Ohayooo!!!
Bueno nuevamente me tienen por acá, con una nueva historia que espero que sea aceptada como las otras dos anteriores (se que aun tengo una pendiente pero entiéndame ya no se como continuarla con tanto oneshot que le puse) esta que les traigo es fresca de mi mente que si estoy inspirada a seguir es un AU, que espero sea bien recibido, no como los intentos de fic que anteriormente hice bu!!, en fin saluditos a todas y espero que sea de su agrado.
Ayame Fire.
Capitulo I
-sigh…
Era la acelerada respiración, que se escucha entre la espesura del bosque, los latidos rápidos de un corazón que se encuentra bombeando sangre a todo lo que da, la sombra se esconde entre un pequeño grupo de arbustos, mientras su mirada inspecciona el lugar, en busca de una señal, que le indique que su objetivo se encuentra cerca.
Logrando tranquilizar su respiración, pone el alerta sus cinco sentidos, apretando sus manos en pequeños puños, en señal de nerviosismo, muy bien ocultado. Al momento de moverse, pisa accidentalmente una pequeña rama seca, alarmada, dirige su vista para encontrarse con el objeto que si fuese por suerte, no delataría su escondite.
-mou…maldición…-murmura entre dientes, al percatarse de una pequeña lucecilla color rojo, que se mantiene fija en su hombro derecho, escucha unos pasos acercándose a donde ella esta.
Se coloca en posición, lista para atacar en cuanto el susodicho, la encuentre, los pasos se detienen justo enfrente de ella, el hombre quien en esos momentos vestía un traje negro, con su rostro oculto por una mascara, acerca la punta de su ametralladora a los pequeños arbustos. Ella sonríe al reconocer la señal que el sujeto le ha dado, y con un rápido movimiento sale de entre el arbusto, tomando la punta del arma, desviándola a tiempo de que esta fuese disparada, con un suave movimiento, le tuerce el brazo al hombre, escuchándose un claro crack, dirige su mirada al rostro de su victima, y antes de que este emitiera un grito de dolor, le propina un fuerte golpe cerca de la nuca dejándole inconciente, sabiendo que el ruido de la ametralladora, llamaría la atención de los demás colegas, con algo de trabajo, logro llevar el cuerpo inconciente del hombre en medio de los arbustos, asegurándose antes de que ellos no lo encontraría, y mientras ellos le estuviesen buscando, ella ya se encontraría dentro del edificio.
Se reincorporo en cuestión de seguros, propinando una pequeña corrida con rumbo a la entrada del lugar, dando un gran salto, subiendo hábilmente por el pequeño balcón de este, pues si había algo que aprendió bien fue, que siempre los enemigos salen por la puerta de enfrente, por lo que seria completamente ilógico, que intentase entrar usando la puerta. Y justo como lo pensó, salio un grupo de al menos 5 personas de la puerta principal. Se agacho lo suficiente, como para que estos no le vieran, mientras a gatas entraba dentro del edificio, claro procurando no hacer mucho ruido.
Una vez ya dentro, se reincorporo tomándose su tiempo, mientras sacudía su pantalón, al igual que el pequeño top negro que llevaba en esos momentos, hecho un mechón travieso hacia atrás, dio un pequeño suspiro, mientras sacaba de la parte de atrás, una pistola asegurándose de llevar los cargadores necesarios, ocultando con mucho cuidado la pequeña mochila en la que llevaba varias municiones a utilizar.
Lentamente abrió la puerta del salón de estar, mientras por el rabillo de la puerta inspeccionaba que nadie se encontrara cerca del lugar, al ver que no había alma en pena rondando por ahí, salio de su escondiste, mientras caminaba a paso lento, mirando a su alrededor, llego a un pasillo donde tenía grandes ventanales, se acerco sin ser vista, asomando solo un poco su cabeza, para observar que era lo que se estaba llevando acabo, era una sala de juegos, tres hombres se encontraban jugando billar, mientras que otros cuatro se encontraban tranquilamente jugando domino, uno se encontraba jugando a los ataris, y en medio se encontraba una tele de pantalla plana, y un sillón de color rojo, bastante llamativo, siendo ocupado por un hombre acompañado por dos mujeres despampanantes, estas se restregaban en su cuerpo mientras que el tranquilamente daba una calada a su cigarrillo.
Ocho sujetos eran sus guardaespaldas, mientras que el noveno sujeto era a quien ella buscaba, no importaba vivo o muerto, lo entregaría a la ley. Eso era lo que merecía, después de haber violado a tanta mujer soltera, lo más extraño era que este siempre salía solo pagando una considerable suma de dinero, puesto que alcanzaba fianza. Y entonces ahí lo vio, vio el por que ese mal nacido siempre salía muy bien librado cada ves que lo atrapaban. El comandante de la policía estatal, era uno de sus cómplices. Ante eso sintió una extraña sensación de placer, al saber que ella arreglaría las cosas poniéndolo en su lugar.
Con un pequeño clic, apunto directamente en la cabeza del comandante, y sin emoción alguna en el rostro disparo, incrustando la bala en medio de ambas cejas del hombre quien cayó pesadamente al suelo sin vida. Los gritos de las mujeres no se hicieron esperar, así como la reacción de los hombres, que ante el ataque sorpresivo, comenzaron a disparar a quema ropa, después que la nube de humo se disipara por completo, estos pararon el ataque, pero un suave clic, detrás de ellos llamo su atención, logrando que estos se giraran para ver de donde provenía el sonido, la joven pelinegra apunto rápidamente a sus cabezas y disparo a quemarropa a cada uno de los integrantes del grupo, los cuerpos caían inertes en el suelo.
Ella rápidamente se giro ocultándose detrás de una pequeña mesa, debido que del lado derecho llegaron cinco hombres mas armados con ametralladoras, se mantenía de espaldas a ellos, apoyándose en la mesa mientras cambiaba con rapidez el cartucho de la pistola, dando un salto hacia atrás, dando unos pequeños giros en el aire sin dejar de disparar ningún solo momento, desarmando a los hombres, se reincorporo rápidamente, y se dirigió a dos de ellos, golpeándoles en la nuca con algo de fuerza para dejarles inconcientes, uno de ellos se lanzo corriendo contra ella con claras intenciones de golpearle, pero la mujer le detiene con una simple patada, lanzándolo contra la ventana haciéndole caer pesadamente por esta. Poniéndose de pie, comenzó a caminar lentamente acercándose a un joven de edad menor, el que se encontraba apoyado en la pared temblando completamente.
La pelinegra dio un suspiro y con una clara mirada de advertencia de no moverse y mantenerse en su lugar, se alejo de ahí corriendo en busca del líder de la banda, corriendo por el pasillo con rumbo al cuarto de armas fue interceptada por una lluvia de balas, obligándola a esconderse entre una de las paredes del lugar, y respondiendo al ataque. Su mirada recorría rápidamente el lugar en busca de probables posibilidades que le diesen la libertad de hacer una jugada sencilla y con ella dale alcance al hombre.
Una pequeña sonrisa surco su rostro al percatarse de que el pasillo era algo angosto, lo que le permitiría salir corriendo de su escondite para dar un pequeño salto, para apoyarse e impulsarse en la pared, dando un giro en el aire cayendo justo detrás de Haku.
-si fuera tú, ya desde cuando hubiese dejado de disparar…-se escucho la suave voz de la pelinegra atrás de Haku, mientras le apunta en la nuca con la pistola.
-tengo que admitir, que eres demasiado buena en lo que haces…y que por confianzudo te subestime… ¿Por qué no te unes a mi? ¿Podrías ganar mucho mas que siendo una simple agente no crees?-sonreía cínicamente el hombre.
-si, lo se, tira tus armas y date la vuelta lentamente...-Haku dejo caer las armas al piso, mientras se giraba lentamente con la clara intención de quitarle de las manos la pistola pero antes de que realizara su cometido la voz de la mujer le llamo la atención.- no, no, no…-negando con el dedo-…yo no haría eso si fuese tu….bueno, al menos de que quieras tener un enorme agujero en tu cabeza…-riendo divertida-…pon las manos atrás de tu nuca…
Haku coloco sus manos atrás de la nuca, e inmediatamente ella le tomo por las manos para esposarle.
-anda camina, ha sido un día bastante largo…-le dijo mientras caminaba detrás de el, empujándole cada ves que este se detenía.
-buen trabajo Kos, no podía esperar menos de ti…-se escucho la voz de un hombre ya algo mayor, vestía una gabardina color café claro, al igual que un pantalón de vestir color negro contrastando muy bien ambas piezas.
-capitán Mioga, tenía que atrapar a este gusano…después de que salía bajo fianza con gran facilidad, que simplemente lo vi como una excelente presa para atrapar, pero me he llevado una gran decepción…-suspiro, mientras uno de los oficiales se acercaba a ella, para llevarse al hombre preso a la patrulla, una ves que lo subió arranco con rumbo al penal.
-sabes Mioga…estoy pensando seriamente tomarme unas vacaciones…he tenido bastante trabajo en este año…y tengo una sobredosis de estrés…-suspiro, estirándose perezosamente.
-bueno, creo que te lo mereces después de todo, de hecho me estaba preguntando cuando te las tomarías, debido a que has estado trabajando muy duro pero sobre todo en casos de total importancia, como cuidar de figuras importantes de todo el mundo…-rascándose la cabeza, pensando seriamente en el comentario de la pelinegra.
-no te preocupes…-apoya su mano en el hombro de el- ya tienes a quien pueda suplantarme, con ella sería como estar yo misma, aunque claro esa persona jamás me superara verdad…-sonriéndole.
-no creo que este lista aun….sabias que sigue pensando en casarse con un empresario rico y la saque de esta miseria…-mirándole preocupado.
-ah, vaya así que aun sigue con esas ideas, bueno, no hay de que preocuparse mientras aun no lo encuentre seguirá a nuestro servicio.
-me temo que pronto lo encontrara con lo persistente que es…-suspiro derrotado.
-bueno si eso pasa, no creo que lamentemos mucho la perdida, nunca ha sido un buen elemento, te consta lo mucho que me costo que hiciera y acatara las ordenes…-suspiro cansada la mujer-…bueno no todo se puede ¿no crees?
-supongo que tienes razón….
-anda jefe, ya es tarde es mejor que ya vayas a descansar….mañana no pienso presentarme ya que a partir de ahora….tengo vacaciones…nos veremos dentro de dos meses…-grito la pelinegra agitando su mano, mientras subía con tranquilidad a su jaguar negro, prendiéndolo y marchándose sin rumbo fijo, solo con la idea de unas merecidas vacaciones.
Un hombre se paseaba de un lado a otro con un semblante pensativo, su rostro se notaba tenso, al igual que su mentón que permanecía tan firme que en cualquier momento se derrumbaría en pedazos.
-cálmese por favor Sr. Presidente…-le pedía amablemente un hombre de estatura pequeña.
-¿Cómo quieres que me calme? Jaken….a sabiendas que están atentando contra uno de mis dos hijos, estoy seguro que no tardaran en atentar contra los dos…-gritaba eufórico el hombre.
-lo se, mentiría si le dijera que lo entiendo perfectamente, pero en ves de estar neurótico…con todo respeto….debería estar buscando una solución….-respondió el hombrecillo, anotando algunas cosas en su notebook.
-se que tu jamás lo entenderías, Jaken, pero entiende son mis hijos….los quiero mas que a mi vida y por ellos haría cualquier cosa….incluso mataría por ello…y tu lo sabes bien…-deteniendo su andar para mirarle fijamente.
Jaken agallo la vista al notar verdadera y autentica preocupación en los ojos de su señor, el sabia lo mucho que adoraba a sus dos hijos, los amaba tanto debido a que ambos eran hijos de la mujer que el más amaba.
-debemos hacer algo al respecto, mi señor, debería contratar a un grupo de guardaespaldas tanto para su hijo menor, el joven InuYasha, como para su hijo mayor Sesshomaru…-suspiro- aunque conociéndolos a los dos, se rehusaran a que les cuiden la espalda.
-Fhe!...viejo, ya te he dicho que no debes preocuparte por eso…se cuidarme perfectamente solo…-se escucho la voz del joven peliplateado en la pequeña sala en que los dos hombres mayores se encontraban.
Ambos hombres sorprendidos por la joven voz, se giraron para toparse con la dorada mirada del hijo menor de Inu No Taisho, el hombre suspiro para después regalarle una media sonrisa, señal de que estaba orgulloso de la fortaleza de su hijo, pero que aun así no dejaba de preocuparse por el.
-lo se mi querido hijo, se que eres fuerte y que sabes cuidarte tu solo…pero aun así pienso ponerte a un grupo de guardaespaldas a tu cuidado…-respondió el hombre resuelto.
-y ¿no crees que con un grupo de esos llamaría más la atención?...-pregunto el peliplateado, acercándose lentamente a su padre.
-el joven Inuyasha tiene razón en eso…-le apoyo Jaken.
-lo conveniente es que sigan las cosas como hasta ahora padre, no debes preocuparte más, los atentados hasta ahora no han logrado su cometido…-comento cruzándose de brazos y cerrando los ojos.
-pero tarde o temprano lo lograran, hijo, entiende mi preocupación, tu y tu hermano son nuestro todo tanto para tu madre como para mi, y si no quieres un grupo de hombres que cuiden tu espalda, al menos solo te pondré a uno como compañía de juegos para ti…-InuYasha simplemente asintió, puesto que la expresión de su padre daba a entender que no aceptaría ninguna excusa de independencia, simplemente se haría lo que quería y punto.
-esta bien, viejo, al menos ya se hizo pequeño el grupo, es más conveniente solo uno…-apoyándolo.
-bien, Jaken, sácame cita con Mioga….después de tanto tiempo, le haremos una pequeña visita.
-¿Mioga?
-si, si quiero la mejor protección para mis hijos, quien mejor que el, para otorgarme esa seguridad.
-ah, entiendo, el Sr. Mioga, el es hombre con el mejor personal hasta ahora de protección, esta bien mi señor, le pediré la cita para mañana mismo…-y sin más el hombre se levanto y salio del lugar.
-¿Mioga?
-el es un viejo amigo mío, ya mañana podrás conocerle, el será el encargado de otorgarme la mejor seguridad para ti y para tu hermano…-sonriéndole de forma tranquila.
-¿confías demasiado en el no?
-si hay alguien a quien puedo confiarle mi vida, la de ustedes y la de su madre, es a el, se que el jamás fallaría en su trabajo…-girándose para verle- créeme hijo, hasta ahora no ha habido nadie que le gane a ese hombre.
-me gustaría conocerlo, por la formas que hablas de el, debe ser bastante bueno…Fhe! Me gustaría poder enfrentarme a el en una pelea…-susurro entusiasmado el chico, lanzando unos puñetazos al aire.
-jajajajajajajaja, quizás un día de estos se haga realidad, hijo, anda ya es tarde es mejor que vayas a descansar ya, mañana hay mucho por hacer…-acercándose hasta su hijo, para depositar un suave beso en su frente y darle un pequeño abrazo, se retiro del lugar, no sin antes dirigirle una sonrisa.
-en verdad esta muy preocupado….-susurro el joven, mirando preocupada y tristemente a su padre, le dolía el corazón verle tan angustiado, el se hacia el fuerte por el, pero en realidad tenía tanto o más miedo que su padre, y le rogaba intensamente a dios por que el amigo de su padre le pusiera a un elemento de confiar, puesto que no deseaba causar sufrimiento y dolor a sus padres, menos aun a su familia.
-hola
-Comandante Mioga, tiene una llamada en la línea 3.
-gracias, pásamela por favor.
-si, enseguida.
-Comandante Mioga, ¿Quién habla?
-oh, me alegra poder encontrarle comandante, hablo de la presidencia.
-y dígame, ¿en que le puedo ayudar?
-el presidente necesita verle, mañana por la mañana, tiene un caso que tal ves pueda serle de gran interés.
-hummmm, dígale que mañana estaré ahí a primera hora, me interesa todo lo que pueda ofrecer un buen caso.
-le aseguro Comandante, que este será uno de los más interesantes que ha podido tener.
-si, me lo puedo imaginar.
-bien, entonces queda confirmada su asistencia para mañana.
-si.
-bien, comandante, lo estaremos esperando, hasta luego.
-hasta luego…-colgando el teléfono.
Se levanto de su silla, su mirada se perdió en el enorme ventanal, mientras miraba fijamente la luna.
-¿ahora en que líos estas metido Taisho?
CONTINUARA……………….
Hi!
Saludos a todas, creo que al principio no se entenderá mucho de la persona de la que se habla, pero en el segundo o tercero episodio si no es que lo mando para el cuarto donde se sabrá la verdadera identidad de la joven misteriosa, espero que este sea un fic completamente de su agrado y espero que sea muy bien recibido, cualquier duda o comentario estaré a sus ordenes.
Su amiga Fiel y Servidora Ayame FIRE.
