Capítulo 1: Recuerdos

Una chica se hallaba llorando, su cabeza estaba hundida en una almohada blanca perla, de modo que sus lágrimas no se podían ver, ella se hallaba sola en una habitación de paredes blancas. La chica estaba terriblemente herida, no eran heridas cual quiera, de hecho tenía dos tipos de herida, la primera se trataba de hechizos solamente, pero la segunda se trataba de una herida a nivel sentimental, ella había perdido algo muy valioso y que jamás recuperaría

---- Flash Back ----

-estas bien- gritó un chico moreno de ojos verdes, mientras sostenía su varita en alto

La chica no dijo nada, solo se paro y empuñó su varita de nuevo

-¡¿Qué haces?!- gritó el chico

-no me voy a quedar ahí acostada como si estuviera muerta- le espectó la chica.

En ese momento un chico pelirrojo calló a sus pies; la chica profirió un grito de horror, y se puso de rodillas junto a él, el chico ya no respiraba y su corazón no latía, él había muerto, a la chica se le escapó una lágrima pero rápidamente se la secó, se levantó y fue corriendo junto al chico moreno.

-Crucio- gritó una voz terriblemente fría desde el otro lado de la neblina

Por suerte ambos chicos lograron esquivarlo, aunque con bastante dificultad

-La próxima maldición no fallará- volvió a gritar aquella voz

Ambos chicos se reincorporaron, en ese momento la chica pudo ver como una varita apuntaba directamente al cuello del chico moreno.

-¡no!- gritó la chica

-¡Mortifique!- gritó la voz fría y de inmediato el chico calló al piso como una tabla

-no- sollozó la chica

-tu también morirás- dijo la voz

-no me importa, ya no me da miedo morir máteme- gritó la chica a todo pulmón

-muy bien si eso es lo que deseas- rió la voz -¡Abadakedabra!-

---- Fin del Flash Back ----

Como era posible que ella siguiera viva después de esa maldición, cómo había sobrevivido, algo había pasado pero qué, qué había pasado, ella no lo recordaba, solo recordaba que después de eso la habían llevado a San Mungo y que se hallaba ahí desde hacia una semana.

-Señorita tiene visita- dijo una voz de mujer que hizo que la chica abandonara aquel recuerdo.

-hágala pasar- dijo la chica sentándose sobre la cama y secándose las lágrimas

Minutos después una chica pelirroja con una barriguita pasaba a la habitación de la chica herida.

-¿Ginny?- se extraño la chica herida al ver a su amiga ahí y con esa barriga

Ginny sonrió tímidamente

-¿Qué haces aquí?- preguntó la chica

-Te vine a visitar Herm- dijo al fin la pelirroja

Hermione le sonrió amablemente a la chica, pero su sonrisa desapareció en cuanto pudo detallar su rostro –Ginny estas bien-

-Si Herm estoy bien gracias por tu preocupación-

Pero Hermione sabía que ella no se encontraba bien, sus ojos estaban tremendamente hinchados, su rostro se hallaba demacrado y en su expresión se podía notar un semblante de melancolía. Se notaba que había estado llorando por Harry.

-¿y tú cómo te encuentras?- preguntó Ginny

-Bastante bien- mintió Hermione mientras se estiraba ¿Y esa barriga?-

-esto es... es...- la voz de Ginny se fue apagando

-¿Es el hijo de Harry?-

La pelirroja asistió

Ambas chicas hablaron por largas horas tratando de no recordar la muerte de Harry, Ron y Luna, más bien hablaban de los buenos tiempos que habían pasado juntas, aquellos tiempos felices, en él que ellas no imaginaban que podría pasar en un futuro no muy lejano, que en aquellos tiempos ambas lo veían demasiado distante para preocuparse por él.

-Ya es tarde- dijo Ginny mirando su reloj de pulsera que indicaba las diez de la noche

Hermione sonrió y asistió con la cabeza

-Herm antes de irme quiero darte un regalo- dijo Ginny con voz queda

-¿Qué será?- dijo Hermione sonriendo

-Es algo que te iba a regalar Ron el día de su boda-

A Hermione se le borró la sonrisa y adoptó una expresión sería

-Toma- dijo Ginny dejando el paquete sobre la cama, se despidió y salió de la habitación.

Hermione agarró el paquete con ambas manos, las cuales le temblaban y lo desenvolvió con cuidado, dentro de él se encontraba un collar de oro con un colgante esmeralda, de hecho el colgante era la piedra que llaman esmeralda. A Hermione se le hizo un nudo en la garganta y varias lágrimas rodaron por sus mejillas, lo siguiente que hizo fue colgarse aquel regalo tan valioso en su cuello; le quedaba de maravilla, Ron había sabido escogerlo.

---- Flash Back ----

-Hermione ven- dijo el chico pelirrojo

-Ya voy, ¿a dónde me llevas?-

-A un lugar mágico-

Hermione rió

-Ya llegamos, ya puedes abrir los ojos-

-Ron, es, es... no se que decir-

-es como tu Herm... bello y perfecto-

-O Ron eres tan lindo, pero por que me trajiste aquí-

-Es que te quiero pedir algo-

-¿Qué será?- rió la castaña

-¿Quieres casarte conmigo?-

Hermione se sonrojo y dejo escapar un –si-

-Bien, nos casaremos cuando hallamos terminado con Voldemordt- dijo el chico sonriendo

Ese momento una canción empezó a tocar, no era cualquier canción, era la canción que Ron y Hermione habían hecho suya, la canción que Ron le había dedicado a Hermione el día que se hicieron novios. La canción decía lo siguiente:

Algún día nos juramos

Ser amigos hasta el fin

Hoy me animo a confesarte

Lo que yo siento por ti

Día a día me pregunto

Que le digo al corazón

Que se siente abandonado

Derretido por tu amor

Sin rumbo yo estoy perdido

No puedo disimular

Yo lo siento amiga mía

Yo lo siento te lo tengo que contar

Desde que te vi

Todo es tan distinto para mí

Porque tu corazón vivirá siempre en mí

Desde que te vi

Supe que eras solo para mí

Que mi vida eres tú

Y la quiero vivir junto a ti...

---- Fin del Flash Back ----

Fue tan lindo, pensó la chica que lloraba, no puedo creer que eso ya no pueda pasar, era tan perfecto, tan lindo, la chica apretaba el colgante con su mano, y una y otra vez repitió lo mismo sin dejar de llorar hasta que se quedó completamente dormida.

Al día siguiente Hermione se despertó por que la luz del sol le iluminaba toda la cara.

-Cierren esas cortinas- gruñó

Pero nadie la escuchó ya que se encontraba de nuevo sola en aquella habitación blanca, a Hermione esa habitación le daba un poco de miedo ya que era completamente blanca, no había nada de color, hasta los pocos muebles que se encontraban ahí eran blancos, ella se sentía como en un manicomio.

En ese momento la enfermera que la cuidaba, con el desayuno que consistía, en waffles.

-Señorita...- la llamó Hermione

-¿si?-

-¿usted sabe cuando saldré de aquí?-

-si, saldrá dentro de una semana-

-gracias- dijo sonriendo la castaña

La enfermera se fue y Hermione empezó a comer, no podía ser, la bandeja y las bajillas también eran blancas, era un milagro que la comida no fuera blanca. Después de comer Hermione decidió caminar un rato por su habitación, y se sintió aliviada cuando lo hizo ya que desde hacia una semana sus pies no tocaban el piso, y pensaba que después de eso no podría caminar.

Más tarde la enfermera que le había traído el desayuno a Hermione, llegó acompañada de la doctora que le curaría las heridas.

-¿Cómo estas?- le preguntó la doctora a Hermione

-Bien, gracias-

- ¿Dormiste bien?-

-Si- mintió la castaña

-Bueno toma, bébetela- dijo la doctora dándole una botellita con un líquido morado a Hermione

-¿Qué es?-

-es una posición para curar las heridas que te hiciste en esa batalla-

Hermione se la tomó si protestar, sabía horrible, pero bueno, al menos eso la dejaría salir pronto del hospital

---- Flash Back----

-¿Herm estas bien?- preguntó Ron entrando a la tienda de la chica

-Si, solo fue una cortadita-

-Si, claro una cortadita- dijo con sarcasmo Fred

- ¿Fred cuando llegaste?- preguntó su hermano menor

- No hace mucho, llegue cuando ustedes se encontraban en la pelea-

En ese momento Lupin entro a la tienda con una botellita que contenía un líquido color morado

-¿qué es?- preguntó Ron

- Es para curar las heridas de Hermione- apuntó Fred

-¿Tardara mucho en curarlas?- dijo el pelirrojo menor

-no- dijo Lupin

-Bien-

Ambos chicos salieron de la tienda dejando a Hermione y a Lupin solos.

-Toma bébetela- dijo el profesor

Hermione la agarró con ambas manos y se la tomo, uf, que alivió sabía a mora, menos mal, aún recordaba esas asquerosas medicinas que le daban en Hogwarts

---- Fin del Flash Back-----

-¿Cómo es que si la medicina cura tan rápido, me tengo que quedar una semana más aquí?- le preguntó Hermione a la Doctora

- Mi niña, si sales ahora te podría pasar cualquier cosa, así que es mejor que esperes una semana por si acaso-

La Doctora y la enfermera salieron de aquella habitación dejando de nuevo sola a Hermione, Hermione se puso de pie y de nuevo se empezó a caminar, talvez no estuviera loca, pero aquella habitación la iba a volver loca. De repente un horrible pensamiento se apoderó de Hermione; claro todo concordaba, ella no se hallaba en San Mungo, se hallaba en un manicomio; Ginny no lloraba por Harry, lloraba de pena por ver que su amiga había terminado en ese lugar, y lo peor, ella no iba a salir nunca de ahí, solo le decían que iba a salir en unos cuantos días para no volverla más loca.

Un horrible dolor de cabeza se apoderó de la confundida chica, que calló al piso de rodillas por el dolor y ahogó un grito.