EL PROYECTO KEPPLER.
CAPITULO I.
LA AMENAZA ROJA.
Eran las 12:15 del medio día y tenía ya casi hora y media esperando. El vuelo venía retrasado y se suponía que debía estar de vuelta en casa lo antes posible; de ser por él ni siquiera habría salido ese día, mejor hubiera aprovechado el rato para archivar casos o descifrar pistas… ¡pero cuando algo se le mete en la cabeza a esa chica no hay quien la pare!
Fue hace dos meses cuando lograron el arresto del Dr.Luz lo cual completaba ya su bonita galería en la prisión junto a Cinderblock, Plasmus y Control fenómeno formada esa semana; Jhony y Billy numeroso aun continuaban bajo custodia y no había señales del hermano sangre o Slade por ningún lado. Esto les auguraba un fin de semana tranquilo; tanto que Cyborg decidió visitar a sus padres; Starfire a su "kannorf" en Tamaran; Chico bestia –quien se hallaba feliz por la agradable coincidencia de que esa tranquilidad cayera justo cuando iba a celebrarse la "Mega video expo"- tomó su mochila, se enfundó en su disfraz de "El súper capitán cosmópolis" (un nuevo héroe de video juegos muy en boga en los últimos días) y engrosó las filas de millones de zomb…de fans que asistieron a dicha exposición; por su lado, Raven se había ido a una bella reserva natural, la cual decían, era un lugar perfecto para meditar.
Armados todos con sus comunicadores (por aquello de las emergencias) y estando la torre sola¿para qué quedarse?; Robin, el joven líder titán, aprovechó igual que sus compañeros el inesperado descanso, y aunque al principio estaba un poco en contra de dejar su puesto, hubo algo que pudo mas que su carácter obsesivo y su exceso de responsabilidad; algo que lo hizo decidirse por seguir el ejemplo de sus amigos y salir de la torre por tres días.
Así que después de activar el sistema de alerta en la torre, colgó por un momento las ropas de Robin para portar nuevamente las de su alter-ego Dick Grayson (a estás alturas sería difícil saber quien de los dos es él en realidad), se dirigió al aero puerto, llegó al angar privado del sr. Wayne y abordó el avión que Bruce siempre tenía dispuesto para él, una llamada previa había puesto a la tripulación en su espera.
Llegó a Ciudad Gótica recibido como el príncipe que volviera de las cruzadas. Alfred se desvivía por hacerle la visita agradable; feliz por tenerlo de nuevo en casa, preparaba solo sus platillos favoritos y disponía todas las cosas que sabía que la chico le gustaban tanto en casa como en el refrigerador. Bruce –quien al parecer también parecía gozar de un "tiempo fuera" en sus deberes nocturnos- lo llevó a todos los lugares que les fue posible con tan poco tiempo de asueto. Dick lo sabía perfectamente, quizás Bruce no fuera tan efusivo y expresivo como Alfred (quien a pesar de su rigidez y modales correctos no podía evitar en ocasiones algunos desplantes emotivos), pero lo quería mucho, tanto como si fuera su propio hijo, algo que el chico consideraba mutuo.
A pesar del ajetreo y las salidas con Bruce, Dick tuvo tiempo para recibir visitas. Bárbara Gordon, hija del comisionado de policía, se dejó ir sin pensarlo dos veces a la mansión en cuanto supo de su llegada. Bárbara era una joven bella y alegre (a veces demasiado, rayando casi en loca) a quien consideraba su mejor amiga; es cierto que hubo una época en la que esa amistad era "otra cosa" pero pronto se dieron cuenta de que no funcionaria y decidieron cortar por lo sano; al contrario de lo que pudiera esperarse, en lugar de que la relación se dañara, quedó reforzada viéndose ahora casi como hermanos. Las chica se encargó de llevarlo a unas cuantas fiestas y a los nuevos lugares de moda convirtiendo el tranquilo fin de semana en no de los mas movidos. Cuando llegó el momento de volver y después de las despedidas y promesas de prontas nuevas visitas a Bruce y Alfred, Bárbara dijo lo que sonaba como una sentencia.
.- ¡En cuanto tenga tiempo iré a visitarte!
Por el momento no le prestó importancia y volvió a Jump City.
Pronto se reinició la rutina. Billy numeroso había logrado confundir a los guardias y se escapó justo el día de su proceso. Este evento y otros que le siguieron le hicieron olvidar a Bárbara y su amenaza; hasta qué un día, checando su correo en la computadora se encontró con este mail.
.- ¡Hola¡¿Qué crees?! la señorita Mishkin, la directora de mi colegio, esta metida en una bronca de hacienda y cerraran la escuela durante dos meses hasta que se aclare; y tras acabarme las rodillas por perseguir a mi padre a todos lados suplicándole, he conseguido el permiso¡voy a visitarte a Jump city¡por fa', ve a buscarme al aeropuerto¿Sí?, llego en el vuelo de aerolíneas góticas el martes a las 10: 45 a.m. (qué quieres, yo no tengo papi con lana) ¡te espero y pobre de ti si no llegas! Besos con amor. Babs.
Y ahora estaba ahí, esperando junto con otros la llegada del vuelo atrasado. Pensó por un momento que quizás había sido mala idea, que debió decirle a Bárbara que no era el momento indicado y evitar la visita pero…
Sonó el altavoz del aeropuerto. El vuelo de aerolíneas góticas de las 10:45 había arribado; los pasajeros bajaban por la puerta 8. Dick se dirigió junto con los impacientes parientes de los otros al lugar; entre la multitud que salía por dicha puerta pronto destacó una pelirroja en pantalones pesqueros negros, blusa de tirantes rosa y sandalias de plataforma que como una loca hacía ademanes con la mano para llamar su atención.
.- ¡Dick¡Dick¡hola!
Al verla no pudo evitar sonreír y levantar la mano para saludar. El simple hecho de volver a ver a su "hermana" era razón suficiente para justificar la larga espera o las cosas que quedaron sin hacer; de pronto, todas las dudas quedaron descartadas.
