No me acepta las marcas para los pensamientos, así se verán entre - - (osea,
--pensamiento.-)
Rin es una exitosa cirujana traumatóloga al igual que Kagome, su mejor amiga de toda la vida.
Kagome está casada con Inuyasha, es abogado y tienen un hijo, Satoshi, de 2 años de edad.
Sesshoumaru, es un magnate empresarial con el carácter de un iceberg o un volcán (siento pena por sus empleados). De buenas a primeras Sesshoumaru siente interés por la mejor amiga de su cuñada.
Capítulo 1
El y Ella
Una secretaria tiembla aterrada en la puerta de la oficina de su jefe. La voz de Sesshoumaru retumbaba por todo el lugar.
-Los felicito a todos, son una sarta de incompetentes! Le han costado a la empresa millones! Es que aún no comprenden que cuando YO diga salta, ustedes preguntan; QUÉ TAN ALTO?!! Los tres están despedidos! No quiero volver a ver sus caras aquí otra vez! JAMÁS!!! Aria, ya sabes qué hacer.
-S-sí, Sesshoumaru-sama...
La secretaria rebuscó en un folder negro que sostenía en sus manos unos formularios. Sesshoumaru tomó el teléfono.
-Jaken! Busca cómo renovar ese contrato.
-Pero Sesshoumaru, ellos no aceptan ni mis llamadas.
-NO ME IMPORTA!! SÓLO HAZLO!!
A los pocos minutos, Jaken estaba en la oficina de Sesshoumaru.
-Sesshoumaru...
-Ya lo hiciste?
-No. mira, sólo tú puedes conseguir ese contrato de vuelta, debes decirles lo que pasó en verdad.
-Qué les voy a decir?! Que mis abogados son tan estúpidos que no conocen un contrato cuando lo ven?
-Precisamente. Mañana a primera hora buscaré nuevos abogados...
-Asegúrate de que cuando menos sepan leer!!
-Les haré pruebas.
-Pásame el número.
Rin está sentada en un banco con un sándwich sin morder en las manos. Kagome se acerca y se apoya en el espaldar del banco, al lado de Rin.
-Ajá!! Te atrapé!
-Qué?! qué pasa?!
-Con razón es que te la pasas tan cansada, no comes.
-Ay, Kagome! E-es que... no sé... no tengo hambre.
-Mmh! Y en quién piensas? O me vas a decir que el hambre se te va así como así?
-En nadie!
-Ja!! Eso, ni tú te lo crees. Esos ojitos soñadores, la mirada perdida, estás sonrojada... me atrevo a decir que estás enamorada. Y no le has dicho nada a tu mejor amiga...
-No, no es eso... Kagome, qué piensas de Yuuji?
-Es un imbécil, no te conviene.
Rin viró los ojos y tragó aire. Kagome puso sus manos sobre sus hombros y se apoyó en ella.
-Escucha, ya te lo he dicho millones de veces, y tu sigues con él. Así que por favor, no me preguntes más. Eres una amiga que pretendo conservar, y eso no va a pasar hablando de Yuuji.
-Está bien. No lo volveré a hacer.
-Ahora, come, que sólo te quedan 15 minutos de descanso.
-Lo que necesito son 15 días.
Ambas rieron.
-Por cierto, hoy cenaremos con el hermano de Inuyasha, es un pesado... Igual, Inuyasha me dijo que si quieres, puedes venir con nosotros.
-Gracias, pero Yuuji me invitó a cenar esta noche. Además, él no le cae muy bien que digamos a Inuyasha.
-Como quieras. Ah! Me dijeron en la lavandería que tu bata ya está lista, puedes ir a buscarla cuando quieras.
-Gracias.
-Qué fue esta vez?
-Jugo de mora.
-Cómo va el niño de la pierna? El ruso.
-Ah! Kaspar, está mejor. Mañana comienza su terapia.
-Y crees que de verdad lo logre?
-Kagome, cuántos pacientes operados por mí no lo logran?
-Está bien, está bien, sé que te las ingenias.
Kagome estaba sentada frente a su espejo, recogiéndose el pelo. Tenía una yukata verde. Inuyasha entró en la habitación y dejando caer su maletín, se apresuró a abrazarla, la besó en el cuello.
-Qué te parece si cancelamos la cena con el alcornoque y nos quedamos sólos tú y yo?
Kagome se sonrojó a más no poder y sonrió.
-Suena tentador, pero si lo haces, nunca harás las paces con tu hermano.
-Y? No es con él con quien duermo.
-No, tienes razón. entonces, cómo te suena la idea de dormir sólo?
Inuyasha apoyó su barbilla sobre su cabeza.
-Está bien. Pero si algo sale mal, no es mi culpa. Que conste, eh?
-Por cierto, nada de insultos. Satoshi ya sabe bastantes sin tu ayuda.
-Está dormido?
-Mama!!!
-Ya no.
-Iré por él.
Kagome se puso de pie y lo besó en la mejilla. Inuyasha se soltó el nudo de la corbata y los primero tres botones de su camisa. Kagome entró en la habitación con el niño en brazos.
-Pa - pa!!!
-Hola, campeón!
Inuyasha lo cargó y besó a Kagome.
-Me iré a bañar. Te quedas con él?
-Claro. Satoshi, qué quieres hacer?
-Uego!
Satoshi le haló el pelo y se inclinó hacia Kagome.
-Mama!
-No, amor, vas a jugar con tu papi, yo me voy a dar un baño.
-Ezo... mama, eza papa...
-Lo dijo él, anda, uno chiquito.
-No dudo que tú se lo hayas dicho.
Kagome sonrió y lo besó. Luego besó a Satoshi.
Rin se asoma en la puerta de su habitación.
-Yuuji, no me dirás a dónde iremos? Quiero saber qué me pondré.
-Lo que quieras.
-Bien, entonces, vamos.
Rin vestía un pantalón negro de seda con una blusa ajustada, color verde, de mangas largas y cuello en V. Apesar de su altura, se puso unas zapatillas con tacones.
-Cómo me veo?
-Bien.
Fueron a un pequeño restaurante de comida koreana.
--Kami! Será que no recuerda que no puedo comer picante? O yo no se lo dije? Sea cual sea, tendré que comer sólo ensalada.-
Kagome abre la puerta para descubrir a la quinta "novia" de Sesshoumaru en un mes.
--Cambia de novia antes de aprenderse sus nombres.- Hola Sesshoumaru... y...
-Sandra, mucho gusto.
-El gusto es mío.
Inuyasha fue a su encuentro. El saludo fue un diálogo de una palabra por parte de cada uno con el humor de un búho.
-Hola.
-Hola.
-Inuyasha, ella es la cita de Sesshoumaru, Sandra.
-Mi molesto medio hermano.
-Hola.
Ya estaban sentados en la sala y Kagome les brindó unas bebidas cuando Satoshi corrió al encuentro de su tío. Sesshoumaru lo cargó y mientras le hablaba, parecía que su boca se torcía en un intento por sonreír.
-Satoshi, es hora de dormir. Despídete de tu tío.
-Saionara...
-Oyasuminasai.
Kagome lo cargó y lo llevó a su cuna.
-Mama...
-Sí?
-No valla...
-No quieres que me valla?
-No...
Kagome sonrió y lo tomó en brazos, se sentó en una mecedora, al lado de la cuna y comenzó a tararear una canción de cuna. Pocos minutos después, Satoshi se durmió.
Tan pronto terminó la cena, Sandra recibió una llamada a su celular y disculpándose, se marchó.
-Oye, idiota...
-Qué quieres imbécil?
-Ya está bueno! O se tratan como la gente o no respondo. Dime algo Sesshoumaru, te gustaría que tu sobrino te llame insecto? Porque lo sabe decir y en el sentido en que ustedes lo usan.
Ambos se disculparon. Satoshi despertó y llamó a gritos a Kagome, cuando se vieron solos.
-Inuyasha...
-Qué?
-La amiga de Kagome... la que fue su dama...
-Qué quieres con ella?
-Cómo se llama?
-Oh, no. Eso no. Rin...
-Rin?
-Escúchame, ella está prohibida para tí. Me escuchas? Prohibida.
-Tú...
-Rin es la mejor amiga de Kagome, está fuera de tu liga.
Kagome se les unió con Satoshi en brazos.
-Sólo llama a su tío.
Sesshoumaru lo sentó en sus piernas.
-Kagome, tu amiga, Rin...
-Este... Sesshoumaru está interesado en ella.
-Oh! Bueno, la verdad es que ella tiene novio. Y a decir verdad, no es tu tipo.
-Cómo que no es mi tipo?
-Ella no encaja en el perfil de tus novias. Mejor olvídala.
Pero Sesshoumaru estaba negado a olvidarla, necesitaba verla, necesitaba mucho más que sólo verla.
Rin vio su reloj mientras salía a prisa de su apartamento.
--Ay! No! Estoy tarde otra vez!-
Se apresuró a su auto sólo para recordar que había dejado las llaves.
Mientras...
Sesshoumaru se arregla el nudo de la corbata y mira en el espejo el reflejo de su cama, la chica de la noche anterior aún estaba dormida. Despertó al sentirlo acercarse.
-Hola, cariño...
-Hola.
-Nos veremos esta noche?
-No lo creo, tengo mucho trabajo pendiente. Yo te llamo.
-Pero de verdad lo vas a hacer?
-Sí. Tan pronto esté libre, te llamaré.
Salió de su apartamento con sólo una cosa en su mente. Rin.
--No es mi tipo! Hm! Eso lo veremos.-
Rin entra en la sala de descanso. Kagome se está sirviendo una taza de café.
-Rin! Cómo te fue anoche?
-Uff! Fatal. Yuuji volvió a olvidar que no puedo comer picante. Fuimos a un restaurante koreano.
-Y qué hiciste?
-Pues sólo le pregunté que si me veía gorda. Y sólo pedí ensalada.
-Y la parte fatal?
-Sentí como que... él parecía estar en otro lado... toda la noche, estuvo como en el aire y sólo me daba respuestas monosilábicas. Odio cuando me hace eso!!
Kagome suspiró.
-Quieres café?
-Sí, gracias. Y cómo te fue a tí?
-Bien. Por primera vez desde la boda, Sesshoumaru se comportó. Creo que Satoshi lo ha ablandado, pero la diferencia en tan mínima que casi es imperceptible.
-Ahora que lo mencionas, no recuerdo haberlo visto sonreír... jamás.
-No lo hace. Conozco a Sesshoumaru desde... desde que conozco a Inuyasha... Espera, lo vi sonreír una vez.
-Y eso fue?
-Cuando Satoshi nació. Eso me recuerda que debo pasar por su oficina.
-Ve, yo te cubro.
-Gracias.
Inuyasha está en su oficina y recibe una llamada.
-Hamasaki.
-Inuyasha-sama, le habla Jaken...
-Qué quiere el idiota ese?
-Inuyasha-sama, usted cree que puede trabajar con nosotros?
-Yo? trabajar con Sesshoumaru? Jaken, nos conocemos de toda la vida, sabes que no va a pasar.
-Me lo imaginé. Al menos puede recomendarme un buen abogado?
-No que tienen tres?
-Er-sí, bueno, lo que pasa es que Sesshoumaru los despidió ayer. Ellos cancelaron el contrato con una de las importadoras más grandes.
-Sabía que eran unos buenos para nada. Te mandaré un fax con unos nombres.
-Gracias.
Sesshoumaru está en su oficina con unos papeles en sus manos. Jaken le deja unos folders sobre el escritorio.
-Sesshoumaru, tu hermano me recomendará unos abogados.
-Medio hermano, no lo olvides. Agradéceselo.
-Sí.
Jaken lo dejó solo. Sesshoumaru volvió a hundirse en sus pensamientos.
--Con que prohibida, eh? Lo que mi estúpido hermano y Kagome no saben es que me gusta lo prohibido... -
Hizo una mueca parecida a una sonrisa.
--Rin, estás para chuparse los dedos...-
Kagome entró en la oficina de Sesshoumaru.
-Hola, Sesshoumaru.
-Ah! Hola.
-Para qué necesitabas que viniera hoy?
-Necesito que firmes estos papeles y se los lleves a Inuyasha.
-Bien.
-...Kagome, tu amiga...
-Sesshoumaru, hablamos de esto anoche. Rin no es para tí.
-Puedes dejar de decir eso?
-No.
-Qué? Acaso es loca o algo así?
-Rin es una persona maravillosa. No es alguien para que uses como juguete por una noche. Olvídala.
--Me niego a hacerlo.-
