Buenas noches, esta historia será corta, tan sol capítulos. Espero que os guste, espero vuestras críticas, ya sean buenas, malas o regulares.


La detective Beckett llegaba a la 12th temprano aquél día, desde hacía una semana era incapaz de dormir con regularidad, así que llegaba a la comisaría incluso antes de que su jornada laboral empezase.

Cuándo las puertas del ascensor se abrieron suspiró antes de salir y caminar hacia su mesa, al pasar por delante del despacho de Gates comprobó que ésta también había llegado ya.

-Buenos días detective -Kate se giró y devolvió el saludo- Ha llegado pronto, ¿un café?

Ambas caminaron hacia la zona de descanso, una vez allí Beckett preparó dos cafés en la cafetera que había allí.

-Ha sido una semana dura, gracias por las horas extras, su equipo ha trabajado duro-Gates era poco dada a decir esas cosas en voz alta.

-Gracias, pero seguro que a los chicos les gustaría oírlo de su propia voz- Gates miró sorprendida a su detective.

-Tiene razón, se lo diré en cuanto lleguen. ¿Algo más que quiera echarme en cara?

-Perdón no era mi intención ofenderle.

-Sé cómo me llaman - Kate miró a su capitana- Iron Gates, no me importa cómo me llamen mientras hagan bien su trabajo. Soy consciente que adoraban a su antiguo capitán, no pretendo que lo hagan pero al menos no me odien y confíen en mí.

Hacía menos de un año que la capitana Gates llegó a la 12th, llegó desde asuntos internos para sustituir al capitán Roy Montgomery. El antiguo capitán había fallecido salvando la vida de la detective Beckett, durante una operación en cubierta contra la mafia rusa.

Los detectives Esposito y Ryan llegaron al recinto, cuando se acercaron a la zona de descanso se sorprendieron de encontrar en ella a la capitana, desde que ésta había llegado no se había relacionado mucho con sus hombres.

-Detectives, quería agradecerles el esfuerzo extra que han hecho durante esta semana para resolver el caso en el que estábamos inmersos- Espo y Ryan miraban con sorpresa a Beckett, ésta se encogió de hombros- Y ahora terminen el papeleo y - se giró hacia sus hombres- cuando los terminen váyanse a casa y descansen un par de días.

Gates regresó a su despacho tras decir aquello, sabiendo que en la zona de descanso había dejado a sus hombres totalmente sorprendidos.

- ¿Qué ha sido eso? - Preguntó bastante desconcertado Espo.

-Igual comienza a ser humana- Contestó Ryan- Igual podíamos pedirle que deje volver a Castle -Beckett tensó su cuerpo al escuchar aquél nombre. Espo golpeó a su compañero.

Kate salió del cuarto y se dirigió a su mesa, sentándose y comenzando a rellenar su informe.

Espo y Ryan discutieron un rato, el latino estaba enfadado con el irlandés - No puedo creer que digas eso delante de Beckett.

- Joder, no era mi intención hacerla sentir mal - Se defendió el rubio irlandés.

Ambos miraron a su amiga, enfrascada en su trabajo y con su rostro totalmente serio. Desde que el escritor había dejado la 12th Kate no había vuelto a ser la misma. Durante casi cuatro años todos habían sido testigos de cómo Kate dejaba atrás su soledad para ir abriéndose cada día más, todos sabían que el responsable de ese cambio había sido Richard Castle. Pero casi al mismo tiempo que Roy murió y Gates llegó a la 12th el escritor desapareció.

Todos creían que la nueva capitana fue la responsable de la salida del escritor de la comisaría, por eso Ryan había sugerido que le propusieran el regreso del escritor.

Kate terminó su informe, cerró su ordenador y se puso en pie, se despidió de sus compañeros y se dirigió al ascensor, durante el trayecto hasta la planta bajo mandó un WhatsApp a Lanie, necesitaba hablar.

Lanie vio llegar a su amiga, sabía desde que recibió la llamada que algo no iba bien, y ahora el rostro de Beckett le decía que no se había equivocado, estaba demasiado serio.

-Hola cariño -Kate se sentó frente a su amiga. Pidió un café y suspiró - ¿Qué sucede? - Kate negó, la forense la conocía demasiado bien.

- Hoy Ryan ha dicho algo sobre...- Comenzó a jugar con sus manos.

- ¿Sobre? - Lanie miraba a su amiga, sabía que sólo podía estar así por una cosa- ¿Qué ha dicho de Castle?- Kate miró a su amiga sorprendida.

-¿Cómo has sabido qué era sobre Castle?

-Cariño, sólo él hace que tu humor cambie -Kate miraba a su amiga sin comprender a dónde quería llegar- Kate, sólo Castle te hacía reír, llorar...

-Ya - contestaba agachando la cabeza.

- ¿Me cuentas qué pasó? Creía que ibas a daros una oportunidad y de repente él se marchó. Puede que los chicos crean que fue cosa de Gates, pero yo no me lo creo.

Kate comenzó a explicar lo que sucedió un año antes. La operación encubierta en la que trabajaba Kate había terminado, tenían al capo que buscaban, pero durante la investigación Kate descubrió que podía tener relación con el asesinato de sus padres.

Castle intentó convencerla para que se olvidase de aquello, el escritor sabía de la peligrosidad de las personas tras las que Kate iba. Pocos días antes del comienzo de la operación un sujeto se había puesto en contacto con el escritor, se citaron en un lugar alejado del centro de la ciudad.

- Señor Castle, se estará preguntando la razón para que ambos estemos aquí - Rick miraba al hombre que tenía en frente y asintió- La detective Beckett debe olvidar el asesinato de sus padres, su vida depende de ello.

- ¿Por qué ahora?

- La operación en la que va a trabajar la pondrá muy cerca de las personas que ordenaron el asesinato de los Beckett. Kate sólo está viva porque aquella noche no estaba en casa, ella también era un objetivo. Hasta ahora ha estado segura porque no era un peligro, pero con esa operación aquellas personas se han puesto nerviosas.

- Y ¿qué puedo hacer yo?

- Mantenerla alejada, su vida depende de ello - Aquel hombre desapareció.

Cuando Kate le contó todo lo que había descubierto durante la operación, el escritor recordó las palabras que el desconocido le dijo y entonces decidió que tenía que alejar a Kate de aquello. Ambos comenzaron una gran discusión.

- Catle, ¿Cómo puedes siquiera pedirme que olvide las muertes de mis padres? He dedicado mi vida a intentar detener al culpable, y ahora tú, la persona que más me conoce ¿me pide que lo olvide?

- Sí, porque si continúas con ello te matarán, y no puedo dejar que eso suceda.

- ¿Cómo sabes que me matarán?

- Porque me lo han dicho - Kate le miró sorprendida.

- ¿Quién te lo ha dicho?

-Un hombre, me llamó el otro día, quedamos y me lo dijo. Le prometí que dejarías de buscar y él prometió dejarte con vida - Kate abofeteó al escritor.

La discusión continuó durante al menos treinta minutos, finalmente se hizo el silencio.

- Sal de mi casa, sal de mi vida. No quiero saber nada más de ti, nunca.

- Kate, te quiero, no puedo dejarte morir -Castle se acercaba hasta ella con sus ojos llenos de lágrimas.

-Sal de mi casa, ya -Kate apuntó con su arma al escritor.

-Tú ganas - dijo llorando- me voy, si quieres suicidarte, no puedo hacer nada.

Aquella noche fue la última vez que Beckett vio al escritor, cómo ella le pidió Castle desapareció de su vida. Desde entonces había pasado un año, los asesinos de sus padres habían sido detenidos, ella sobrevivió a un disparado, su capitán falleció salvándole la vida. Un año en el que cada día Kate echaba de menos a su escritor, porque aunque nunca se atrevió a decirlo, estaba enamorada de él. Pero por mucho que le extrañase, su miedo a la reacción que él pudiera tener la había mantenido alejada de Rick.

- Kate, ve y habla con él. Ya has dejado pasar demasiado tiempo. Mereces ser feliz, y tu felicidad es Castle - fue lo único que Lanie le dijo a su amiga tras escuchar su relato.