"El tiempo se agotaba, y aun quedaba mucho por decir, explicar y expresar; con el dolor del alma y el cuerpo temblando por los nervios, abrazo a su hija menor y le dijo al oído:

-Kagome… kagome, presta mucha atención a lo que voy a decirte… cuando una bruja encuentra a… -no sabía por dónde empezar- el método para que una bruja conserve sus poderes es-

De pronto se oyó un estruendo y la puerta se abrió con vientos violentos que hubieran podido llevarse la casa de un solo golpe. Tras aquella tempestad entró una mujer muy hermosa y esbelta que vestía una túnica negra con un sombrero negro y puntiagudo que cruzando los brazos y esbozando una sonrisa en el rostro saludo con cierta malicia:

-Suzuki cuanto tiempo sin vernos- camino por la habitación y se sentó en la silla más próxima que encontró- supongo que sabrás porque estoy aquí, no?

-claro que lo sé, viniste para llevártelas-abrazo a sus dos hijas con fuerza-pero no creas que por ello lograras reemplazar mi lugar como madre

-jajaja muy gracioso hermanita- rio con un poco de sarcasmo y poniendo un tono serio agrego- pero no me interesa eso, recuerda de que se te acusa y cual fue tu castigo por ello, fuiste desterrada del consejo de las brujas por culpa de aquel hombre al que juraste amor y que se fue con otra mujer común y corriente, ordinaria-este último lo dijo con asco- y al violar la regla más importante para las brujas, tu sentencia se cumple hoy, y quien más para darte la el castigo final que tu hermana mayor- con el tono más serio que pudo comenzó a pronunciar- yo, Suzumi hermana mayor de Suzuki, por el poder que me otorgan las brujas del consejo acuso, a mi hermana menor Suzuki por violar la regla principal de las brujas en donde se estipula que la bruja que sea abandonada por un hombre mortal, sea cual fuere la causa, a no ser que el mortal se presente ante el consejo de las brujas en pos de aclarar el porqué de su huida y sacrificar su vida por la de la bruja acusada dentro de un período de tres días, será relegada de sus poderes convirtiéndose en una humana común y corriente y si tiene hijos, los mismos serán separados de la madre y se les prohibirá ver a la misma para convertirse en futuros brujos que formaran parte de la comunidad de brujos y de la de humanos.

Mientras pronunciaba la sentencia aquella bruja, los objetos dentro de la habitación se elevaron y comenzaron a girar por todo el lugar, se comenzó a escuchar truenos y relámpagos, las ventanas se empezaron a abrir y cerrar con violencia y los vientos entraban y salían con fuerza. Esa bruja levanto los brazos y con las manos hizo unos gestos que separo a aquella madre de sus hijas, la bruja se acerco a las niñas, tomo la mano de la pequeña y coloco su otra mano en el hombro de la hija mayor y dando pasos pequeños pasos se fue llevando a las dos niñas.

-hermana, no tienes porque hacer esto-trató de detenerla Susuki pero por más que intento no pudo lograrlo, finalmente cayó de rodillas y comenzó a llorar.

Por otro lado la bruja antes de irse se detuvo por un pequeño instante y con tristeza y voz baja logro vocalizar-adiós y perdóname hermana-y siguió su camino llevándose a sus dos sobrinas."

Tenía cinco años cuando aquel hecho había ocurrido y ahora habían pasado trece años desde ese entonces, aquel hecho era el último recuerdo que tenía de su madre a quien jamás pudo volver a ver. Ahora con dieciocho años cumplidos ya era toda una bruja hecha yderecha, y solo le faltaba una cosa para que el consejo de brujas dictara finalmente que estaba lista para qué pueda ir a la "sociedad de los humanos" como si ella misma fuera una de ellos, kagome estaba nerviosa pero contenta a la vez por eso, tal vez podría encontrarse con su madre.

Kagome era una chica dulce, inocente y soñadora pero a la vez era pensativa, calculadora y seria. Aun así, con los años se había vuelto una mujer muy hermosa y de buena figura, le gustaba usar vestidos de color crema junto a un corset marrón que tuviera un escote ovalado y alrededor del escote volados, cosa que dejaba mostrar parte de sus hombros y busto pero en especial dejaba al descubierto su cuello, todo esto sumaba unas botas con tacón marrones. Cualquiera que la viera caída enamorado así kagome se daba el lujo de rechazar a cualquier brujo que le propusiera matrimonio, compromisos o cosas por el estilo.

-Kagome, ya llegue, donde estas?- dijo una mujer parecida a ella y que parecía ser unos años mayor que ella.

-estoy en la cocina, kikyo-dijo Kagome y se dirigió a la entrada de la casa en la que había vivido con su hermana mayor y su tía Suzumi todos estos años que si bien era pequeña también era acogedora.

Kikyo era tres años mayor que Kagome y la mujer más hermosa de toda la sociedad de brujos. Kikyo era fría, conservadora y muy seria y aunque el consejo ya le había otorgado el permiso para poder convivir tanto en la sociedad de humanos como en la de brujos, ella sentía asco por los humanos mortales, prefería estar con brujos a su alrededor, se sentía más libre, aun así.

-la tía Suzumi, dijo que tardara en volver del consejo, recuerda que hoy el te evaluaran para ver si estas preparada para ir a la sociedad de los humanos o no, y tu sabes que la tía debe estar haciendo hasta lo imposible para que el desafío que te den sea el más fácil, mientras tanto también dijo que cocináramos el almuerzo que hasta entonces tal vez llegue-dijo kikyo mientras le daba unas bolsas que contenía diversos alimentos, verduras, carnes y provisiones para hacer hechizos y lo que sería el alimento del día.

-sí, lo sé kikyo-esto lo dijo con un poco de entusiasmo-pero tú crees que me den un desafío muy difícil?-esto último lo dijo con duda y miedo a la vez.

-lo importante es que pases el desafío-lo dijo con un tono serio y a la vez que lograba tranquilizar a su hermana-y si lo logras podrás conocer la sociedad de los humanos.

-sí, tienes razón. Gracias, kikyo-sonrío y agradeció Kagome.

Las dos hermanas se dispusieron a ordenar las compras que había hecho kikyo y luego comenzaron a preparar la comida del medio día, mientras Kagome pelaba papas, kikyo picaba en juliana las cebollas. Ambas habían decidido cocinar una sopa de berenjena, favorita de su tía, y mientras lo hacían hablaban sobre el tiempo que habían convivido con su tía y él porqué habían sido separadas de su mamá, esto último siempre hacia que hubiera diferencia entre las hermanas. Kikyo justificaba al consejo y Kagome defendía a su madre. Las hermanas no tenían una buena relación, pero no significaba que se llevaran mal, si no que tenían un punto de vista y una manera diferente; fue así como las había criado su tía una de las dos tenía que ser más fuerte que la otra y kikyo por querer conservar la inocencia de su hermana, había optado por ser más firme en las decisiones, aunque a la vez había logrado tener cierta distancia con su hermana, algo no nadie había previsto que pasaría como consecuencia de la crianza de las hermanas.

Habían terminado de cocinar y estaban sirviendo los platos para comer. En ese momento su tía entró con una sonrisa de oreja a oreja y saludo a las hermanas-noticias buenas, les traigo; Kagome querida, hable con el consejo y logre convencerlos de que el desafío que te den sea sencillo, y kikyo tengo que decirte algo, pero no ahora- esto último lo dijo con una mirada seria hacia kikyo. Suzumi si bien no era su madre, había logrado un lazo casi madre e hija con kikyo así que cualquier inconveniente los discutía con ella. Además Suzumi a pesar de tener muchos secretos era una persona muy misteriosa.

Las tres mujeres se dedicaron a comer el almuerzo en silencio y luego partieron hacia el consejo.

En el consejo

-Bueno este consejo se ha reunido para dar el desafío a Kagome, con el resultado final se evaluara si está preparada para poder mezclarse con mortales-dicto Naraku. Este era el ex prometido de kikyo, y que por una disputa jamás resuelta y extraña kikyo había rechazado.

Kagome odiaba a este brujo si bien no sabía lo que había pasado entre su hermana y el, había algo en el que hacía que desconfiara de su persona y lo de su hermana era otra razón para odiarlo más pero como era del consejo no tenía otra opción que llevarse bien, para su mala suerte, y si alguien llegaba a hacerle daño tendría que ser severamente castigado incluso con la muerte.

-Estoy lista, señor Naraku, cuando quiera-hablo Kagome.

-bien, tu desafío es conseguir el huevo del fénix, tienes una hora, comienza.

-sí, entendido-respondió ante la perdón pero a la vez le pareció algo absurda porque todos sabían que el huevo del fénix era fácil de encontrar pero muy difícil de conseguir porque estas aves protegían a sus huevos pero justamente a ella le era fácil conseguirlo igualmente acato la orden y se dispuso a ir en su búsqueda.

Una hora después, en el consejo

Justamente era sencillo para ella pero por alguna extraña razón fue la tarea más difícil de su vida aunque lo logro. Estaba totalmente sucia con la ropa rota y toda despeinada, acercándose al atril del consejo deposito el huevo y finalmente hablo-aquí esta.

-Ya veo, bueno… eh, Kagome ya que cumpliste con lo dicho, los del consejo y yo hemos decidido que estas lista y a partir de hoy y en adelante puedes ir y convivir con la sociedad de los mortales y la de brujos-al principio no parecía decidido con lo que decía pero luego se mostro totalmente alegre y finalizando con su dictado continuó-con esto concluyo, Kagome nos estaremos viendo más adelante-esto lo dijo con malicia y dejo a muchos con incertidumbre.

Kagome estaba feliz ahora podía ir y mezclarse con los mortales y tal vez podría encontrar a su madre y….

-felicidades, Kagome-oyó las voces de dos mujeres.

-que harás ahora?-pregunto su hermana.

-viajar por el mundo de los mortales, tal vez pueda…

No pudo continuar ya que su tía la interrumpió-bueno, bueno luego nos dices lo que vas a hacer, ahora a celebrar-parecía que no quería que buscara a su madre tal vez ocurrió algo que no sabían las hermanas y que prefería ella que no lo supieran.

Kagome no dio mucha importancia a esto. Ese día celebraron las tres mujeres por el triunfo de la más joven en la casa donde hasta ese momento había vivido, kikyo y su tía después de celebrar entraron a un cuarto y se quedaron por un rato en el, mientras tanto Kagome se fue a su habitación y comenzó a escribir una nota… dos horas después kikyo y su tía salieron del cuarto y llamaron a Kagome. Por su parte Kagome se dirigió hacia ellas y antes de que pudiera decir una palabra su tía la interrumpió.

-Kagome tu hermana y yo hemos decidido que lo mejor para ti es que debes contraer matrimonio con….

No pudo continuar porque la misma Kagome masculló y gritando se quejó-no tía, yo tengo pensado hacer otra cosa con mi vida, y tu y mi hermana no pueden decidir sobre qué es lo mejor para mi-y sin más que decir se fue a su cuarto.

-no te preocupes tía, hoy dejaremos las cosas así mañana le explicaremos mejor-hablo kikyo.

-Tienes razón, kikyo mañana se lo explicaremos mejor, ahora será mejor ir a descansar-respondió la tía Suzumi.

Era medianoche, y Kagome se dirigía hacia la puerta, tenía un bolso preparado con algo de ropa y un par de ahorros que había hecho tiempo atrás y que se hallaban guardados, dejo la carta que había hecho anteriormente en la mesa de la cocina. Y se fue…

Dos días después en la sociedad de los mortales

Se encontraba en un pueblo que parecía cálido y ser un buen lugar para vivir pero algo la hacía sentir intranquila, siguió caminando por los callejones del pueblo hasta que pareció encontrar un lugar donde podría por lo menos descansar…a quien quería engañar estaba perdida y sola y el único lugar donde podría descansar era un pequeño callejón al cual ya le había dado como cinco vueltas. Qué hacer? A dónde ir? A quién preguntar? Y un montón de preguntas invadían la mente de Kagome, finalmente se decidió por buscar algún refugio donde podría por lo menos pasar una noche sin sentirse intranquila, como cuando llego al pueblo por primera vez, esa sensación de inseguridad la hacía sentirse todavía más miserable, y después de haber huido de casa y las razones de su huida la hacían sentir peor. De pronto, mientras caminaba sin rumbo alguno unos brazos la sujetaron hacia un cuerpo masculino. Simplemente se asustó y grito.

-oye, que haces suéltame…. Auxilio, que al quien me ayude, por favor-mientras gritaba Kagome trataba de liberarse de quien la tenia prisionera.

-vaya, vaya parece que es la nueva chica del burdel, creo que al fin tendré la noche que tanto anhele-sonrió con maldad aquel hombre- no te preocupes, te pagare bien por tus servicios, pero deja de resistirte-dijo aquel ser.

-No! Te equivocas de persona, yo no soy una prostituta…. Ayúdenme…suéltame…-continuo gritando Kagome.

Parecía que nadie iba ayudarla, nadie se acercaba siquiera a defenderla…hasta que un joven se acerco y golpeo a aquel hombre-dijo que la soltaras, no entendiste?-hablo finalmente el joven.

-quien te crees imbécil para golpearme, que no sabes quién soy, estúpido-se abalanzo hacia el joven el hombre-soy el hijo del capataz de este pueblo, así que no molestes-se quejo el hombre.

-y yo la mano derecha de tu padre, y si el llega a enterarse de lo que estabas a punto de hacer y a donde ir te puedo asegurar que tendrás serios problemas con el- amenazo el joven agarrando al hombre.

-me las pagaras-fue lo último que dijo y luego se marchó el hombre dejando a los dos jóvenes en paz.

-estas bien?-pregunto el joven a la muchacha que había caído al suelo como consecuencia del forcejeo y la golpiza por parte del joven hacia el hombre para que la dejara en paz.

-sí, gracias-respondió, por su parte Kagome que se levanto y sacudió su ropa además de secarse las pocas lagrimas que le brotaron de los ojos por el susto que se había dado aquel ataque-quien eres?-interrogo con cierta curiosidad la muchacha, una vez que se quedo más tranquila y vio al joven con más detenimiento.

-mi nombre es inuyasha, y el tuyo?-respondió inuyasha.

Continuará…