Lucha por tu amor.

Me desperté rápidamente por la mañana con una sonrisa en mi rostro, hoy sería él día en el que mi vida –posiblemente- cambiaría para siempre.

Bueno, empezaré desde el principio, mi nombre es Madara Uchiha, tengo veintiséis años de edad y actualmente tengo mi propia empresa de materiales textiles. Soy soltero y poseo mucho dinero, vivo en una de las colonias más ricas de todo Japón y podría decirse que soy multimillonario. Como podrán ver tengo todo lo que la gente quiere y por lo mismo mis conocidos siempre me dicen que debo ser muy feliz por eso, sin embargo, no saben lo equivocados que están.

Mi vida no es para nada perfecta, continuamente me adentró en un gigantesco agujero negro de depresión y soledad, es decir, si tengo familia, mi hermano Izuna, mis primos Obito, Itachi y Sasuke, etc., pero mi soledad va en cuanto a ese sentimiento que los mortales llamamos ''amor''.

No siempre fue así, en una época de mi vida yo no tenía las posesiones que tengo ahora, sin embargo, me sentía más feliz en esos tiempos, pues tenía todo el amor de un ángel que hasta la fecha no he logrado olvidar, un peliverde de piel más blanca que la nieve y hermoso ojos dorados, su nombre es Zetsu Senju, su hermano Hashirama y yo siempre estuvimos enemistados, pero eso no impidió que el amor hiciera de las suyas.

Conocí al pequeño Zetsu cuando entró a la misma preparatoria que yo y sus hermano, él es el menor de los tres y también menor que yo por dos años. Un día que Hashirama y yo tuvimos una gran pelea, quien nos separó fue él, mi primer y único amor. La verdad desde qué había entrado a la escuela no le había prestado mucha atención, sin embargo, desde aquella vez no volví a ser el mismo, me había enamorado como idiota de Zetsu Senju.

Como yo no soy de los que espera paciente a que el destino le sirva todo en bandeja de plata, comencé a frecuentarlo en todos los sitios a los que iba, incluso traté de llevarme bien con su mejor amiga Konan, aunque ésta siempre me tuvo desconfianza al final tuvo que ceder un poco ante mi insistencia. Poco después me le confesé a Zetsu quien me hizo el hombre más feliz del mundo al decirme que él también me quería y desde ahí fuimos novios.

Todo iba como miel sobre hojuelas, nuestra relación era perfecta, incluso ni Hashirama ni Tobirama se había entrometido ya que la felicidad de su hermanito estaba de por medio, por primera vez esos dos me habían caído bien.

Pero después llegó ese oscuro día…

En la tarde Zetsu y yo habíamos ido a su casa para ''estudiar'' o al menos eso habíamos dicho a los demás, en realidad queríamos dar el siguiente gran paso para nuestra relación. Ambos estábamos sentados en la orilla de la cama con expresiones pensativas, yo quería estar con él pero también tenía en cuenta que él era dos años menor que yo, es decir, dos años menos de experiencia. Yo no sabía que iba a pasar, estaba ansioso pero no quería presionarlo, entonces Zetsu levantó si mirada para verme con pena. Bueno, para que les hago largo el cuento, me dijo que no haríamos nada esa noche. La verdad con todo eso de las hormonas y eso (sumando que soy el peor idiota del mundo), le dije que sí y salí de su casa un poco molesto, ahora que lo pienso, eso fue realmente bajo y grosero. No me pregunten como terminé en mi habitación con uno de mis ex-novios acostado a mi lado (A esta altura ya deben pensar que soy un idiota). ¡Oh pero eso no es lo peor! Lo peor fue que mi ángel se había preocupado porque yo me hubiera molestado con él, entonces de pronto escuché golpecitos en mi balcón, abrí la puerta y como no, mi teatrito se había caído.

Zetsu terminó conmigo en ese mismo momento y logró ser tan fuerte como para no derramar ni una sola lágrima y darme una fuerte bofetada que me dejó adolorido todo lo que restó de la noche, no solo físicamente, cabe aclarar.

Desde ese día me evitó completamente, no volvió a hablarme ni a dirigirme si quiera la mirada, yo sentía mis entrañas revolverse cada vez que lo veía con una nueva conquista, claro, esos malditos lobos solo estaban esperando a que estuviera soltero para comérselo, trataba de comunicarme con él por teléfono pero hasta su número había cambiado, intenté hacer que Konan me lo diera pero fue imposible, si antes no le había caído bien, menos en ese momento.

Finalmente, después de un tiempo nos graduamos. Cada quien se fue a estudiar la universidad correspondiente y jamás volví a verlo, pero claro, eso no significaba que no había sabido ya nada de él. Supe que estaba estudiando en una universidad y que quería convertirse en un científico botánico. Sonreí ante eso, le quedaba perfectamente. Yo mientras tanto estuve estudiando y trabajando para ser lo que soy ahora. Después de un tiempo, ahora sí jamás volví a saber nada de mi ángel y está demás decir que no he dejado de pensar en él nunca y que siempre me reproché lo que había hecho.

Ahora estoy vistiéndome formalmente para ir a la reunión que se llevaría a cabo en la casa de uno de mis mejores amigos, Pain. Me había dicho que haría una fiesta de reencuentro en la que todos los que estábamos en la preparatoria asistieran, enseguida sentí mucha emoción. Eso significaba que Zetsu estaría ahí.

Solo por eso había accedido a asistir.

Hoy sería el día en el que volvería a ver a mi ángel, en el que trataría de conquistarlo nuevamente, porque, escúchame bien Zetsu Senju, hoy iniciará una lucha por tu amor.