Comenzaba otro día para la famosa estrella de 19 años Billy Joe Cobra. Después de una noche de fiesta y diversión, el músico decidió tomarse unos días libres para relajarse antes de su gira por el país.
El sol asomó por las ventanas de su habitación, lo que hizo que se despertara y comenzara a pensar en lo que haría ese día.
"Buenos días Wendy" dijo sonriendo a su cocodrilo miniatura que yacía dormido a su lado en la cama. Éste sonrió de vuelta y siguió durmiendo mientras Billy se levantaba. "Bien" pensó para sí "creo que me prepararé algo de desayunar y luego veré que hago".
Se escuchaban en la cocina los típicos ruidos de las mañanas: sartenes friendo, tostadas saltando, microondas girando, etc. No era gran ciencia para la estrella hacer un buen desayuno y las pocas veces que lo hacía, le quedaba excelente (aunque dejara un desastre tras él).
Al terminar fue a la sala de estar para ver la televisión mientras comía.
No pasó mucho tiempo antes de que fuera de la mansión se comenzaran a agrupar las fans, gritando y aclamando a su ídolo. "Adoro esta adoración. Es genial que sea todo para ellas… pero sinceramente, a veces se sobrepasan"
El día siguió como cualquier otro. Billy había reforzado la seguridad alrededor de su mansión, pero toda esa atención le dio una idea: organizó un concurso donde pondría a prueba la lealtad de sus fans. El concurso, o más bien juego, consistía en que él saldría a la noche con uno de sus trajes más clásicos (al igual que antiguo) y la fan que lo descubriera, se ganaría un concierto privado.
Llegada la noche se dispuso a vestirse para el juego. Con converse rojos, jeans azules algo ajustados, camisa a rayas, corbata roja y una chaqueta verde dejó la mansión y puso manos a la obra.
Billy's p.o.v
Estaba muy emocionado. Por alguna razón las luces de la calle estaban apagadas, pero no le di importancia. Eso sólo le daría más intensidad al juego.
Salí de la mansión por una puerta secreta y corrí un poco para alejarme de ahí. Cuando estuve lo suficientemente lejos, uno de los guardias le contó a las fans el juego que había hecho.
Alcancé a escuchar sus gritos y luego sentí cómo corrían hasta mí. Me detuve un momento, pero ellas no y me pasaron, yendo directo al centro de la ciudad.
Sonreí. Esto sería divertido.
