Disclaimer: No son mios, pertenecen al Dios Kripke.

Su Ángel

Castiel le entierra los dedos en la espalda mientras Dean le gruñe en el oído: húmedo y caliente.

Y escucha. Escucha colores y olores, y todo se vuelve negro y blanco y de luz. Ve música y le parece liquida y desenfocada.

Se remueve contra el cuerpo agitado que está encima de él. Más apretado, más adentro. Más profundo y más intenso.

Y entonces todo se detiene después de un grito, la lava que calentaba sus venas y su cuerpo por dentro parece enfriarse sobre su vientre.

Los dientes que mordían su cuello le besan suave, el peso que lo retiene contra la cama se mueve hacia un lado y Dean acaba tumbado muy cerca, con la respiración agitada y mirándole de reojo.

Ese es el momento en el que Cas se tapa la cara con un brazo, extenuado y escondiendo su expresión (Sea cual sea la que tenga), jadeando en busca del oxigeno que aun le falta. A su lado, Dean sabe que es lo que está pensando. Cuando le aparta el brazo de la cara casi puede leer en sus ojos el 'Perdóname Padre, porque he pecado' que no dice en voz alta.

Dean sonríe antes de inclinarse y besarlo en los labios, más calmado que hace unos minutos.

Sonríe porque lo sabe. Porque Cas dejó todo atrás por él. Dejó a su Padre y a sus Hermanos por él. Por estar con él.

Muerde su labio y se acerca más, siempre un poco más, cuando escucha a Castiel decirle algo que no oye y ataca su cuello. Porque aun no ha tenido suficiente de Cas. (Y nunca cree que pueda tener suficiente)

Porque Cas ya no es un jodido ángel del Señor. Ahora es solo el ángel de Dean.

Simple.

Su Castiel.