Hola, gente bonita! Me disculpo por lo extremadamente corto de este capítulo (sin mencionar que es un poquito pesado por lo que es sólo el principio). La verdad es que estaba escribiendo esto como un oneshort y me terminó por dar flojera así que decidí subirlo por capítlos. Espero que no los incomode y que les guste.

LA MIRADA

Primera Parte

Aquel -lo definiría James- había sido el día en que su perspicacia y reflejos lo había traicionada como nunca antes. "¡El día en que más tonto te encontré!" Se había burlado Sirius (más para tratar de olvidar que se sentía un poco abochornado que por otra cosa) durante la plática que sostendría casi un mes después, justo antes de comenzar a divagar sobre que sus reflejos también lo había traicionado.

Había sido una tormentosa mañana de octubre: fría, gris y ventosa. James, con su túnica del equipo de Quidditch de Gryffindor, la escoba sobre su hombro y empapado hasta la medula en agua lodosa, se dirigía a su dormitorio pensando que así se debía sentir el ser pisado por una manada de Hipogrifos. Con algo de suerte no se cruzaría con Avery, su CUASI novia; una muchacha de talle bastante pequeño (aunque con buen cuerpo), de voz fina (algo chillona) y deidades de princesa, con la que él sostenía una "historieta" que nunca había pretendido que fuera más allá de pasar un rato divertido; ni con nadie más. Sus amigos deberían suponer que aún le quedaba una medio hora más de entrenamiento y, si era afortunado, en esos instantes se encontraría en la biblioteca, haciendo algún trabajo, o en cualquier otro lado, haciendo alguna travesura de la cual, más tarde, se reiría con ellos. De momento, su único deseo era llegar a su cuarto, darse un refrescante baño y echarse a dormir un rato.

No era que tuviera ganas de presumir, pero el entrenamiento de esa mañana había sido el peor que había tenido o visto en toda su vida. El estúpido de Henry Queenfaith, uno de los Golpeadores del equipo y a quién - en su opinión - habían bendecido al nacer con media neurona que no utilizaba muy seguido por temor a que se desgaste, lo había llegado a tirar dos veces de su escoba antes de dejar inconsciente al Buscador al darle con el bate en la cabeza; según dijo: por confundirlo con una Bludger...

James gruño y murmuro por lo bajo un par de insultos más hacía Queenfaith mientras subía las escaleras hacia el cuarto de varones... Estaba tan, tan agradecido de no encontrarse con nadie. Suspiró aliviado cuando puso la mano sobre el picaporte, pero hasta allí llegó su alivio. Remus se encontraba sentado sobre su cama charlando muy seriamente con Sirius, que se hallaba a su lado pero que se había parado de golpe al verlo entrar y lo observaba con una expresión extraña... ¿Sería preocupación?

– ¿Qué te pasó? – Preguntó dando unos pasos nerviosos hacia él – ¿Terminaron temprano?

Como toda respuesta James se encogió de hombros y sin dar más explicaciones se dirigió al baño. Se encontraba de un humor de perro y tuvo que apelar a todo su autocontrol para no decir nada cuando noto que sus amigos intercambiaban miradas preocupadas.

Al volver a la habitación, después de su extraordinariamente prolongado baño, solo se veía a Remus recostado en su cama con un libro entre las manos; el cual bajó un minuto para observarlo. Se encontraba de mejor humor que hace un rato, aún así no se sentía con muchos ánimos de hablar. En momentos como ese agradecía de todo corazón que su amigo fuera tan prudente y perceptivo ya que, como si nada extraño hubiera ocurrido, giró sobre su cama para ponerse boca abajo y continuo con su lectura...

¿Era su impresión o cuando Moony lo miró se encontraba ligeramente sonrojado?

James sacudió un poco la cabeza sin darle importancia. Alejo todos esos pensamientos de su mente y de un salto se arrojo sobre su mullida cama.