Los Jóvenes Titanes no me pertenecen, son propiedad de la DC comics y Cartoon Network

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Mi novia y yo

…¿Aun me recuerdas?...

Capítulo 1

Pasado, presente

El día en que conocí a Rachel no fue precisamente el día más grandiosos de mi vida, no me malinterpreten, ella es grandiosa, pero sinceramente hay ciertos cosas que me gustarían que hubieran sido diferentes.

Verán ese caluroso día de verano yo me encontraba haciendo una de mis actividades varias preferidas. Como encontrar junto a mi mejor amigo la manera de escabullirse a la sala de profesores, localizar el cajón de objetos confiscados, recuperar mis preciados comics. Cosas de adolecente promedio.

-¡Regresen aquí pequeños malhechores!

-¡Corre por tu vida Vic, corre!

Para variar el profesor de educación física debería ser capaz de poder alcanzarnos, pero por todos los cielos nunca lo he visto correr dos metros sin agitarse. El señor Monsieur Mallah es un gorila gigante que solo sabe dar órdenes a su pandilla de futbolistas tan sobrealimentados como él. Así que mientras corría abrazado a mi edición inédita del caballero de la noche que acababa de recuperar, sus jugadores-esclavos hicieron su aparición casi inmediata y comenzaron a perseguirnos por los pasillos. Tan ruidosos y enormes no nos perdían de vista ni aunque corriéramos por entre los demás alumnos, entre las clases, ni aunque le tiráramos sillas como obstáculos, o lo que sea, es por eso que luego de casi veinte minutos de andar en círculos por todo el instituto escolar de Jump city, decidí tomar la decisión más valiente.

-¡Vic sacrifícate por mí viejo!

-¡Estás loco!

-¡Uno de los dos tiene que vivir, y yo valientemente me elijo!-grite agitado con la enorme manada de futbolistas pisándonos los talones- ¿¡o tienes otra mejor idea?!

-Tu derecha, yo izquierda.

Así fue como Víctor tomó el pasillo hacia el comedor, y yo me lancé hacia mi no-izquierda. Pensé estúpidamente que la suerte estaba de mi lado cuando vi como nuestros perseguidores me olvidaban e iban en busca de la presa más grande, mi mejor amigo. Abracé mi historieta mientras seguía corriendo, así fue cuando….

De repente todo se puso en blanco, caí de espaldas con un dolor insoportable estallando en mi nariz.

Me revolqué en el lustroso y frio piso, con ambas manos sobre mi rostro unos segundos de dolorosa angustia y confusión, cuando por fin pude abrir los ojos y ver lo que sucedía casi me da un infarto.

Frente de mi recostado en el suelo, tomando con ambas manos su rostro estaba alguien.

Tardé unos minutos en comprender lo que había pasado, pues mi mente oscilaba entre las palabras y verbos: …correr…. Caer… dolor.. golpe…. falda….

Conclusión:

Choqué con alguien, choqué contra una chica. ¡Maldición!

Me puse de pie y me apresure a ayudarla.

-No sabes cuánto lo lamento, yo , yo…

-No me toques -respondió ella esquivando mis manos.

Recuerdo que en ese preciso momento analicé la posibilidad de lanzarme por la ventana y escapar de esa situación, no podía ponerse peor. Estaba en serios problemas. Una vez más musité una disculpa y me arrodille junto a ella sin saber que hacer realmente. Temblando y sudando frio.

-Hablo en serio…no me toques -volvió a advertirme ella sin dejar de presionar con su mano su mejilla derecha- solo quédate quieto ¿entendido?

Me detuve obediente. La vi ponerse de pie, acomodarse la falda del uniforme escolar y mirarme unos eternos segundos:

-Eres del salón "A"… Garfield Logan ¿verdad?-preguntó.

Asentí muerto de miedo, creo que nunca odie tanto mi nombre como en ese momento. Era mi final, ella sabía quién era, podía acusarme con la directora sin ningún problema, demandarme, poner una orden de restricción, cualquier cosa.

-Bien Garfield creo que deberías saber que te rompiste la nariz -suspiró- mira tus manos.

Sin creérmelo todavía, lo hice y me percaté de que ambas estaban empapadas de color rojo, por autoreflejo me toque la nariz. Un dolor agudo estallo en mi cabeza y se extendió por mi rostro. Era mi sangre después de todo.

Recuerdo haber corrido al baño para poder limpiarme todo el enchastre sobre mí y luego escapar por la ventana.

Al día siguiente me prepare mentalmente para afrontar todo el lio, había corrido por los pasillos, había chocado contra alguien para luego de alguna manera escaparme de la escuela.

Pero nada sucedió. Es más, algunos se preguntaron el porqué de la venda sobre mi nariz, pero nada más. Le pregunte a Víctor que rayos había pasado luego de que nos separamos por los pasillos el día anterior.

-Amigo, conseguí que me aceptaran en el equipo de futbol, eso pasó -exclamó orgulloso.

-Me refiero a lo que paso conmigo.

-¿No deberías saberlo tú?

-¡Solo dilo!

-Está bien Gar, veamos… te perdí de vista, volví a clase. Luego vino Rachel, ya sabes, la chica del salón "B", y le explicó a la profesora que te habías sentido enfermo y te retiraste de la escuela. Dijo que te vio en la enfermería, ella necesitaba algo de hielo porque se había golpeado el rostro en clase de gimnasia.

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Así fue como conocí a Rachel Roth del salón "B", bueno me enteraría más tarde de quien era realmente, y desde ese día fue perseguirla, mirarla desde lejos. Sin agallas para agradecerle por lo que había hecho por mí, ni para disculparme por la contusión que le provoque en su mejilla derecha.

El tiempo pasó, y comencé a preguntarme si ya me habría olvidado.

"oye soy el chico que se rompió la nariz contra ti, ha pasado tiempo je je ¿te gustaría salir conmigo?"

De a poco y de tanto estar pendiente de ella, se convirtió en mi amor imposible. Ya sabes la chica por quien te desvives, pero eres incapaz de pronunciar palabra cerca de ella. No era el único, para colmo varios chicos ya desde entonces trataban de cortejarla, chicos por supuesto que no eran de mi salón. Más altos, atléticos e inteligentes. Y si Rachel, les decía que no, quedaba claro que yo no tendría ni la más mínima posibilidad.

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Tuvieron que pasar tres años desde el día en que la conocí. Y así es cuando llegamos al hoy, a este preciso momento.

Cuando estoy atravesando el patio escolar pacíficamente, y todo se vuelve blanco….

Caigo de espaldas sobre el césped empujado por una fuerza desconocida, confusión y dolor. Cuando al fin puedo abrir los ojos para poder encontrar explicación a lo que sucede casi me da un infarto.

Y mi mente oscila entre imágenes, palabras y verbos:

…..Patio escolar….todo el mundo volteando a ver….a….. Rachel Roth…... sobre mí…

-Solo quédate quieto –murmura ella ya sentada sobre mi, alejando mis manos con las suyas. Yo obedezco y la observo acercarse a mi rostro. Creo que oigo gritar a alguien a lo lejos, pero ¿qué importa?

Si en segundos puedo sentir sus labios contra los míos en un húmedo beso

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¿Segundo capitulo?

Connor Kurasay