Disclaimer: Shaman King no me pertenece.
Memory.
Prólogo.
-Flash Back-
- ¿Nos volveremos a ver?- preguntó un niño de tan solo diez años mientras le extendía la mano a su compañera. Ella le correspondió y por unos instantes permanecieron tomados de las manos.
- A lo mejor…- la pequeña guió sus ojos hasta el piso, ella mentía y él lo sabía perfectamente.
-Bien, entonces hasta luego-
El castaño se retiró a paso lento y volteó a verla por última vez, una sonrisa se escapo de sus labios. Ellos llevaban unos cuantos años de conocerse, pero parecía que había sido toda la vida. El creía que esa era la última vez que se volverían a ver, mientras que ella solo se lo dejaba al tiempo.
-Fin del Flash Back-
Anna se daba prisa, por más temprano que se levantara llegaba a la misma hora de siempre. Estudiaba en el día y trabajaba por la tarde desde que murieron sus padres. Vivía sola en un pequeño departamento en el centro de la ciudad, ella en su apariencia no había cambiado tanto, solo creció un poco en tamaño y en los atributos que solo una mujer va mostrando con el tiempo.
Terminándose de arreglar se dirigió a paso rápido hasta el refrigerador, de el saco una jarra de jugo, el contenido lo vació en un vaso y bebió de el hasta que fijo su mirada en un reloj pegado a la pared. Después de guardarlo fue hasta la salida, agarró algunas cosas y se guió hacia un pequeño auto que meses atrás había adquirido.
Ella solo era una estudiante de 19 años. Al llegar a la universidad permaneció callada el resto de la mañana como todos lo días. Un frió silencio rodeaba su vida, como si las palabras se hubieran detenido en algún punto del pasado.
-Flash Back –
- Venimos por nuestra hija- hablaba con voz imponente un hombre ya maduro, y junto a él permanecía una mujer un poco mas joven.
- Ella es nuestra…- decía Kino refiriéndose a la pequeña hija de estos. – ¡Ustedes la despreciaron!-
-¡Pero es nuestra hija!- esta era ahora la voz de la madre – Y entiendo que fue nuestra culpa-
-Esta bien…si quieren llevársela, será con una condición…- la anciana dio media vuelta hasta darles la espalda.
- ¿Cuál?- respondieron los dos.
-Que se la lleven lejos de aquí, y que nunca regresen-
Ellos aceptaron la petición, esta les entrego a la pequeña y entre una gran tristeza y un amargo llanto silencioso, se alejó con ellos.
-Fin del Flash Back-
Cuando salió de la universidad, se dirigió hasta un restaurante para comer, al llegar diviso a una persona que desde hace mucho tiempo no veía. Se acercó a ella y comenzó a hablarle.
-¿Tamao?- ella estaba sorprendida de verla, pues no la esperaba.
-Señorita Anna… ¿Cómo esta?- habló con propiedad y mirándola directo a los ojos le extendió la mano en signo de saludo.
- Bien-
-Flash Back-
Anna estaba sentada debajo de un árbol leyendo un viejo libro que guardaba la familia Asakura, cuando escucho la voz de su entonces compañero.
- ¿Qué quieres?- preguntó con un tono frio.
- Te quiero presentar a mi nueva amiga- cuando dijo esto, lo volteó a ver – Ella es… Tamao-
Los tres niños conversaron un par de horas. El pequeño Asakura trataba de que le agradara Tamao, pero Anna no estaba muy contenta con la aparición de esta.
Con el paso del tiempo Anna la trataba como una integrante mas, no sabia porque, pero no le caía muy bien.
-Fin del Flash Back-
- ¿Y como llegaste hasta aquí?- preguntó mientras Tamao agachaba la cabeza un poco.
- Nos venimos a vivir -
-¿Venimos?- Anna estaba desconcertada.
- Si… después de que rompieron su compromiso, yo fui su nueva prometida-
-¿Así que te vas a casar pronto, con un Asakura?-
-Si, dentro de seis meses… me casare con Yoh- Anna no sabia como responder ante tal afirmación, ya que en su infancia él la había prometido "quererla".
Esa era una promesa difícil de cumplir, ya que al corazón no se le manda. Él era muy pequeño como para cumplir la promesa de "te voy a querer siempre" y ella lo sabía a la perfección.
Ellas platicaron un rato sobre aquella familia, la vida de esta y la mala suerte que había tenido Anna con la muerte de sus padres. Se sentía realmente sola, pero este era un secreto que jamás iba a revelar. Paso el poco tiempo que tenia para comer, se despidió y fue a trabajar.
Mientras trabajaba no dejaba de pensar en aquel compromiso y en la inútil promesa de éste. Al final del día, se dirigió hacia su departamento sin saber que alguien estaba atento a cada movimiento que hacia.
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Nota: Espero que les guste… creo que me voy a tardar en actualizarlos, ya que me quede sin computadora (mejor dicho: la compu. Se quedo sin disco duro) T.T
Annasak2: Hace mucho que no platicamos! Espere verte para decirte mis planes y preguntarte algunas cosas!! Pero bueno… Ni modo!
