Después de contemplarle unos cuantos minutos, se sentó alado de su pareja, tomando a su vez con suma delicadeza los mechones de su cabello, aunque se suponía que la sensación del cabello de Aoba había desaparecido, Mink siempre que lo sostenía procuraba hacerlo de aquella manera tan cautelosa, mas ahora que dormia.
Esta noche, sus sueños le recordaron una vez más el daño que le había causado en el pasado, no únicamente lo había agredido a golpes de una manera tan brutal, incluso había abusado sexualmente de él, con el fin de someterlo y utilizar el poder de Aoba para su venganza contra Toue.
Era increíble, el que Aoba estuviera aquí, en esta casa, a su lado ofreciéndole una nueva oportunidad a pesar de todo lo que le hizo, con más razón no lo merecía, pero que se podía hacer con este terco muchacho.
-¿Qué haces a mi lado?- Era seguro Aoba podía encontrar a alguien mucho mejor, tal vez ese amigo de la infancia suyo que tanto lo cuidaba fuera una mejor opción, aunque no lo admitiera, o incluso no se habían dado cuenta Koujaku ni Aoba , Mink se había percatado en su tiempo en Midorijima con que adoración miraba a Aoba , él si sabía atesorarlo.
-Tú no me amabas, aunque yo...- Se guardó aquellas palabras para sí mismo. aunque Aoba no lo había expresado con palabras directas a él sabía el profundo desprecio que le tenía en aquella época con nada mas mirarle. Considero que pudo ser lastima departe del joven, cuando utilizó el scrap algo debió cambiar la opinión de Aoba respecto a Mink, eso pudo haber sido, pero el mismo Aoba le dio entender que sin querer le había dejado intrigado por su persona.
-¿Cuál es la diferencia de es Mink al de ahora?- Dijo con pesar, antes de decidirse por dejar la habitación. Entonces sintió la mano de Aoba detenerle.
-La diferencia de ese Mink al de ahora es…-
-Aoba- susurro Mink, entonces Aoba continúo.
- Que ya no está cegado por la venganza, este Mink de ahora es libre…y con estas manos desde que es libre ha procurado mi bienestar-
Ante ello Mink sonrió cálidamente-Ya veo-Se inclinó ligeramente sobre el cuerpo de Aoba, posando su mano gentilmente sobre la frente del joven –ya, duerme-
-Ok, buenas noches-
-Buenas noches- le contesto Mink
En efecto, la muerte de Toue marco el fin de la meta que Mink se planteó tras haber perdido todo lo que amaba, pero ese acto jamás lo libero, el comienzo de su liberación fue antes de ello, cuando Aoba habló:
"Estas vivo" sencillas, pero muy poderosas resultaron aquellas palabras.
Y culmino con el retorno de Aoba, inesperado en muchos sentidos, el no debería estar aquí a su lado, así es como piensa Mink, alguien más debería tener este privilegio, pero por el momento lo que le queda es atesorarlo a él como a cada momento que estén junto ahora en adelante, en este nuevo viaje.
