Hellsing y sus personajes pertenecen a K. Hirano blablá.
Fic participante en el Reto Anual 2017 del foro La Mansión Hellsing.
Fic 3/14(?)
Actividad 13: Drabble centrado en el personaje que MENOS te guste (sin bashing).
Personaje: Seras (versión Gonzo).
N.A: Permítanme aclarar algo, cuando escojo a Seras como el personaje que menos me gusta lo hago tomando como referencia el personaje enseñado (y horriblemente modificado) por Gonzo en la versión animada de Hellsing, no al pj original del manga y/o OVA's. Me agrada la Seras original, pero en Gonzo me pateó desde el inicio.
Advertencias: Aluseras unilateral, algo de Alugra camuflado (o no tanto) en el fondo. Título trillado.
Sin revisar. Todos los errores me pertenecen, gracias XD.
Master of Master
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Cerraba los ojos y lo primero que acudía a su memoria era la imagen de su Maestro observando concentradamente a su Ama. Seras no le había visto esa mirada antes, nunca; ni siquiera cuando el vampiro estaba matando. Sus ojos delataban una total atención hacia la figura rubia tendida en la cama.
Abrió la boca tratando de decir algo, de llevar esos ojos rojos de vuelta a ella una vez más, aunque fuera de forma momentánea. Pero las palabras se atoraron en su garganta y apenas pudo balbucear. "Lo siento" dijo, y se alejó a pasos rápidos, huyendo de la habitación con la cabeza gacha.
Quería quedarse ahí y observar la batalla de Integra, quería que la rubia mayor sobreviviera, pero no podía ver la forma en que su maestro estaba observándola. Debería haberlo sabido, sospechado al menos, pero esos dos eran tan misteriosos y parcos que la sola idea jamás cruzó su cabeza juvenil repleta de cabos sueltos.
"Integra decidió pelear por su vida —había dicho Alucard—. No rendirse es lo que la hace fuerte". ¿Acaso era un reclamo oculto? ¿qué pensaba de ella, que había dejado que él la mordiera? ¿creería que era débil? Pero había sido él quien le disparó… Seras llevó sus rodillas hasta el pecho, apretándolas juntas.
Maestro de su Maestro.
La frase sabía agria contra su paladar. El "Maestro/Discípula" significaba un vínculo especial, no podía imaginar qué significado tendría un "Maestro/Maestro".
Suspiró pesadamente, tratando de ahogar las ideas revoloteadas en su cabeza. No había motivos ni causas para que ella estuviese allí, bajo el sol abrasador de julio, equilibrándose precariamente bajo la sombra delgaducha proyectada en las escalas mientras divaga acerca de la relación de sus superiores y el papel que a ella le queda delegado en dicho esquema. Alucard la había convertido por algo, algo que ella aún no comprendía del todo, pero que existía. No era un mero capricho del vampiro, no. La misma Integra lo había insinuado, ¿cierto? Su existencia como draculina no provenía de un acto egoísta y caprichoso del nosferatus; había algo más, tenía que haber algo más…
Las pupilas rojizas se elevaron al cielo despejado de media tarde y el color azul oscuro del infinito le recordó otros iris similares que reposaban bajo los párpados cerrados tras las paredes en esos momentos. Los ojos de una persona que se había ganado la confianza absoluta del mismísimo Drácula, y por quién el vampiro cruzaría todas las líneas posibles con tal de mantenerse a su lado. Incluso –tal vez– podría llegar a convertirla…
Seras se levantó de las escalinatas de regreso a la mansión. Necesitaba pensar en otra cosa con urgencia antes de que la idea, minúscula pero existente, de no volver a ver esos hermosos ojos azules abrirse de nuevo se hiciera un hueco mayor en su cabeza.
Integra Hellsing era el Maestro de su Maestro, y ella debía comenzar a asimilarlo.
