¡Me alquilo el 14 de Febrero!
Todo comenzó con un anuncio en facebook. Kagome lo había publicado en uno de sus momentos de aburrición, y claro, por haber perdido una apuesta con sus amigas, en una imagen, con esta información:
~¡Alquilo para el 14 de Febrero!
+Tarifas:
- "Amigos": $200
- "Novios de manita sudada": $300
- "Amigos con derecho": $400
- "Cena de Enamorados": $500 (Incluye foto para facebook y tú pagas la cena.)
- "Cena en casa de Padres": $1000 ($1200 si quieres que impresione a tus padres.)
- "Simular Amor": $3000 (Incluye besitos y un regalo sorpresa)
- "Si quieres que te crean": $6000
Empezamos a andar desde el 13 de Febrero y terminamos en 1 mes. (Incluye álbum de fotos en facebook, publicaciones tiernas cada dos días, besos y abrazos a gusto del cliente.)~
No era nada en serio. Pero con un par de Amigas habían echo una apuesta, y ella fue la perdedora: El resultado, esto. Lo que tampoco espero, es que 5 minutos después, hubiesen más de una docena de chicos pidiéndole a distintas tarigas.
¿WFT?
Fue su reacción. ¡Era broma! ¡Una broma! ¿No lo captaron?. Las chicas, bromearon con algunos de ellos, en especial Rin, por que le sorprendía la cantidad de hombres que decidieron hacerse paga por tener a Kagome de novia, aunque fuese a la falsedad. Ellas rieron en privado, sorprendidas por las ofertas que le pusieron a la Higurashi.
Kagome estaba apunto de apagar el Notebook, cuando un comentario más apareció en la Imagen.
~Sesshomaru Taisho: ¿Te parece una oferta más elevada? "Cena de Enamorados" "Simular Amor" "Si quieres que te crean".. Tu dices..~
La sorprendió. ¿Acaso el Sesshomaru, frío e indiferente de su clase le invitaba? ¡Vaya! Eso era aun más sorprendente. Abrió el Chat privado del chico, y comenzó.
~Kagome: No me lo espere de ti. ¿Es enserio?~
~Sesshomaru: Tan serio, como que soy el más popular entre las chicas del colegio.~
~Kagome: ¿Tanta seriedad? ¿Estás seguro de querer estar conmigo durante un 1 mes? ¡Vamos!,.. ¿tú?
~Sesshomaru: Lo quiero. No te voy a negar que eres linda, y mi padre me presiona ¿Me ayudas? ¿O desperdiciarás la oportunidad de que te consienta por todo un mes?~
~Kagome: Bien, bien, te ayudo, hombre. Que se lo que se siente la presión. Desde el 13 ¿O empiezas antes?~
~Sesshomaru: Hoy es 2 de Febrero. Empecemos mañana, pero el mes termina el 14 de Marzo, si es que me cobras más, que decir, te pagaré.~
~Kagome: Bien, mañana. ¿Me tengo que presentes en casa de tus padres o que?~
~Sesshomaru: Si, paso por tí. En ese caso agregamos "Cena en casa de Padres".~
~Kagome: Nos vemos.~
~Sesshomaru: Hasta pronto.~
Habló de ellos con las chicas. Tampoco se lo podían creer: ¡Que el sexy Sesshomaru, le pedía a Kagome que lo ayudará!, pero se la terminaron por tragar cuando la chica les mostró el trato cerrado. Tendrían que ver a su amiga con aquel hombre, por el que todas ellas morían.
No era tan malo. Bueno,.. ¡Si lo era!
O*o*O*o*O
Despertó al día siguiente. Con un dolor de cabeza increíble, doliéndole las mejillas de tanto reír por la noche con sus amigas. Era sábado, muy afortunadamente. Eran las 9:00, y Sesshomaru la llamó diciéndole que ira a por ella a las 12:00 .. ¡Y el era demasiado puntual!
Apresurada, corrió a al baño.
Comenzando a caer la tibia agua sobre su suave piel, mojando su azabache cabello. Se enjuagó con delicadeza la piel, tallando cada parte de su cuerpo. Lentamente, un aroma a frutas invadió el baño, rodeando el cuerpo de ella. Su cabello bien pegado a su cuerpo, comenzaba a relucir más. En esos instantes, de dio a pensar en Sesshomaru. Aun, ella misma, no podía creer que fingiría ser la novia de él.. ¡De Sesshomaru!, aquel chico tan frío al que todas aspiraban.
Suspiró agitadamente.
No consideraba que solo pensar en él: le costaba. Pero, de todas maneras, no era el dinero lo que le interesaba, lo único que sí: Era pasar un buen mes, y no arrepentirse luego de lo que había hecho en él.
Terminó por cambiarse. ¿Que podía ponerse para visitar a los suegros?. Una falda no venía bien, pero con la calor, un pantalón tampoco era la mejor opción. Se decidió a un vestido beige. La tela de la falda era algo transparente/brillosa, por lo cual se colocó un falso bajo él, nada levantado, solo la tela blanca que le binó muy bien. La parte de arriba no era demostrativa, con cuello circular, sin mangas, y con algunos detalles y colgantes combinados. Su piel resaltaba bien con el vestido.
O*o*O*o*O
Terminaba de maquillarse. Con un poco de rimen/rimel, no para resaltar, más bien como detalle, y un rosado en sus labios. No quería dar mala impresión, así que: Uso unas sandalias a color, y un bolso pequeño, colgado diagonalmente. Se miró al espejo: rara vez se vestía con tanta inocencia, a ella le gustaba más la diversión, pero esta también era parte de su personalidad.
La puerta de su casa sonó. Ella sabía que su Madre abriría así que bajo con tranquilidad. Y al llegar a la puerta, le observó bien. Vestía un pantalón ajustado color azul marino. Y una camisa blanca suelta, con un corbata negra cayendo más abajo de dos botones abiertos. Sonrió. Se veía bien así. Aunque la combinación pasaba el contrastado.
— ¿Nos vamos?—preguntó el joven peli-plata.
Asintió con la cabeza, ante la sonriente mirada de mi Madre. Para salir, tomando el brazo que él extendía para guiarla. Seguía sorprendiéndola que tuviese plata sus cabellos, y ojos dorados, pero sabía que su familia era de distinto lugar. Ahora mucho no importaba.
O*o*O*o*O
— Llegamos.—anunció el mayor, bajándose de un lado aquel lujoso Auto.
Mi mirada quedó en blanco al ver por la ventanilla a tal casa. ¡Era enorme!, escuchaba muchas veces como Inuyasha presumía de sus pertenencias, pero no me espere aquella mansión totalmente cubierta de blancos, celestes, y dorados. Sesshomaru abrió la puerta de donde ella se hallaba, pensaba bajarse sola, pero él había sido buen caballero: "O al menos lo hacía creíble".
Se bajó del auto, guiada por el brazo del mayor. Adentrándose al enorme lugar y ahí en la entrada: le esperaban dos personas mayores, aunque sin arrugas que les delataran, elegantemente vestidos, sonriendo satisfechos y complacidos.
— ¿Con que eres tu la jovencita Kagome?—interrogó el mayor, teniendo los mismos cabellos plata, solo que atados en una alta coleta.
— Lo soy, un gusto conocerlos, señores Taisho.—saludó amablemente la joven.
La hicieron pasar, junto a Sesshomaru. El peli-plata le tomó de la mano, pues a los dos adultos se les ocurrió ir detrás de ellos. Kagome no hizo más que aceptar la mano que estrujaba la suya propia. Fingiendo que fingía sonrojarse.
~Y ahí comenzaba todo, fingiendo fingir..~
