Otro one-shot .Esta vez inspirado en una experiencia vivida, no por mi si no por un amigo.

Nada de esto me pertenece ya que no soy ni Himaruya ni el pobre ser que tuvo que vivir esto.


Cansancio, hambre y ganas de que le dieran las vacaciones era lo que ocupaba la rubia cabeza del auto-proclamado héroe. Le habían obligado a trabajar ese día como si fuera un esclavo, lease en las condiciones que se esperaban de el.

Pero como suele pasar en los cómics, es justo cuando el mal día del héroe esta a punto de terminar ocurre algo aun peor. La cumbre de los males. Y en el caso de Estados Unidos fue que se le habían agotado las hamburguesas, con tanto trabajo se le había olvidado, y para rematar la faena era demasiado tarde para llama a algún sitio que repartiera comida rápida. No le quedaba mas remedio, tendría que hacer algo a lo que no estaba acostumbrado.

Tendría que cocinar.

No es que fuera muy malo en esa materia, es que simplemente no era lo suyo. Por lo menos sus intentos eran comestibles al contrario que los de cierto cejudo. Aunque lo que se encontró en su cocina lo desanimo bastante. La mayoría de los "alimentos" estaban caducados. Salvo un par de huevos, algo de queso y un poco de cacao en polvo.

No le quedaba mas remedio que mezclarlo todo.

¿La razón? Todo eso por separado estaba rico, así que por regla de tres tenía que ser una delicia si lo mezclaba. Debía de ser así, era de pura lógica matemática. Pero el rubio tiraba mas para letras por desgracia.

Y tras casi dos quemaduras a causa del aceite y de dejar la encimera como si fuera un campo de batalla, o el laboratorio del profesor Utonion tras crear a las supernenas, había logrado su objetivo. Algo para comer.

Aquella "tortilla", por llamarla de alguna manera, era de aspecto marrón con manchas blancas y amarillas a causa de la mezcla de ingredientes. Pero al menos tenia mejor pinta que la mayoría de la comida de Inglaterra.

Un momento...

¿Era cosa suya o...?

¡Esa maldita cosa estaba respirando! ¡Había creado vida! Tenía que llamar a la CIA, a los MIB. A los científicos del Jeffersonian, al CSI. ¡A S.H.I..E.L.D! Vale estos últimos no, demasiado tenían encima.

Pasado unos minutos su "tortilla" había dejado de "respirar". Así que Estados Unidos vio el momento propicio para incarle el diente. Corto un trozo lo miro con ojo critico y se lo metió en la boca.

¡¿PERO QUE MIERDA SE ACABABA DE TRAGAR?! ¡Ni el peor plato de Inglaterra sabía tan mal! Sentía que se moría a causa de la intoxicación. ¿cómo era aquello posible? ¿Como podía haber cocinado peor que el ingles? Seguramente era la señal que marcaba el fin del mundo.

Quizás con un poco de azúcar. ¡Ni con esas! Era lo peor que había probado en toda su vida. Si es que olía a rancio a metros de distancia. Y el pobre no tenia un contenedor de residuos tóxicos donde desecharla porque si la tiraba con los residuos orgánicos se cargaba el planeta de tal manera que ni viajando al pasado para arreglarlo lo solucionaría.

Sin otra opción a la vista no le quedo mas remedio que tirarla a la basura, ya afrontaría mas tarde los problemas del medio ambiente que causara esa cosa, ahora tenia que enfrentar un problema peor. Encontrar algo que comer.

Tendría que contentarse con una lata de coca-cola y unos caramelos que encontró en su chaqueta.