-¡Gumm…!
El Rey de los vampiros no se lo podia creer. Ahí, sobre uno de los numerosos acantilados del Dulce reino, Prince Gumball, el heredero de todo lo que alcanzaba la vista le había estampado un beso. Accidental, pero un beso al fin.
Las mejillas de Marshall habían tomado la encendida coloración de las del Príncipe Goma de Mascar. Definitivamente eso no estaba bien. El dulce príncipe literalmente le había caído encima, desde una gran roca en la que se había subido para intentar instalar uno de sus artefactos que le permitirían mirar más profundamente en las entrañas del universo.
De repente los ojos del rosadito le parecieron adorables, eso claro, se terminó en cuanto volvió la cordura a su cuerpo. Intentó sacudírselo de encima en vano, pues el lívido principito aún no salía del choque emocional producido por la caída.
-No… Marshall. No te muevas.- dijo en voz baja, entrecortada y notoriamente dolorida.
-¿Te duele algo, Gum-Gum?- Musitó preocupado. Si así era, tendría un fúrico problema llamado Fionna moviendo mar y tierra para encontrarlo hasta el fin de sus días. De los días de ella, claro.
Se irguió hasta quedar sentado, con el menor entre sus piernas, buscando con cuidado la zona que producía dolor en la anatomía de su compañero hasta dar con la muñeca derecha de la que brotaba un delgado hilo escarlata ante el cual su naturaleza vampírica no se resistió, lamiendo lentamente la suave piel y causando que el Príncipe se estremeciera, quedó limpia.
La noche era hermosa.
Los ojos de Gumball brillaban a causa de las lágrimas retenidas a fuerza, en un ataque de algo que no sabía describir, Marshall tomó el rosado rostro entre sus manos y besó suavemente, con dulzura los labios que aún temblaban por el contacto.
.o.o.o.
A la mañana siguiente el dulce príncipe no se sobresaltó al saberse inmerso en su propia y confortable cama, pero lo que sí le alarmó es que no tenía ningún recuerdo de la noche anterior en su memoria; mas por el contrario, su cuerpo parecía gritar de dolor por las numerosas mordidas y moretones que lo decoraban. En la rosada mesita de noche había un papelito escrito con descuidada caligrafía y decía.
"Nos vemos esta noche, mi dulce príncipe"
Fin…!
Notas finales: Escribí esta historia el 21 de Octubre… y recién lo he concluido hoy. Espero que haya sido de su agrado, me fasciencanta esta pareja y los fics de ella… gracias a las personas que ayuden a extender el fandom de Adventure Time, es una gran mina de yaoi y debe ser explotada.
