La lluvia chocaba fuerte en la ventana y sonaba estrepitosamente, mientras unos ojos escarlata miraban melancólicos el exterior. Hace algunas horas llovía y a Rin le costaba mucho concentrarse en clases. Algo lo molestaba hace días, las continuas salidas de Sousuke, sabía muy bien que algo ocultaba y estaba dispuesto a averiguarlo.
-Matsuoka
El llamado del profesor de matemática lo sacó de sus cavilaciones.
-Aquí
-Pase al frente y resuelva este ejercicio.
El pelirrojo se levantó de su asiento y resolvió con cierta dificultad el problema escrito en la pizarra, algo raro para Rin, ya que él era uno de los alumnos más destacados de Samezuka.
En el receso, como siempre, salió junto a Sousuke quien lo miraba algo preocupado.
-¿Te pasa algo, Rin?
-Nada…
- ¡ja! Suenas como una chica…dime ¿qué te pasa?
Rin lo miró algo molesto por el comentario…
-¿Por qué desapareces últimamente?, ¿a dónde vas?
-Vaya… sí que suenas como una chica…
-Idiota…
Sousuke hace tiempo esperaba que Rin le preguntara acerca de sus salidas, pero ahora que lo había hecho, en vez de calmar la situación la había empeorado haciendo enojar aún más al pelirrojo.
-Lo siento Rin, son… sólo algunos problemas familiares.
-Mientes.
-No es así… digo la verdad.
Caminaban por el patio mientras conversaban, pero Rin se detuvo y miró muy seriamente al castaño.
-Te conozco demasiado bien para saber cuándo estás mintiendo, Sousuke.
El aludido lo miró algo incómodo, no sabía cómo responder sin tener que decir la verdad, o sin herirlo… o sin causar que Rin le sacara la verdad a la fuerza…
-Es algo personal.
-Ya veo, si no puedes confiar en mí que soy tu amigo, entonces no puedo hacer nada.
El pelirrojo camino de vuelta al salón de clase dejando solo al joven de los ojos turquesa.
-¿Que le sucede a este idiota? él nunca me ocultaba nada… sé que algo muy malo le pasa y no quiere decírmelo…
Rin estaba genuinamente preocupado por Yamazaki, eran amigos desde hace muchos años, y a pesar de que estuvieron gran cantidad de tiempo separados, él lo conocía muy bien y realmente lo quería mucho, por eso le preocupaba la actitud extraña que tenía últimamente.
-Tal vez ¿alguien lo está molestando?... pero, él siempre me contaba cuándo ocurría ese tipo de cosas… o tal vez es por una chica… pero ocultar algo así sería ridículo… ¿qué rayos le pasa?
Sousuke por su parte lo miraba alejarse algo triste, realmente necesitaba ocultar la verdad, aunque le dolía mentirle… pero su propósito en Samezuka era nadar junto a él… y si se enterara de la condición real de su hombro jamás permitiría que nadara junto a él en el campeonato que ya estaba tan cerca.
-No puedo decirle… no hasta cumplir mi objetivo.
Con esto en mente se acercó hasta la máquina de refrescos y tomó una coca-cola mientras miraba a ninguna parte, solo pensando en su determinación, en nadar junto a Rin, en compartir junto a él lo que Nanase había vivido junto al pelirrojo el año anterior durante la misma competencia, deseaba con todo fervor que esa misma sonrisa y lágrimas de felicidad le fuera dedicadas a él.
La tarde transcurrió y llegó el entrenamiento del club de natación. Como se estaba volviendo habitual los miércoles, Sousuke no estaba y llegaría atrasado…
-Ai ¡tienes que mejorar tu tiempo si quieres nadar con nosotros en los relevos!
-Sí, ¡Rin-senpai!
El peligris entró muy animado a la piscina, observado por Rin, quien sólo intentaba animarlo, ese chico había mejorado mucho su técnica y sus tiempos, todo gracias al entrenamiento de Sousuke, el mismo castaño que ahora no entrenaba junto a ellos.
-Tch…
-¿Pasa algo Matsuoka-senpai?
-No es nada Momo, ahora entra a la piscina y entrena con Ai.
- ¡Sí! ¡Vas a ver que hoy tendré un tiempo mucho mejor que el tuyo Nitori-senpai!
Aiichiro intentó ignorar a su compañero y continuó nadando con toda su concentración, mientras el chico 'nutria' nadaba divertido intentando alcanzarlo.
Rin por su parte le dio instrucciones al resto del equipo y luego de eso también se lanzó a la piscina, para entrenar e intentar relajarse, pensar en otra cosa, algo parecido a lo que solía hacer su amigo Haru.
A algunos kilómetros de distancia Sousuke estaba en la clínica, en su cita con el kinesiólogo.
-Señor Yamazaki, usted no puede continuar exigiéndose de esta manera, el estado de su hombro ha empeorado durante el último mes. Comprenda que su lesión fue causada por la sobre exigencia, los tendones de su hombro necesitan ser cuidados, ya no puede entrenar con la intensidad de antes, ni mucho menos dejar de utilizar su hombrera ortopédica ¿lo entiende?
-…Sí.
-Es todo por hoy, realice sus ejercicios diarios y nos vemos el próximo miércoles.
-Adiós, muchas gracias.
El castaño salió cabizbajo del establecimiento, era muy complicado para él usar la hombrera sin que Rin lo notara, ya que compartían el mismo cuarto, tampoco podía darse por vencido, no cuando sólo faltaban dos días para la competición.
Cuándo Rin volvió a su cuarto luego de la práctica, se encontró a Sousuke recostado sobre su cama.
-Hoy ni si quiera llegaste atrasado a la práctica, simplemente no llegaste.
-Sí… lo siento, hoy cuando volví, pasé al gimnasio y estuve entrenando en las máquinas. Disculpa por no avisarte.
-No lo vuelvas a hacer, soy tu amigo pero sigo siendo el capitán del equipo. Ahora sube a tu cama, estoy cansado y quiero dormir.
Yamazaki se levantó y subió a su cama, en otra ocasión le hubiese dicho que no sea gruñón, que escucharan música juntos un rato, pero eso no era posible hoy, Rin parecía muy enojado. El pelirrojo por su parte, efectivamente se encontraba muy molesto por la actitud de su amigo, pero ya no perdería tiempo preguntando a dónde se dirige los miércoles, tarde o temprano se enteraría.
Al día siguiente el equipo de Natación entrenó sólo hasta el medio día, ya que al siguiente sería la competencia regional y necesitaban descansar y concentrarse.
Rin salió de la ducha y se dirigió a su habitación, Sousuke ya se encontraba ahí. Sus ánimos se encontraban más calmados luego de lo de ayer.
-Sou, Haru me invitó a almorzar a su casa hoy, dijo que si quieres también puedes ir.
-¿Nanase dijo eso?
-Sí, yo también me sorprendí… ¿quieres ir conmigo?
Sousuke lo miró algo indeciso, pero finalmente aceptó. Salieron de Samezuka y se dirigieron a la casa de Haruka. Por el camino se encontraron con Hazuki.
-¡Rin-chan!
-Hola Nagisa.
El rubio se abrazó a Rin y notó que Sousuke lo miraba molesto.
-Tranquilo Sou-chan, no te lo voy a quitar.
El rubio sonrió pícaramente y el castaño miró hacia otro lado ¿acaso era tan evidente?¿y por qué me llama 'Sou-chan'?
-¿Qué significa eso?
-Que despistado eres Rin-chan… mejor sigamos caminando.
Al llegar a la casa, Makoto estaba en la entrada, al parecer esperándolos.
-¡Mako-chan!
-Hola Nagisa, hola chicos, que bueno que hayas venido Yamazaki-kun.
-Hola dijeron al unísono Rin y Sousuke.
-¿Rei-chan ya llegó?
-Sí, él y Haru están adentro, pasen.
Entraron y los encontraron ordenando la mesa para el almuerzo.
-Haru no me digas que hay caballa…
-Hola Rin, sí, tenemos caballa, arroz y verduras encurtidas.
-Oh por favor… ¡solo una vez haz carne! -dijo el pelirrojo con gesto infantil.
-No te preocupes Haru-chan ¡yo amo todo lo que tu cocinas!
-Gracias Nagisa.
-Buenas Tardes –saludó el castaño quien fue el último en ingresar.
-Yamazaki… bienvenido.
-Gracias por la invitación.
-Pueden sentarse, chicos.
-Gracias Makoto.
Los invitados pasaron a la mesa, y Rei junto Haruka sirvieron los platos.
-¿Tu ayudaste a cocinar Rei-chan?
-Sí, puedes notarlo por la perfección en la presentación de los platos Nagisa-kun.
-Se ve muuuuy rico, no puedo esperar para comer!
-Sí, pero… antes de comer Haru habló con su tono neutral de siempre los invité a mi casa porque mañana es un día importante y deseo que a ambos equipos les vaya bien. Y también porque tengo algo importante que decirles. Makoto que estaba sentado al lado de Haruka, se sonrojaba cada vez más a medida que el pelinegrohablaba Lo que sucede es… que Makoto y yo estamos saliendo, quiero decir, que somos novios.
Los invitados miraron sorprendidos a la pareja.
-¡FELICIDADES! gritó Nagisa completamente feliz
-Felicidades Makoto-senpai, Haruka-senpai.
Ryuugazaki y Hazuki ya sospechaban que en algún momento sus amigos comenzarían una relación amorosa, por eso su reacción, sin embargo la cara de sorpresa de Rin y Sousuke era indescriptible, jamás pasó por sus mentes que esos dos se querían de esa manera.
-Rin… Haruka miró al pelirrojo con algo de nerviosismo en su rostro.
-Ha-Haru yo… no… Rin tartamudeaba y trataba de digerir lo que acababa de escuchar no imaginé que te gustaba Makoto… digo, pensé que solo te gustaba el agua y la caballa dijo con su hermosa y brillante sonrisa ¡Felicidades! De verdad chicos, ¡me alegro por ustedes!
-Felicidades a ambos –Yamazaki aún reflejaba sorpresa en su rostro.
-Gracias, apreciamos mucho que lo hayan aceptado de tan buena manera, de verdad.
-Makoto tiene razón, nosotros…
-Pensamos que tal vez nos rechazarían.
-¡No digan una idiotez como esa, ustedes son nuestros amigos, jamás les daríamos la espalda por algo así!
Haru sonrió levemente -Gracias Rin.
-¡Beso! ¡Beso!.
-¡Na-Nagisa! -dijo Makoto completamente rojo ante la petición del rubiecito.
-Pero Mako-chan ¡ustedes son novios! ¡Tienen que besarse!
-¡No digas cosas tan vergonzosas! -respondió ocultándose tras su novio.
-No molestes a Makoto, Nagisa.
-Bueno está bien… entonces… ¡A comer! Exclamó el pequeño quien ya no soportaba las ganas de probar el llamativo plato frente a él.
-¡Itadakimasu! –los chicos pronunciaron al unísono y probaron la comida.
-¡Está delicioso!
El almuerzo transcurrió en calma, todos comieron hasta hartarse, incluso Rin no pudo negarse a un segundo plato. Al terminar el almuerzo, Haru se levantó y le pidió a Yamazaki que lo acompañara. Rin los miró extrañado mientras salían de la habitación.
-Esto es muy raro.
-Tal vez Haru sólo quiere hablar de la competencia de mañana…
-Yo no creo que sea por eso Mako-chan -dijo pícaramente Nagisa.
El pequeño se reía para sus adentros mientras los demás lo miraban confundidos por el tono que usó. Al parecer soy el único que entiende lo que pasa.
En el exterior, Haru se sentaba junto al castaño quien lo miraba expectante.
-Yamazaki, me alegra que hayas venido… y sepas que lo que siento por Makoto.
-Yo…
-Tú lo amas ¿cierto?
-¿Cómo…?
-A Rin.
Sousuke lo miró sorprendido y sonrojado.
-Se te nota, me sorprende que Rin no se dé cuenta.
-Nanase… estas muy hablador el día de hoy.
-…
-Pero tienes razón.
Haru lo miró a los ojos.
-Sé que sientes celos de mi relación con él, por eso quería que supieras que no hay nada más que amistad entre nosotros, yo amo a Makoto.
-Gra…cias. respondió completamente sorprendido por lo que estaba escuchando.
-Pero, creo que deberías decirle lo que sientes…
Serio -De ninguna manera, no quiero arruinar la relación que tengo con él.
-No lo creo, pienso que Rin también te quiere de esa forma, sólo que aún no se ha dado cuenta.
-No lo sé…
-Claro que sí. Tú lo conoces mucho mejor que yo.
Sousuke miró con verdadera gratitud al chico de los ojos azules.
-Gracias Nanase, de verdad.
Haru sonrió levemente y se levantó para volver con los demás. Sousuke se quedó un par de minutos pensando en lo que hablaron, estaba mirando al cielo cuando Rin le hablo desde la puerta.
-Sou.
Él lo miró
Sonriendo -Es hora de volver a la escuela.
Sousuke se levantó y entró con él a la casa.
-Chicos, muchas gracias por la invitación, pero ahora Sousuke y yo debemos volver a Samezuka para reunirnos con nuestro equipo antes de la competencia de mañana.
Los jóvenes se despidieron y se desearon suerte para el campeonato que se avecinaba. Nagisa y Rei también se fueron, dejando sola a la pareja.
Makoto suspiró aliviado, habían obtenido la aprobación de sus amigos. Se acostó exhausto sobre la alfombra del comedor.
-Ahhh que alivio, todo salió bien.
-Sí.
Haruka se acercó y se ubicó sobre su amante, depositando un suave beso en los labios de Makoto.
-Haru…
-Ahora que estamos solos puedo besarte, Nagisa no está mirando.
El ojiverde, aún sonrojado, sonrió ante la provocativa mirada de su delfín, y lo abrazó posesivamente iniciando un beso más apasionado.
.
.
.
Rumbo a su escuela, Rin y Sousuke caminaban en silencio.
-Yo… nunca imaginé que esos dos terminarían juntos dijo el pelirrojo en tono pensativo.
-Yo tampoco… pero ¿no te molesta?
-¿Molestarme? ¿Por qué?
-No… por nada. -Pensaba que a ti te gustaba ese chico. Oi, Rin, ¿te ha gustado un hombre alguna vez?
Sonrojado -¿Qué clase de pregunta es esa?... no ¡claro que no!
-Ya veo, solo era curiosidad.
-¿Y… a ti?
Me gustas tú. -No, tampoco…
-mmm.
Rin miraba de reojo a su amigo de los ojos turquesa, la verdad es que a veces se había sentido atraído por él, pero no dejaba ese sentimiento crecer, ya que pensaba que arruinaría su amistad, y él ya era bastante feliz teniendo a Sousuke como su amigo, eso era suficiente. No sucedía lo mismo con el castaño, quien sentía cada día más necesidad de Rin, de sentir su boca, su cuerpo y todo su ser, sentía cada día una agobiante necesidad por el pelirrojo.
Ese día luego de la reunión, ambos se fueron a su dormitorio, pensando en lo que había sucedido esa tarde, en Makoto y Haruka… y en ellos mismos.
Al día siguiente
-¿POR QUÉ? Un grito ronco y desgarrador salió de la boca de Rin. ¿POR QUÉ NO ME LO DIJISTE?
El pelirrojo tenía a Sousuke tomado por la ropa y le gritaba mientras lágrimas caían de sus ojos, un dolor punzante en su corazón le impedía pensar con claridad, solo quería saber el por qué su mejor amigo le había ocultado algo tan importante como el problema de su hombro.
-¿por…q-qué?... preguntó entre sollozos.
-Porque… sabía que ibas a llorar. Dijo con una media sonrisa.
Sousuke intentaba sonar como si lo que sucedía no fuese tan grave, intentando ignorar su propia frustración. Pero resultaba doloroso ver a Rin sufriendo por su culpa…
-N-no es-toy llorando… -pronunció intentando calmarse-idiota.
-Rin…
El castaño abrazó al tiburón con todo el amor que pudo demostrar en ese momento, cosa que provocó que Rin llorara aún más fuerte.
-Lo único que quiero es volver a nadar contigo –Le habló de manera calmada. Sé que ya no podré continuar con la natación de manera profesional, por eso, lo último que quiero hacer antes de dejar la natación es estar junto a ti en estos relevos, compartir lo que tú sientes.
-Sou… p-pero tu hombro…
-Estará bien, sólo una vez más.
-No… no lo permitiré.
-Rin, por favor.
Silencio
Entre lágrimas…Está… bien, na-nadaremos juntos…
El pelirrojo levantó la vista, sus ojos se reunieron en una mirada llena de comprensión y amor Sousuke, quien había intentado por todos los medios resistirse a su necesidad por el pelirrojo, ya no pudo más, y en un momento de determinación tomó con suavidad el rostro de Rin y lo besó con ternura.
.
.
.
Continuará…
