"ICHI SEKAI CHIGATTA"
(Un Mundo Diferente)
Por Marian
Prologo
Caminaba por el parque, aquel que había olvidado ya por varios años, como era posible que las personas cambiaran tanto, recordaba perfectamente una época en la cual no importaba lo que pasara ella siempre iba a ese lugar a relajarse, a pensar o simplemente a disfrutar el viento sobre su cara, el suave aroma de los pétalos de aquel enorme cerezo, el cantar de los pájaros o el movimiento del agua de aquel pequeño lago, pero el tiempo paso, como fue posible que se hubiera olvidado de aquel lugar por lo que ahora parecía tanto tiempo.
Camino hasta sentarse en un tronco de un árbol que hacia el papel de una banca justo al lado del pequeño lago.
Sentía como si hubiera traicionado a aquel lugar al abandonarlo tan súbitamente como ella lo hizo.
Cerro sus bellos ojos y respiro con fuerza, era verdad había cambiado demasiado, de niña se recordaba como alguien alegre, con tanta energía, con tantas ganas de vivir y con tanta confianza y amor hacia los demás, pero ahora, estaba tan seria y debido a lo que recién había ocurrido preguntas aparecían en su cabeza.
Después de cuatro años de noviazgo que mantuvo con Koichi, después de estar comprometidos, finalmente había tenido el valor de terminar con todo eso, ya se había vuelto una relación monótona, sin amor, toda una farsa, por lo menos de su parte, de pronto comenzaba a preguntarse¿de verdad lo había querido?, supuso que en un principio así debía haber sido, pero los años pasaron y ya no se sentía como si lo quisiera ver, estar con el o escuchar su voz, recientemente si no discutían se mantenían apartados, bueno en realidad el la amaba, ella lo sabia, siempre se dedico a intentar darle todo lo que quería y a hacerla feliz, pero ahora que lo pensaba no recordaba haber sido feliz, no con el.
Ver la cara de decepción, desilusión y tristeza de Koichi la hacia sentirse mal, y la hacia preguntarse una y mil veces como es que no podía amarlo como el la amaba, acaso no tenia sentimientos, acaso no tenia corazón, acaso no era capaz de querer a alguien a tal grado como para desear pasar su vida junto a el, para compartir todos los momentos con alguien.
Ella era alguien decidida y muy independiente, algunos decían que demasiado para su propio bien, pero entonces no lo creía, creía que estaba muy bien ser independiente, poder hacer las cosas con esfuerzo y por ti misma sin necesitar la ayuda de los demás, pero talvez tenían razón, talvez era la clase de persona que jamás podría compartir la toma de decisiones de su vida con alguien mas, tal vez era simplemente la clase de persona que no puede hacer una vida en pareja, talvez simplemente estaba destinada a estar sola.
Suspiro y abrió los ojos dejando que sus esmeraldas aparecieran, hermosas tal cual eran pero opacas y sin brillo, alguna vez habían brillado, incluso mas que las estrellas, pero desde ese dia, desde aquel maldito accidente donde su madre y su padre perdieron la vida ya nada era igual, según sentía ellos y su hermano eran a los únicos que habia amado realmente, ahora solo le quedaba su hermano. Pero el ya tenia su vida y aunque sabia que era muy importante para Touya ella sentía que no tenia mucha cabida en ella.
Una triste sonrisa surcó su bello rostro, un poco pálido, enmarcado por su brillante cabello castaño, era momento de hacer su vida, una nueva y solitaria vida.
"vamos" susurro para ella misma "vamos Sakura, no te preocupes…que todo…" aspiro el aire fuertemente como para darse seguridad "todo estará bien"
Sus ojos ámbar estudiaron por milésima vez los alrededores, y supo que el momento habia llegado, su misión era liberar a los que se encontraban dentro de aquella 'fortaleza', hizo una señal con su mano y pronto varias sombras aparecieron detrás de el.
"ha llegado el momento" susurro alzando la voz lo necesario para que sus compañeros y solo ellos lo escucharan "ya saben lo que tienen que hacer"
Debían ser lo rápidos y sigilosos necesario para que el plan marchara bien.
Una explosión se dejo escuchar varios metros a la izquierda de ellos en las paredes de la 'fortaleza', bien ese era su señal de salida.
Los guardias de la edificación centraron su atención hacia donde fue escuchada la explosión, lugar donde se levantaba humo negro, y todos avanzaron hasta ahí rápidamente, con la explosión ocupando toda su atención.
Avanzaron tan sigilosamente hacia la entrada de la 'fortaleza' cruzando la fosa que la rodeaba que parecían solo sombras creadas por la luz que ejercía la luna jugando con la obscuridad, lanzaron ágilmente cuerdas hacia las almenaras sin ocasionar el menor ruido treparon hasta la cima, dos guardias que veían desde su posición el humo salir como una sombra mas hacia el cielo nocturno eran el único obstáculo que en ese momento quedaba entre ellos y la entrada a la edificación, los golpearon en la nuca silenciosamente dejándolos inconscientes, entonces se apresuraron para bajar hasta el suelo firme, y correr hasta uno de los extremos de la cimentación ahí se podía observar claramente una abertura redonda y obscura que conducía hacia adentro, era lo suficientemente grande como para pasar, casi todos se quedaron afuera, entrando por el orificio del drenaje, que no habia sido usado en años, solo dos de ellos.
Caminaron atravesándolo, con el sonido del agua, de la lluvia que se habia quedado la noche anterior, chapoteando por sus pisadas, llegaron al final donde se encontraron con una como reja de bambú.
El castaño saco su espada y con su filo corto limpiamente el bambú, y revisando que ningún guardia estuviera ahí entro al área donde tenían los calabozos, los dos hombres caminaron silenciosamente por entre los calabozos hasta que uno de ellos se paro frente a una celda mientras el otro se adelantaba.
"despierta, a menos que te quieras quedar aquí" murmuro hacia el sujeto que se encontraba tras la reja, este se revolvió en el piso mientras abría los ojos y sonreía.
"creí que ya me habías dejado a mi suerte" dijo riendo con burla "¿que te tomo tanto, Li?"
"nada solo quería hacerte sufrir durmiendo con ratas Yamasaki" dijo sonriendo siguiéndole el juego "aunque a decir verdad por momentos pensé en dejarte aquí, eso te pasa por descuidado"
"si bueno, no lo pude evitar" dijo observando que llevaba el otro hombre.
"lo deje noqueado" repuso y enseño las llaves en sus manos
"si bueno basta de charlas" dijo Li "tenemos que salir de aquí" y luego volteo mirando su alrededor "¿Cuántas personas hay aquí?"
"ocho" respondió Yamasaki "seis hombres, una mujer y un niño"
"bien Tsukishiro libéralos y ayuda a la mujer y al niño rápido, no tenemos tiempo que perder."
Y así lo hizo, pronto todos caminaban por la abertura por la cual entraron, al salir los demás hombres los esperaban.
Pasaron tan solo unos segundos cuando una segunda explosión se dejo escuchar más fuerte que la anterior, los guardias salieron de la fortaleza esta vez. Li dio la señal y todos los integrantes del grupo se apresuraron hacia la salida.
Llegaron al bosque y se internaron en el.
"eso fue demasiado fácil" dijo uno "pueden tener una fortaleza como cárcel pero con la idiotez de esos guardias no les sirve de nada"
"si bueno ahora apresúrense tenemos que llegar al campamento antes de que amanezca." Dijo Li cortando algunas ramas que estorbaban a su paso.
A lo largo de la vida las personas han aprendido que hay diferentes personas, culturas, lenguajes , religiones, creencias, sentimientos, diferentes países, continentes, océanos y mares, lagos, ríos, incluso planetas, aprenden del universo y los astros, pero en realidad muchas personas piensan que el milagro de la vida solo lo hay en este mundo, el lugar que conocen y donde se han desarrollado… pues existieron personas que creían que estaban en un error, sospechaban que este mundo es solo una mas de las tantas dimensiones que existen, que hay otros lugares donde personas y criaturas habitan también. Pero nunca sabrían a ciencia cierta si es cierto o no ya que no conocerían otra dimensión que no fuera en la que vivían… ¿o si?
N/A: bueno pues comienzo esta nueva historia, estoy abierta a comentarios, dudas, sugerencias, tomatazos, etc.
Escribo esto sin fines de lucro ni nada por el estilo, solo escribo porque me gusta.
Hasta luego,
Marian.
