo conoces? ¿Te llevas con él?

-Ja, qué más quisiera. Todo el mundo lo conoce, va un año arriba de ti, pero sus amigos son ese grupo que siempre lo sigue. ¿Por qué? ¿Te gusta? ¿Eres gay, Yuriy?

-Tal vez si sea gay. Y no me gusta, sólo se me hace guapo. Él y su grupito son unos idiotas.

-Son un poco pesados. ¿Te hicieron algo? ¿Por eso lloras?

-No, no es eso. Es solo que me siento muy solo. Últimamente nunca estás, y hay cosas que no hablo con Ian y Spencer. Cómo lo de la sobredosis de Boris…

Flash Back

El cuerpo de Boris era arrastrado por Bryan al caro de su madre, quien se subió en el asiento del conductor y le temblaban las manos. Se le cayeron las llaves, y las recogió para encender el carro finalmente.

-Quédate con Yuriy – le dijo su madre al pelilavanda – dile a Logan lo que pasó, que hable al hospital que vamos para allá

-Los van a meter a la cárcel a los dos – dijo Bryan

Fin del Flash Back

-No debes decirle eso a nadie, jamás – el pelilavanda pronunció - ¿Me oiste, Yuriy?

-Sí, sí… - se secó las lágrimas y se recostó en el pecho de su hermano, quien pasó un brazo por su cintura – Tú no te irás como papá… ¿Verdad, Bry?

-No por el momento. Al menos hasta que salga de la universidad, estaré aquí. Y si me voy con Logan… viviremos aquí junto, Yuriy.

-Pero no podemos hacer esto en su casa

-Tranquilo. No me iré.

El pelirrojo miró al techo.

-Tres años… es lo que llevas con él. Es un buen chico. Yo lo quiero mucho, siempre ha sido muy bueno con nosotros – Yuriy vio como una sonrisa se formó en el rostro de Bryan – quiero que estés con él siempre. Ojalá… yo también pudiera tener a alguien como él… que me ame.

-Yo te amo, y mamá también – respondió Bryan – somos una familia, Yu. Siempre nos tendremos el uno al otro.

-Me refiero a otro tipo de amor…

-Si lo que quieres es sexo, conozco gente que te haría…

-¡No! – el pelirrojo tapó su boca con su mano – ya te he dicho que si lo hago, lo haré por amor, no solo por "sexo".

-Ja. ¿Pues de qué te quejas?

-Ash, nada. Ya cállate y déjame dormir.

Bryan sintió como Yuriy se acomodó entre sus brazos y se quedaba dormido nuevamente.

No podía negar que era el menor quien había sufrido más la ida de su padre, hace ya casi ocho años. Logan siempre había visto por Bryan, pero Yuriy no había tenido una figura paterna. Se sintió egoísta de dejar a su hermano tanto tiempo solo en su casa. Tal vez pasaría más tiempo en casa, aunque fuera en lo que él se acostumbraba a la universidad. De cualquier forma, Logan siempre era bienvenido ahí.

A la mañana siguiente, Ian había estado esperando a Yuriy por largo rato, pero como Bryan no había puesto la alarma, ambos se habían quedado dormidos. Se despertaron tarde para hacer ejercicio, pero aún era buena hora para ir a la escuela. El pelirrojo se disculpó con Ian y se tomaron su tiempo para desayunar en la casa, ya que por la hora no sacarían a pasear a Wolborg.

-¿Por qué te dormiste con Bryan? – le preguntó Ian entrando a la escuela

Yuriy no supo que responder. Por suerte, en ese momento llegó Spencer quien les mostró su nuevo celular que le había regalado su papá.

-Lo malo es que ninguno de ustedes tiene celular, así que el único que me escribirá será él – comentó el rubio en su primera clase

Yuriy estuvo muy distraído todo el día. La noche anterior había sido reconfortante, pero ahora no podía sacar un pensamiento de su cabeza. Bryan y Logan habían estado juntos desde que su hermano se volvió mayor de edad, o tal vez desde antes pero no lo habían hecho público, y sabía que se amaban con intensidad y lealtad. Él quería eso. Alguien que lo apoyara tal como Logan lo hacía con su hermano, alguien con quien salir y divertirse, alguien a quien besar, con quien hacer el amor…

Nuevamente, era el receso. Kai estaba solo con su amigo rubio en la mesa, al parecer los demás habían ido a la cafetería a comprar. En eso, Kai se levantó y se dirigía hacia el baño. Yuriy no supo por qué lo hizo, pero se levantó también y lo siguió.

Abrió la puerta, y Kai estaba frente al espejo, acomodándose el cabello. Yuriy se colocó frente a él y como no supo que decir o hacer, se lavó las manos.

-¿Está bien tu amigo? ¿El que vomitó la otra vez?

El mayor miró a Yuriy unos segundos y después se dio la vuelta, sin responder.

Kai salió del baño.

¿Qué coño había sido eso? ¿Por qué Kai no le había respondió? Y aún más perturbador, ¿Por qué Yuriy lo había seguido?

Esperó un par de minutos y después salió del baño. Regresó a la mesa con Ian y Spencer y terminó de comer.

Después de la comida, Ian se fue a su casa y como Yuriy no tenía tarea, iba a jugar con Wolborg cuando Bryan lo invitó a ir al parque con sus amigos.

-No dejes a Yuriy solo – le pidió Mel – y ya sabes que él debe regresar a la casa antes de las seis.

-Sí, mamá – contestó Bryan

Yuriy ya conocía a los amigos de su hermano, Johnny y Robert. No los veía mucho, ya que Bryan prefería pasar sus tardes con Logan, pero de vez en cuando iban a su casa.

-¿Qué te parece la universidad? – le preguntó Johnny

-Está bien – respondió Yuriy – las clases son interesantes

-¿Estás en Administración como nosotros? – preguntó Robert

-No, en Ingeniería – respondió él

-Vaya, si que debes ser inteligente – comentó el pelirrojo amigo de Bryan

-Es un Nerd – dijo Bryan

-Ash, no lo soy – dijo Yuriy justo cuando llegaron a la fuente.

Había bastante gente, algunas familias, parejas y más amigos.

Los amigos de su hermano eran agradables, y estuvieron platicando y riéndose hasta que dieron las 6 y era hora del ojiazul de regresar a su casa.

-Yo lo acompaño – dijo Johnny – ahorita regreso

Bryan dudó unos segundos, pero confiaba en su amigo, así que permitió que fuera él quien llevara a su hermano a su casa.

-¿No crees que tu mamá sobreprotege mucho a tu hermano? – preguntó Robert una vez que estuvieron solos

-Algo. – La mirada de Bryan se perdió en el horizonte – pero tiene sus motivos – pensó

-Este lado de la ciudad está padre – comentó Robert, quien era uno de los chicos más ricos de la escuela y vivía en la parte más exclusiva – deberías invitarnos más seguido

Johnny y Yuriy iban platicando sobre algunos maestros de camino a su casa.

-Y dime, pequeño Yuriy, ¿Hay alguien en la universidad que te guste?

-No, no me llama nadie la atención

-¿Eres gay?

Yuriy frunció el ceño.

-No me gusta hablar de mi vida privada con gente que no conozco bien, Johnny, lo siento.

-Lamento haberte incomodado – respondió él – es solo que…

Se detuvo y Yuriy lo hizo también.

-Eres muy lindo, Yuriy – lo tomó de la mano

El pelirrojo se soltó. Bryan le había contado sobre lo precoces y cualquieras que eran Robert y Johnny, sobretodo este último, así que jamás se sentiría atraído por alguien como él.

-Yo puedo regresar solo a mi casa, gracias – comentó y se dio la vuelta para seguir caminando

-No seas así, dame una oportunidad – el mayor lo sujetó del brazo y lo detuvo

-Suéltame, Johnny

-Vamos – el otro pelirrojo se acercó a él

-¡Que me sueltes!

-Suéltalo, Johnny

Ambos voltearon a ver al chico que caminaba hacia ellos.

-Logan – Johnny soltó al ojiazul - ¿Qué haces aquí?

-Voy al parque, Bryan me dijo que está ahí. ¿Estás bien, Yuriy?

-Sí. Johnny ya se iba a regresar, y yo voy a mi casa

Se dio la vuelta y los dejó para continuar su camino. Logan le dirigió una mirada mortal a Johnny, quien no dijo nada y regresó al parque.

-Bryan me dijo que te sentiste mal ayer – le dijo cuando alcanzó al ojiazul

-Perdón, se que iba a pasar la noche contigo y lo arruiné

-No te preocupes, sabes que también me preocupo por ti y jamás me interpondría entre tú y tu hermano. Aunque últimamente ha pasado mucho tiempo conmigo, soy yo quien debe pedirte perdón.

-Logan, ¿Tú amas a Bryan?

Se detuvieron frente a la puerta de su casa

-Amo a tu hermano más que a mi propia vida, Yuriy – Logan sonrió – tú lo sabes

-Sí – el pelirrojo miró al piso – dice que saliendo de la universidad se irán a vivir juntos

-Ese es el plan – continuó sonriendo – pero ambos te queremos, Yuriy, estaremos cerca de ti y de Mel

El pelirrojo no dijo nada.

-Tengo que entrar – abrió la puerta – gracias por acompañarme, y por lo de hace rato

-No te preocupes – Logan acarició su cabello de la misma manera en la que Bryan lo hacía – que te sientas mejor

El ojiazul no dijo nada. Si hablaba, se iba a soltar a llorar. El cielo estaba nublado, así que ya había oscurecido. Escuchó la voz de su madre en la sala, al parecer tenía un cliente. Le avisó que ya había llegado y entró al baño.

Empezó a llorar. Por la pronta partida de Bryan, por el atrevimiento de Johnny, porque extrañaba a su padre, porque se sentía solo… Abrió el gabinete frente a él y sacó una pequeña navaja. Volteó su brazo izquierdo hacia arriba. Su piel era tan blanca que las cicatrices en él apenas se veían. Solo alguien que supiera que estaban ahí podría distinguirlas.

Se tiró en el piso y se recargó en la pared. Penetró su piel con la navaja y trazó una línea de aproximadamente quince centímetros y cerró los ojos, disfrutando de la sensación del agudo dolor que ardía en su brazo. Sonrió. Tenía ya casi dos años desde la última vez que se había cortado.

Al siguiente día, Yuriy iba caminando solo por un pasillo en la universidad, ya que Ian y Spencer habían ido a la cafetería a comprar algo de tomar y él iba a esperarlos en su próximo salón. Iba tan perdido en sus pensamientos que no se dio cuenta cuando chocó con alguien.

-Idiota – el chico de cabello negro lo empujó - ¡Fíjate! Recoge mis cosas -El pelirrojo miró sus libretas regadas en el suelo, así que se agachó para recogerlas, pero al hacerlo, Ray lo empujó y lo tiró al piso, al igual que sus cosas -Ja, eres patético

Bryan pensó Yuriy

-Ray, ¿Qué haces? – nuevamente ese chico rubio que ya lo había ayudado anteriormente – vamos a llegar tarde a la clase de Teatro

-Solo jugaba, Max. Vámonos. – Ray se agachó a recoger sus cosas

-Déjalo en paz, sólo porque Kai dijo que era lindo ya lo odias, ¿Verdad?

-Ja, Kai lo dijo por su cara, pero jamás se fijaría en alguien que se viste como él – fue lo último que escuchó Yuriy antes de que ellos se alejaran.

¿Kai dijo que soy lindo? – Pensó Yuriy, y se dirigió a su salón.

A la hora del receso, espero un momento en el que Kai estuviera solo y se acercó a él.

-¿Kai? -El bicolor volteó a verlo, pero como llevaba puestos unos lentes oscuros, Yuriy no podía ver esos ojos que tanto le gustaban – Sólo quería preguntarte…

-Kai, no tenemos la clase de Radio. ¡Vamonooos! – El chico de cabello azulado llegó hasta ellos, lo tomó del brazo y se lo llevó

-No tan rápido, Tyson – dijo otro chico que también había ido con ellos, el único que usaba lentes y escondía sus ojos entre su cabello – tenemos toda la tarde para salir de cualquier forma

Maldición – pensó Yuriy – Pero mañana, Kai. Mañana lograré que me hables.

Regresó con sus amigos, mientras planeaba un plan para interceptar a Kai cuando estuviera solo y poder entablar una conversación con él.

Continuará

Bueno, eso ha sido todo. Este fic es una promesa para cierta escritora –ejem Gabz- que también me prometió seguiría uno de sus fics –ejem Lobo de Luna ejem- jijiji.

¿Alguién cree saber qué carrera estudian Kai y sus amigos?

Ahora, algunas aclaraciones:

En la película A los 13, la mamá de la principal se llama Mel y me gustó conservar el nombre de la señora, mientras que todos los demás nombres son de Beyblade y Logan es simplemente un nombre que me gusta mucho.

Los amigos de Kai son… ¡Si! Los Blade Breakers, sólo que imagínenselos guapos y sexies, incluso a Kenny.

Espero poder subir un capitulo al día o al menos cada tercer día. Este capítulo es más corto y tranquilo que los demás porque es como una intro donde hice aparecer a los personajes principales y a explicar un poco cómo es la vida de Yuriy, pero a continuación vendrán las cosas fuertes.

Espero haya sido del agrado de todos.

Finalmente, si alguna de mis amigas escritoras que solían escribir fics de Beyblade en nuestras épocas de oro (antes de la universidad, cuando aún teníamos mucho tiempo libre), quiero pedirles que se animen a escribir nuevamente, hay muchos fanfics geniales por ahí que no tienen una conclusión y todos nos morimos por saber qué pasa después, así como crear nuevas historias, ¡Tienen una lectora asegurada! Y les apuesto a que muchos también los leerán :D

Cloy Jubilee~