Hey! Aquí estoy, otra vez, pero con una pequeña historia:)

Este drabble participa en el reto de las "Semes caguaii" uwu dedicado a los semes más semes que puede haber en este mundo; Mr. Ortencio y su bigote de la maldad, Mr. Juancho, Mr. Pepe, Pamcho cnpay y Herculeano!

Disculpen la tardanza y disfruten la lectura, espero y sea de su agrado.


Cuando los arboles de cerezo florecen, no había lugar más bello para apreciarlos, que en la habitación del de hebras color ébano, según Makoto. En cambio a Haruka le importaba poco el lugar donde las observaran, siempre y cuando su querido Tachibana estuviese a su lado.

- Haru, esta noche, ¿Veremos los cerezos? – Pregunto el castaño, quien vestía una camiseta rayada color naranja junto a un saco color verde pino y unos jeans azules, usando, en su muñeca derecha, un brazalete de color café adornada con pequeñas perlas scrapbooking de color plata.

- Esta bien – Dijo Haruka el cual vestía una camisa azul marino y unos jeans del mismo color, con un brazalete idéntico al de Tachibana, usándola en su muñeca izquierda.

Ambos jovenes caminaban de manera tranquila y silenciosa, a pesar de eso, el ambiente no era incómodo. Porque bastaba con una mirada, una llena de amor y comprensión, para comprenderse, para decirse cuanto se amaban, las palabras sobraban.

Las personas caminaban con su canasta repleta de comida, pequeñas familias o grandes, parejas y amigos se paseaban de aquí para allá, observando los cerezos y disfrutando de la presencia de los que más amaban, aunque la vista era completamente hermosa, Makoto prefería mil veces la alcoba de Nanase, porque la vista era perfecta y podía abrazar tranquilamente al azabache.

Ellos se amaban. Sin embargo, su amor estaba prohibido; así que la única manera que tenían de amarse era con la mirada

.

Cuando el sol ya se había ocultado y la luna lo había remplazado, ambos jóvenes se encontraban en la habitación del azabache. Ambos sentados sobre la cama del mayor, observando los hermosos arboles rosáceos y los pequeños pétalos siendo arrastrados por la brisa primaveral causando que algunos de aquellos pétalos rosados se elevaran, entrando por la ventana de aquella habitación, siendo recibidos por la dulce atmosfera que emanaban aquellos hermosos jóvenes.

La luna era testigo del amor de que sentían, Makoto era devoto a Haruka y él estaba más que enamorado de Tachibana, era un amor mutuo, sincero y dulce.

El castaño tomo delicadamente el rostro de Nanase con sus grandes manos, beso ambas mejillas con dulzura, su nariz y su frente, mirando con detenimiento, la belleza de Haruka.

- Te amo Haru – Le dijo pegando su frente con la del de ojos color zafiro.

- Y yo a ti Makoto, y yo a ti – Luego de eso, de manera silenciosa, capto los labios del castaño dándole un delicado y tierno beso, mientras que el castaño pasaba una de sus manos tras de su melena azabache, manteniendo una cercana distancia.

- Nunca me dejes –

- Nunca – Haruka sonrío, esa que era especialmente para Makoto.

- Eres tan lindo que quiero…. – No pudo terminar, pues Nanase le interrumpió.

- Makoto, no tendremos sexo hoy, mañana hay práctica – Replico, entonces Tachibana rió ante el comentario de su querida pareja.

- Hahaha~ está bien, Haru-Chan – Y nuevamente, se besaron.

Porque ellos se amaban a escondidas, como si estuviesen cometiendo un delito, sin saber que eran uno de los amores más bellos que el mundo haya tenido la dicha de contemplar.


¿Qué les pareció? ¿Les gusto? Bueno si fue así te agradecería si me dejaras un hermosos rw y si no te gusto, son bien recibidas las críticas constructivas.

Espero y les haya gustado, !:D

Bien, me despido~

Chao~