Siente una mirada y levanta la vista de su comida. Dirige su atención hacia la mesa de Slytherin y ve que el lo observa. Suspira y lo sigue mirando. El tampoco aparta su mirada, pero se le nota un pequeño rubor en sus mejillas. Harry sonríe y vuelve a desviar la mirada hacia su comida.

No hace falta volver a mirar al Slytherin porque esta completamente seguro de que ahora este esta completamente rojo y con una gran sonrisa en su cara.

Siempre es lo mismo.