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Yaoi - Shounen ai - Lenguaje y escenas algo bruscas, lemon tal vez más adelante.

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Aporía

Por Black Crimson Butterfly

Capítulo Primero: Vacío interno.

Yo creí que al fin había encontrado lo que buscaba, o mejor dicho, lo que faltaba en mi vida para ser una persona normal y abrir "las alas" al mundo nuevamente, como alguna vez en mi infancia lo había podido lograr y "volar" sin restricciones. Sin embargo, mi espíritu, mi ser, yo me sentía tan o más vacío que en un comienzo.

--Creo que es lo mejor para ambos - dije sin titubear y casi en un susurro -. Ya lo verás.

--Era de esperarse. Este último mes te has comportado muy extraño conmigo, distinto del primero...

--Las personas cambian, no es de esperarse entonces, que las relaciones y lo que envuelve a estas también se desarrollen a su medida y cambien?

--Pero para mejor!!

--Y no he negado el esfuerzo sobrehumano que hiciste por tratar de sacarme a flote y hacerme ver que nuestra relación sí tenía futuro, pero...

--Pero eres incapaz de proyectarte más allá de un mes, no?!

--Todo puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos!!

Ambos teníamos diferentes ideales de vida, distintos gustos y proyecciones. Ella desde un comienzo se mostró interesada por algo permanente, una relación duradera a lo largo de los años. "Casarse y formar familia". Y ese, precisamente ése era uno de los puntos en que no coincidíamos.

Hace tres meses que habíamos comenzado con el noviazgo, yo aún no cumplía los 18 y yo era el primer hombre al que ella había besado, al igual que por mi parte. Pero nada de lo que me ocurría era como todos decían, eso de que "el primer amor nunca se olvida", "es el más dulce y hermoso de todos", etc. Más bien era algo normal, cotidiano, sin demasiada emoción y con bastantes dolores de cabeza.

Todavía recuerdo las numerosas veces que decía que me amaba, que era hermoso y me acariciaba y abrazaba. Venía a mi casa desde temprano para irse tarde, satisfecha de haber visto y estado con su amor todas esas horas. Era algo agobiante. Un pequeño rato estaba bien, muchas horas... ya era algo exagerado.

La nebulosa oscura presente en mi mente y alma no desaparecía, día a día se acrecentaba, aunque a veces me engañaba y me hacía creer que al fin la luz iluminaba mi rostro. Ya cansado recurro a mi cama y me desvanezco en ella, producto del cansancio que llevo a diario¡vaya a saber alguien por qué!

Los días pasan y todo sigue igual. Nada logra sorprenderme mayormente. A veces creo que alguien me simpatiza a tal grado que, puedo considerarlo mi mejor amigo. Sin embargo, basta un solo gesto de este para alejarme y volver con mi máscara de frialdad de la que algunos, o la mayoría, no se percatan y la ven como si fuera el verdadero yo. ¡Je¡¡Ingenuos ellos!! Y se creen conocerme...

Es de mañana ya. ¡¡Al fin el tan esperado día domingo!!! Así podré juntarme con los muchachos, "bromear", reventarnos, borrarnos completamente para no recordar las amarguras de la pasada semana al comenzar el día lunes.

Luego de la ducha cojo mi ropa, me visto y salgo rápidamente de la casa sin siquiera despedirme o decir dónde estaré. No quiero molestias el día de hoy.

Camino por la angosta y solitaria calle. Como todos los domingos, ni un perro vagabundo transita por este barrio. Me encuentro solo mientras camino con rumbo determinado y ya conocido por mí.

Tan absorto estoy en mis pensamientos que no me había percatado de la presencia de un sujeto que caminaba a unos 20 metros atrás de mí.

De pronto, sus pasos se hacen más bruscos, más rápidos, intensos. Lo escucho detenerse justo a mi espalda, sintiendo sus palabras como un susurro. Me pregunta si tengo hora pero no le doy mayor relevancia. Y como la situación me incomoda, atino a dar marcha rápida cuando un escalofrío que proviene de la parte baja de la espalda me paraliza por completo...

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... Mis pies tratan de pisar lo más firme que pueden, mis piernas de sostener mi cuerpo sin fuerzas que avanza apoyando sobre el muro. No sé a dónde me dirijo, lo que deseo es llegar a algún lugar, desplomarme sin más.

Veo luces encendidas en el segundo piso de una casa me resulta extrañamente familiar. ¡Mis amigos! Deben estar allí, mis amigos. ¿Esperando por mí tal vez? No lo sé. Solo puedo acercarme a esa casa que, parecía más grande de lo habitual, palpo la puerta, la siento al fin, llegué, estoy aquí... ¡Abran por favor, aquí estoy...!

Golpeo dos veces, casi sin fuerzas. Dispuesto a golpear por tercera vez consecutiva, mi cabeza da vueltas completamente, un intenso calor me sofoca y mi cuerpo ya no reacciona a mis peticiones, que más parecen ruegos que órdenes enviadas desde mi cerebro. Y así como un vagabundo, recurro a cualquier cosa que me sirva de apoyo y entonces, me siento desvanecer cuando creo escuchar algo...

--Ryoma??!!!

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Black Crimson Butterfly.

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Algunas de mis historias, podrán notarlo en adelante cuanto actualice y suba más capítulos de "Ni ángel ni diablo", están conectadas de alguna forma, al menos lo he querido hacer de esa forma en PoT, ya que en Yugioh! aún no experimento con eso.

Tendrán alguna situación en común, algo similar así como una conversación igual, lo que no significa que la historia y todas las parejas de un fic sean las mismas del otro, quedan advertidos.

Espero sea de su agrado.