Buenas Noches!1 Como estan? Creo que tengo abandonado aqui el negocio pero creo que no importa asi que el otro fic Diario de un Corazón deshauciado ya vere como lo sigo, como que no tengo la maldad necesaria para continuarlo y hacer lo que planeo. Asi que mientras dejo esta pequeño fic que tampoco se para donde va pero que será muy cortito de unos 6 capitulos asi de peques como este, y siento que es como una continuacion de mi oneshot con el mismo nombre por eso solo le agrego el 2 a este xDDD ** no tenia idea que nombre ponerle **
Espero lo disfruten, a mi me gusta!
Recordando que los personajes no pertenecen, son del manga yaoi Koi suru Boukun de Hinako Takanaga.
Y pues a leer!
Ha pasado tanto tiempo desde la última vez que estuvieron juntos, que ahora el solo pensarlo inquieta mucho a un tirano de ojos miel.
-Que voy a hacer ahora? Como debo comportarme ahora que he aceptado el que seamos una pareja… y formal, ¡una pareja formal!- En su habitación se encuentra senpai, como todas las noches, intenta trabajar en alguno de sus tantos reportes. Pero por algún motivo su mente no planea trabajar más por esa noche.
-Creo que por hoy es suficiente de esto, lo continuare mañana.- En sus pensamientos solo se podía apreciar un solo pensamiento. Si, una vez más ese ser tan molesto y a veces tan irritante, según sempai. Se escurría como una real babosa entre sus pensamientos.
Alejándose de la mesa aun sentado en la silla de su escritorio respira profundo dejando salir un gran suspiro de su boca. -¡Morinaga! Ese tarado…- un poco molesto con sus propios pensamientos se levanta y decide mejor despejar un poco su mente.
-Como si no tuviera mejores cosas en que pensar-
Se dirige a la cocina ahora con un solo objetivo en mente. Un café… es lo que ahora pide su cuerpo, tal vez con eso logre relajar el cuerpo y despejar su mente.
Al llegar a la cocina un extraño sentimiento de nostalgia rodea todo el lugar. La soledad! Ese sentimiento es con lo que ha estado conviviendo día tras días desde que él partió. Sin ser vista pero tan perceptible que ha convivido con ella y se ha acostumbrado a la cruda presencia del silencio que lo acompaña. Esas dos sensaciones son las que le han acompañado por cerca de 6 meses.
Quién lo diría, se juro no extrañarlo pero fue una gran mentira… lo extraña y desearía que estuviera ahí, tal vez si lo odie cuando actúa de un modo arrebatado e invade su espacio personal.
Ahora se burla de sus propios pensamientos y sonríe ligeramente… -ja! Mi espacio personal…? desde cuando he perdido tan preciado espacio, que ahora mismo extraño el compartirlo contigo. -
-Es extraño- piensas. Pero es así, su YO de hace algunos años estaría feliz de la soledad y el enorme espacio que en ese momento tiene para él solo. Pero no… simplemente ya no es el mismo. No hay manera de negarlo, lo extraña, y lo necesita a su lado.
Con una taza de café en mano se dirige a la sala. Se acomoda en el sillón decidido a ver Televisión al encender el aparato elige cortar con la molesta soledad y romper el frio que provoca el silencio que ahora le rodea.
Se acomoda en el sillón listo para distraerse un poco pero una vez más – ¿qué estarás haciendo? Ahora solo habla consigo mismo. En ese momento el aparato frente a él es totalmente ajeno para él, ya que nunca lo considero un invento que fuera productivo para la sociedad.
Ahora un nuevo acto involuntario que ha adquirido le hace voltear a ver aquel aparato y le sonríe. En el fondo de su corazón es tanta su necesidad de sentirlo cerca que ahora ha nacido en él un extraño gusto especial por cierta programación nocturna en el canal de variedades.
-¡Pero que estupidez es esta!- Sonríe por lo tonto que puede llegar a ser ese tipo de programas. Aun se pregunta como es posible que pueda perder tiempo en ver ese tipo de cosas. Es más, nunca se imagino viendo ese canal.
Se cansa de tan poca cultura en la programación resolviendo en que es tiempo de regresar a la habitación. Sin antes dar por terminado ese día, así con su fiel cigarrillo se encamina para por fin llegar al cuarto.
-¡Morinaga!- dices su nombre acompañado de un suspiro con el cual también dejas escapar el humo de la última calada al cigarrillo.
Recostándose en la cama no hace más que pensar en lo ultimo dicho por aquel oji verde en su última llamada hace solo tres días
–Ahora que pretendes… ¡idiota! Decir aquello provoca un ligero sonrojo al recordar lo que ese imbécil dijo en esa ocasión.
*** Recuerdo ***
Un día más como cualquier otro en la Universidad, se encontraba sempai en el laboratorio. Estaba de lo más entusiasmado. Uno de sus tantos experimentos estaba dando los resultados deseados y al parecer eso le facilitaba muchas otras pruebas para continuar con su trabajo.
-WOW- expuso el sempai a sus asistentes.-si esto sigue así, podremos dar por terminada esta etapa en el experimento… ¡Miren! ¡Miren! El sempai movía sus manos en señal de que se acercaran y observaran ellos mismo el logro obtenido.
-Parece un niño…- es lo que pensaron sus asistentes.
Ver al Tirano del laboratorio así de contento es algo que no se da con mucha frecuencia, aún más para estos nuevos jóvenes que recién llegaban a ese laboratorio. Hasta ese momento no habían sido espectadores de un actuar tan fuera de sí de ese sempai tiránico.
El sonido de un celular rompió la singular magia vivida por los asistentes. Ya que el aparato que solicitaba atención era el del sempai.
-Se…senpai su celular. -
-Ah! Gracias!- Decía el sempai muy contento y animado por tan buena racha en su trabajo.
-Sí, diga!- Exclamo sempai sin notar de quien se trataba la llamada. Al otro lado de la línea se encontraba Morinaga, el cual se dio cuenta del ligero cambio de humor de su sempai.
-¡Senpai! ¿Cómo estas mi senpai?- Es lo que escucho el Tatsumi, tal fue la impresión de esas palabras que tuvo que alejar ese aparato de su oreja para confirmar de quien se trataba esa llamada.
-Eh… senpai, ¿sigues ahí?- Pregunta Morinaga algo confundido al darse cuenta del silencio que por unos cuantos segundos se dio por parte de Souichi.
-¡Ah! Si, dime… ¿Qué quieres? - Adivinare, seguro comenzara a quejarse. Pensó senpai.
–dime senpai, ¿te sorprendí? ¿Te alegra el que te hable? - su voz, maldita sea… porque me habla en ese maldito tono tan… sensual, y yo tan estúpido que hasta por teléfono podría ceder ante él.
El senpai no estaba equivocado, ¿pero qué hacer? Aquel chico vive enamorado y lo refleja en todos los sentidos. Morinaga hablo tan como es el, con esa voz enamorada que hace temblar al sempai. Pero aun así, el Tatsumi busco la forma de matar las ilusiones del pobre Ángel que le susurraba al oído…
-No, ¿por qué debería alegrarme? Si me hablas dos o tres veces al día. Y todavía reafirmando la molestia… TODOS los días.
Ahora toda la alegría en el Morinaga desapareció. –¡Ahhhhhhh! ¡Sempai! ¿Por qué está molesto ahora? Si se escuchaba tan de buen humor cuando tomo la llamada.- Claramente se podía escuchar el sollozo del pelo azul al otro lado del teléfono.
-Oh eso, pues solo disfrutaba de mi laboratorio y de que no hay NADIE rondando.- Con lagrimillas en los ojos Morinaga no podía creer tanta maldad por parte de su sempai.
-Bueno, ahora dime qué quieres!- se dio cuenta de su poco tacto y pensó en cambiar el rumbo de la conversación pero… - te recuerdo que esta es la segunda vez que me hablas hoy… y tengo demasiado trabajo por hacer. ¡Así que habla!-
-Está bien senpai. Con lo que voy a decirte se que te pondrás feliz aunque lo niegues, yo se que si lo harás.- Sonreía Morinaga al teléfono.
-Ya cállate y dilo de una buena vez.-
- Sempai me dieron dos meses de vacaciones ¿qué le parece? vamos a poder estar juntos muy pronto… - mientras que el Moreno contaba feliz la buena noticia del otro lado, alguien no comprendía muy bien.
Ante esa noticia Tatsumi solo podía sentir un vacio en su interior y abrir enorme los ojos ante tan inesperada confesión. En su mente solo había una frase repitiéndose DOS MESES… DOS MESES… DOS MESES… hasta que por fin en una de esas tantas salió de su boca.
-Y pues estaba pensando en que… - ni si quiera pudo terminar cuando el sempai lo interrumpió volviendo a decir.
- ¿DOS MESES? - Ante esto Morinaga se asusto. Fue tan inesperado ese grito por parte del sempai que tuvo que alejar de su cara del móvil. Mientras en el laboratorio también se dieron cuenta del cambio en el Sempai, por lo cual lo observaban con curiosidad de saber que le sucedía.
Al darse cuenta de que era él el centro de atención en aquel salón, salió inmediatamente de ahí. - Ahora vuelvo continúen trabajando - les ordeno antes de salir.
- ¡Sempai! ¡Sempai! - Mientras el senpai se movía de ese lugar en el teléfono podía escucharse la vocecilla de Morinaga. Hasta que por fin senpai decide enfrentarlo nuevamente.
-Di… dime ¿Cómo está eso de que te dieron dos meses de vacaciones? ¡¿No me digas que llegas mañana?! Senpai no se percato pero mientras el trataba de entender esta jugada del pelo azulado. Morinaga permaneció en absoluto silencio del cual después se dio cuenta el mayor. Y una vez más se dio cuenta de lo frías y duras de sus palabras rápidamente se percató del poco tacto que tuvo al hacerle esas preguntas. Enseguida Morinaga sin darle tiempo al sempai de corregir su error.
-Sempai lo siento creí que tú… bueno, creí que tal vez tú querrías verme… - ahí estaba otra vez, pensaba sempai, tal vez no podía verla pero es más que obvio… esa maldita expresión en su rostro de tristeza y como siempre por su culpa.
- Bueno… yo he deseado tanto el poder volver a verte y estar por fin contigo pero… -
-Idiota- lo interrumpe senpai. – Lo siento yo… lo siento. - Fue lo que con arrepentimiento en su voz y con un tono más suave dijo para aquella persona tan importante para él.
- Es solo que yo… yo… también deseo verte. Mo…¡Morinaga!- esto último dicho por senpai fue más como un susurro y así continuo con algo que jamás pensó saldría de esa fría boca o mejor dicho que ese corazoncito tiránico se expresara muy de vez en cuando diciendo algo que no era fácil de creer del pelo largo. - Es solo que… no se tratar con esto que siento… no entiendo… ¿comprendes lo que quiero decir?-
Moringa lo escuchaba y claro que comprendía las palabras de su amante, claro era eso. Antes de irse a Hamatsu Morinaga y Souichi habían vivido un cambio en su relación, eso sucedió justo un mes antes de su partida.
Un mes de mucho amor para Morinaga pero un mes para sempai en el que poco a poco iba asimilando todo eso de ser amantes. Con sempai todo ese avance en su relación de algún modo le afectó, tal vez este dudando de nuevo o tenga miedo de esto. Así que eso fue lo que comprendía Morinaga, un mes de mucha pasión pero muy poco tiempo para sostener que eran realmente amantes ahora a casi seis meses de aquello comprendía el miedo y confusión de su pareja.
Continuara...
Si quedaron con ganas de saber más metan preción porque luego se me olvida xDDD
Nos estamos leyendo!
