Como cada mañana desde que se convirtió en inspectora se levanto y se ducho. Mientras el café se preparaba en la cafetera dejando su aroma por toda la cocina y el salón, Beckett cogió pan para cortase unas rebanadas con tan mala suerte que se corto el dedo
-Auch, mierda y yo sin tiritas- Se chupo el dedo y paso de comer el pan, ya no tenía ganas, cogió el periódico y se dispuso a leer, lo mismo de todos los días, la bolsa cayendo, un hombre desaparecido, los Lakers han ganado por 8 puntos… y llegó a la parte de entretenimiento y allí estaba él, Castle. Hacia como un año y medio que no lo veía, desde aquel día en el cual se habían peleado y él le había confesado que la quería, y ella lo único que hizo fue ignorarlo e ir detrás de aquel que le disparo, acabando gravemente herida en el hospital por causa de la terrible paliza que le dio. El periódico decía que Castle presentaba un nuevo libro, que nada tenía que ver con la policía Nikki Heat. Beckett lo cerro, no quería saber nada de él, no quería volver a pensaren él, le había hecho mucho daño, ni siquiera fue a visitarla al hospital y mira que ella lo había llamado y todo. Termino u café y se dispuso a ir a la comisaria. Nada más llegar se le acerco esposito.
-No te quites el abrigo, tenemos un caso- le aviso, Beckett rodo los ojos.
-¿Qué tenemos?- su habitual pregunta.
-Pues no sabemos mucho, pero al parecer acaban de matara a una mujer, creen que el asesino esta por la zona esperando para matar de nuevo- dijo mientras entraba en el ascensor- Ryan va de camino hacia la escena del crimen.
-Bien, pues vamos a cogerlo antes de que mate de nuevo.
Los dos llegaron a la escena, encontrándose allí con Ryan y otro coche patrulla.
-¿Y Lanie? ¿Y el equipo de la científica?- pregunto Beckett bajándose del coche
-Aun no ha llegado nadie, la han matado hace apenas unos 15minutos, nosotros hemos sido los primeros en llegar- afirmo Ryan señalando a los otros dos policías.
-Bien, pues ir revisando la zona….- el sonio de un disparo la obligó a detenerse- Bien vosotros dos ir por allí, Ryan, Espo, conmigo- dijo mientras empezaba a correr hacia donde creía que podía venir el sonido. Entraron por un callejón y vieron un cuerpo en el suelo revolviéndose mientras una figura corría por el callejón.
-Espo, Ryan id vosotros a por él- dijo mientras se detenía junto al cuerpo tendido en el suelo, se llevo una horrible sorpresa al ver que se trataba de un niño de apenas diez años, tenía una herida de bala en el estomago, y seguía consciente.
-Eh, tranquilo vale, ahora vendrá la ambulancia y te pondrás bien- dijo mientras sacaba su móvil y llamaba a la ambulancia después guardó el móvil y fue a poner sus manos sobre la herida del niño para hacer presión.
-No…No..- dijo el niño intentando apartarle las manos y revolviéndose como podía.
-Se que te va a doler pero lo tengo que hacer-y con sus manos presiono la herida del niño, el cual perdió el conocimiento un minuto después intentando que Beckett quitara sus manos.
La ambulancia llego poco después y se encargaron del niño, que al parecer estaba muy grave, Beckett salió disparada para buscar a sus compañeros aun con las manos ensangrentadas. Los encontró enseguida en uno de los callejones paralelo y con ello traían a un hombre detenido.
-Buen trabajo chicos, llevároslo a la comisaria e interrogarlo, aunque poco dirá cuando lo hemos pillado con el arma homicida.
-¿No vienes con nosotros?- Pregunto Espo
-Voy a ir al hospital, necesito saber cómo esta ese niño
-Esperemos que bien- contesto Ryan
Se monto en el coche y se dirigió hacia el hospital donde habían llevado al niño, rogando que estuviese vivo y que se encontrara bien. Una vez llegó al hospital se dirigió hacia la recepción.
-Inspectora Beckett- dijo mientras enseñaba su placa- hace poco han traído a un niño con herida de bala ¿Dónde se encuentra?
-Ahora mismo está en quirófano.
-¿Pero se encuentra bien?
-Pues no lo sé, si quiere puede esperar en la sala de espera a que salga el doctor.
-¿Han avisado a la familia?
-No, no traía documentación por lo que no lo hemos podido identificar.
-Vale, muchas gracias- dijo y se dirigió hacia la sala de espera donde cogió su móvil y le envió un mensaje a Espo para decirle que averiguara quien era aquel niño. Se llevo casi dos horas esperando en la sala de espera, hasta que un doctor se le acerco.
-¿Es usted la inspectora Beckett, no?
-Sí, soy yo, ¿Cómo se encuentra el niño?
-Está en estado grave pero saldrá de esta, es un niño fuerte, aunque no creo que pueda hablar con él hasta mañana.
-Vale, muchas gracias, nosotros estamos intentando localizar a la familia
-Bien, ¿alguien aparte de los médicos de la ambulancia tuvo contacto con él?
-¿Contacto? Bueno, yo le presioné la herida mientras venia la ambulancia- Algo cambio en la cara del doctor.
-¿Llevaba usted guantes?
-No, ¿Por qué me pregunta esto doctor?
-El niño está afectado por el virus VIH- dijo el doctor con pesar, Beckett atónita se miro las manos, ahora limpias después de habérselas lavado en el baño para quitar el rastro de sangre- No se preocupe inspectora, no tiene por qué preocuparse, el virus se contagia siempre y cuando tenga contacto con alguna herida suya, ahora mismo le haremos la prueba- y algo hizo clic en su cabeza y recordó cuando esta mañana se corto con el cuchillo y no se había puesto ninguna tirita.
-Tengo una herida en el dedo….-dijo mirando atónita al doctor.
-No se preocupe, le haremos las pruebas y veremos qué pasa, ¿Alguien más tuvo contacto directo con él?
-No, solo yo.
Unos minutos después se hallaba en una sala esperando para qué le realizaran la prueba, esperaba y rezaba pese a no ser creyente, para que no le diera positivo el análisis, eso no le podía pasar a ella.
Tiempo después el doctor entro en la sala donde aun se encontraba.
-Katherine ¿Me puede acompañar a la consulta?- mal tema que me hable por mi nombre, pensó Kate, normalmente se le hablaba así para parecer más cercano en un momento complicado, ella misma lo hacía cuando tenía que dar una mala noticia. Anduvieron por unos pasillos, mientras observaba todo a su alrededor, camillas con pacientes doloridos de aquí para allá, gente en silla de ruedas, otro tantos sentados esperando su turno para entrar en consultas. Hasta que finalmente el doctor abrió una puerta y le dejó pasar a ella primero.
-Siéntese Katherine.
-Kate por favor- dijo la detective sentándose.
-Bien Kate, ya tengo los resultados del análisis, lo han hecho urgente- hizo una larga pausa – me temo decirle de que el resultado es positivo.- y fue en ese instante donde el mundo se le cayó encima a Kate, le acababan dar una de las peores noticias de su vida, estaba enferma.
-Pero…doctor...yo…yo estoy bien, me encuentro bien- dijo aun sin querer creérselo, ¿Cómo era posible? Se había levantado como cualquier día, era un día normal, y ahora tenía una enfermedad que la iba a condicionar durante toda su vida.
-Kate, se puede tratar, como usted sabe esta enfermedad no tiene cura pero sí que puede tener una vida normal, lo único que tendrá que adoptar una serie de protecciones y estará sometida a un tratamiento pero por lo demás estará usted bien. ¿Tiene pareja?
-No…No, no tengo- dijo con un suspiro y con las lagrimas apunto de derramarse por sus mejillas.
-Muy bien, pues a partir ahora toda relación sexual debe ser con protección.
-¿No puedo tener hijos? Nunca lo he pensado, pero no sé, ¿no puedo?
-Como poder puedes Kate, pero hay un alto porcentaje de que el niño tenga la misma enfermedad que usted. Aunque en el momento en el que quiera tener hijos lo mejor es que hable con un doctor, ya que puede que haya bajado su nivel, y con un tratamiento y cesárea es posible tenerlo pero ya nos preocuparemos por eso. Ahora tendrás que volver mañana para hacerle un tratamiento.
Kate salió de la consulta sin saber muy bien qué hacer, ni cómo actuar…
-Ey -escucho una voz familiar a su espalda-Beckett, llevamos horas buscándote.
-Espo… si…eh… tenía cosas que hacer
-¿Has ido al médico?- dijo fijándose en los papeles que llevaba en la mano.
-Sí, unos análisis rutinarios- no, no podía decirlo todavía, estaba todo demasiado reciente
-¿Segura? Estas pálida
-Solo es cansancio
-Bueno… el niño se está recuperando, y el tío ya está en comisaría, así que vete a casa y descansa que yo me encargo de todo- Beckett lo miro por primera vez a los ojos.
-Gracias, de verdad- y sin más se fue.
