-Un terrible accidente-

Bebió de su café y lo devolvió de nuevo a su lugar en el portavasos, se limpió el pequeño bigote de leche que le quedó sobre su labio y suspiró como si le faltase algo, tenía un hogar, maravillosos hijos y fama, todo lo que alguna mujer desearía en la vida, lo tenía todo, menos a su queridísimo amado.

Unas cuantas lágrimas comenzaron a golpear la superficie de la mesa de mármol en la cocina, recordó aquel trágico día, el día en que creyó haberlo perdido todo.

-Flash Back-

Golpeó la máquina una vez mas, ya nada funcionaba, abría y cerraba paneles, tocaba botones y desarmaba otros, no había arreglo alguno para la preciada máquina de su esposo, el cual estaba desesperado, dando vueltas por todo el jardín.

-Lo lamento Vegeta, parece que tendrás que esperar a mañana, tal vez si lo pienso con cabeza fría, encuentre una solución- Se quitó los guantes y trató de ser lo mas precavida al decir esto

-¿Y yo que?, ¿me quedaré sin la cámara hasta mañana?- Preguntó alarmado, no encontraba vida fuera de su pequeño hogar con gravedad

-Así parece, tal vez puedas al fin hacer algo lindo por tu querida esposa- Se levantó, tomó su caja de herramientas y le guiñó un ojo al saiyajin

-No sirves para nada- Se mordió el labio y le dio la espalda a su esposa

-Debes entenderlo, trataré de estudiar los planos y verificar porque se está apagando y encendiendo- Comenzó a dirigirse a la casa- Por ahora, trata de hacer algo productivo y no toques la cámara, no vaya a ser que ocurra algo inesperado- Entró a la casa y desapareció

Vegeta se quedó allí, parado en medio del jardín, siendo iluminado por radiantes rayos de sol y realmente molesto, nadie le diría que hacer, si era posible, el sería el que repararía esa máquina, al fin y al cabo, el la conocía de memoria, por lo que hizo caso omiso a lo que su esposa le dijo y entró.

Abrió la puerta metálica y caminó hacia el panel de control, donde apretó el pequeño botón azul, ajusto la gravedad a 800 y comenzó a prepararse para su entrenamiento diario, nada malo le estaba ocurriendo en aquel momento, por lo que el orgulloso príncipe, creyó que habría sido obra de el aquello, por lo que sonrió y se elevó para poder esquivar los ataques de los robots.

Mientras tanto, Bulma se encontraba ya instalada en su laboratorio, sentada en su escritorio y a su lado una lámpara, para poder examinar con detalle los planos de la cámara de Gravedad, nada debería estar fallando, había hecho el debido mantenimiento y restaurado partes ya deterioradas.

-Esto no puede ser posible- La científica aun no podía entender que ocurría- Todo a estado muy bien, Vegeta a estado usando esta máquina toda la semana y solo hoy presentó…- La mujer se detuvo y lo pensó nuevamente, el príncipe había estado prácticamente viviendo en aquella máquina, exigiéndole hasta mas de lo que Bulma había calculado, tal vez, aquella máquina estaba exigiendo un descanso- Supongo que solo tendré que cerrar la máquina hasta mañana y de seguro funcionará perfecto.

Se levantó de su asiento, dio un leve estirón y después, escuchó un terrible sonido, una especie de explosión, realmente potente, aquello que hubiese sido, tendría verdaderas consecuencias.

La mujer salió corriendo de su laboratorio y salió lo mas rápido posible a donde podría provenir la explosión y aquello, le dejó impactada, la cámara de gravedad completamente destruida y echando humo por doquier.

-¿Qué ocurrió aquí?- Bulma se alarmó y pensó rápidamente en Vegeta, quien ya había sufrido en repetidas ocasiones explosiones de ese grado

La mujer se acercó a los escombros y comenzó a buscar a su Príncipe, pero no vio señal alguna, solo cuando vio un pequeño dedo índice moverse debajo de una gran lámina de metal, supo que podría en ese instante, perderlo todo.

-¡Vegeta!- La mujer se agacho entre lágrimas y trató de levantar la lámina, pero esta era realmente pesada- Rayos, tendré que pedir ayuda- Se levantó de allí y corrió a la cocina.

En el cuarto, tomó el teléfono ubicado en la pared y comenzó a teclear unos números, esperó un rato y después se sintió aliviada al escuchar la fina voz al otro lado de la línea.

-Trunks, necesito que vengas, ha ocurrido algo grave- Fue lo único que dijo y colgó nuevamente en shock.

Se sentó por cinco minutos en el jardín, observando la gran pila de escombros y la cantidad de humo que salía de esta, Vegeta era un hombre fuerte, por lo que saldría de esa.

-Mamá- Trunks aterrizó, también alarmado- ¿Qué pasó aquí?

-T-Tu- Señaló con su dedo tembloroso- Está allí- Varias lágrimas comenzaron a caer

-No te preocupes papá- Trunks se quitó su chaqueta negra y la tiró al suelo, luego corrió al rescate

Quitó la lámina sin esfuerzo y vio a su padre inconsciente, esto ni siquiera él podría creerlo, el segundo hombre mas fuerte en el universo, estaba allí.

-Sácalo Trunks, rápido- Bulma trataba de no comerse sus dedos, estaba inquieta, necesitaba saber que le ocurría

El joven sacó a su padre de aquel hueco y lo cargo hasta el cuarto de su madre, allí lo limpiaron y le quitaron todos esos raspones y restos de escombros, mientras que venía un médico, pues Vegeta aun no despertaba.

Al cabo de una hora, un médico de la familia apareció, revisó a Vegeta y verificó que estaría bien, salvo algo, algo que nadie podía creer.

Vegeta despertó, un poco aturdido y con su cabeza dando vueltas, se quitó la cobija que Bulma le había puesto y se incorporó en la cama, tal vez tratando de analizar que ocurría.

Bulma entró a la habitación y al verlo allí, sano y salvo, lanzó los antibióticos que traía en su mano y se aferró a él, casi entre llantos.

-Te odio saiyajin, jamás vuelvas a hacernos esto, ¡Te dije que no la usaras!- Bulma estaba tan alterada que no sabía que hacer, pero se encontraba feliz de verle de nuevo allí.

-¿Qué?- El hombre solo pudo articular

-¿No sabes que pasó?- Bulma le miró a los ojos algo temerosa.

-¿Quién eres?, ¿Qué rayos hago aquí?- Miró a Bulma de reojo y luego, la quitó de sus brazos- Y deja de abrazarme.

-V-Vegeta- Bulma se llenó de lágrimas, mirándolo desde el suelo.

El doctor entró de inmediato y al ver aquella escena, supo que era hora de comentar los diagnósticos.

-Señora Bulma, Vegeta… Vegeta al recibir un golpe tan fuerte, quedó completamente sin memoria- El médico observó a la mujer y sintió lástima- Tal vez, necesite tiempo para poder recuperar su memoria.

-¿Me está hablando enserio?, ¡pero este hombre es realmente fuerte, lo e visto golpear automóviles con su cabeza!

-No sé que quiere decir con aquello, pero por ahora, será mejor que recuerde todo lentamente- El doctor recogió sus cosas y se fue de allí lo mas rápido posible.

Bulma se quedó durante horas sentada en el sofá de su habitación, mientras veía como el olvidadizo Vegeta paseaba por el jardín, observando los escombros de su cámara, tal vez, si veía eso, recordaría algo de su vida, pero lamentablemente, había olvidado hasta que era un extraterrestre con poderes sobrenaturales.

Trunks le sirvió café, también estaba consternado, no podría ser posible aquello, su padre era muy fuerte para poder perder la memoria por una simple explosión, pero si fue así, lo único que necesitaban era tiempo y tratar de ayudar al que ahora parecía ser, un extraño en la casa.

Cayó la noche y todos se sentaron a comer, ayudaron a Vegeta a sentarse y le sirvieron comida, normalmente, la que siempre solía disfrutar mas, mientras que se llenaban de un ambiente incómodo, donde los dos hijos observaban a su padre asustados y Bulma trataba de no llorar.

-Y bien…- Trunks trató de llenar el silencio- ¿Aun no sabes que haces aquí?- Sonrió con encanto tratando de parecer amable

-No y ustedes son muy extraños, ¿Qué se traen?- Apretó sus puños y retó a Trunks con sus ojos negros.

-Nada Pa…- Trató de no llenarle la cabeza de líos.

-¿Qué quieren de mi?, ¿Me drogaron y me trajeron aquí?, ¿Por qué no recuerdo mas de lo que hice ayer?- Llenó a todos de preguntas tontas.

-Escucha papá- Bra interrumpió molesta- Tu, eres nuestro padre, eres un saiyajin y el príncipe de esa raza, la mujer que está al frente mío, es tu querida esposa y yo, soy tu hermosa hija, Bra- Sonrió y esperó que su "Elaborado" Resumen funcionase.

-¿Qué?- Escupió de nuevo ahora asustado- Saiya…¿Qué?

-Que genio Bra- Dijo Trunks

El resto de la cena estuvo callada, Vegeta aun trataba de comprender que había ocurrido y Bulma, Bulma simplemente estaba tratando de fingir que lo tomaba todo con calma, no quería alarmar a nadie, pero Vegeta parecía tener indicios de nunca recobrar su memoria.

A la hora de dormir, Bulma preparó una habitación especial para Vegeta, donde habían trajes de entrenamiento suyos, fotos de Trunks, Bra y de Bulma, algunos objetos que con el tiempo se hicieron cotidianos para el y su pijama, la que usaba todos los días después de llegar de difíciles entrenamientos.

-Espero que puedas acomodarte- Dijo Bulma dispuesta a cerrar la puerta de Vegeta.

-Eh si… Gracias...- Trató de recordar el nombre de aquella mujer

-Bulma- Dijo ella molesta

-Eso tu… Bulma- Le dio la espalda incomodo y se metió a la cama

-Que descanses- Apagó la luz y cerró la puerta, después se apoyó en esta y golpeó su cabeza, su vida se había desmoronado.

Entró a su habitación, se recostó en la cama y sintió el completo vacío de no tenerle a su lado, era incómodo no tener a nadie a quien abrazar o darle pequeños besos para poder sentir calma, ahora, estaba ella sola, con un terrible dolor de cabeza y observando el techo blanco, tratando de perderse en el.

A la mañana siguiente, la mujer se levantó, con esperanza de que aquel hombre recuperara la memoria, pero lo único que encontró, fueron sábanas revolcadas, él se había ido.

-Fin del flash back-

Ahora toda su vida parecía no tener rumbo, en esos dos años jamás conoció a nadie nuevo, con la esperanza de volverle a ver algún día por la calle y que al fin, pueda recuperar su memoria, hacía meses atrás, solía sentarse en la puerta, imaginando que el en mitad de la noche hubiera recuperado la memoria y regresado a casa, pero aquello tampoco ocurrió nunca, por lo que ella, agotada y ya un poco mayor, decidió por vivir y tratar de olvidar a aquel saiyajin, que por lo visto, la olvido muy fácilmente.

Tomó su taza y se dirigió a la sala, pero tuvo la mala suerte de chocarse con un Trunks pálido y con mirada de loco, había visto algo que lo impactó severamente.

-Mamá… Lo e visto- Cuando articuló aquello, Bulma sonrió de par en par.

Continuará

Hola, les escribo después de mucho tiempo, la verdad es que tenía uno mas diferente, pero creo que esto podría gustarles.

Espero sus reviews y gracias por haberme esperado. nos vemos.

Trataré de actualizar lo mas rápido posible, aprovechando que estoy en vacaciones y no entro hasta junio, por lo que lo podrían tener cada semana.