Un lobo vestido de cordero

.-.

¿Quién lo hubiera imaginado?

El chico más lindo y tierno de toda la secundaria Park, completamente desinhibido con tan solo dos copas de tequila encima.

-Kenny, baila conmigo- dijo el rubio cenizo al chico de ojos azules, provocándolo al decirlo en su oreja derecha mientras se pegaba todo lo que podía a él, el rey erótico, como le habían bautizado sus amigos. Por primera vez en su vida sentía lo que era el hostigamiento sexual en su propio ser -Al menos que quieras hacer algo mas interesante- siguió, al mismo tiempo que se pegaba mucho más a su amigo, empezando a morder con delicadeza su oreja.

-¿Butters?-

-¿Mande?- dijo el chico con un tono de voz tan dulce y sensual que derritió por completo la capa protectora de Kenny sin mucho esfuerzo, y sin saber como ni por qué minutos después se encontraban en una de las habitaciones de la casa donde trascurría la fiesta, mientras sus cuerpos se pegaban más y más y sus labios empezaban a perder el miedo después de los primeros contactos, algo tímidos.

De pronto uno de los dos se alejó un poco.

-Te demostrare cuanto te amo, Kenny- decía el tierno chico de pelo rubio cenizo, mientras luchaba contra su propia ebriedad, cansancio y, sobre todo, contra su autocontrol, que le decía que estaba yendo demasiado lejos.

-Butters, ¿estas seguro de esto? Después de todo tú y yo somos buenos amigos, no me gustaría arruinar algo tan lindo por un momento de locura-

-Estoy cansado de esperar, de ilusionarme cada vez que te veo en los brazos de alguien más; mi corazón gritaba de alegría cada vez que estaba junto a ti, el sentirte cerca mío era lo más importante para mi, así que decidí dar el gran paso-

Y sin más el chico se quito su camiseta, dejando ver su pecho desnudo ante los ojos escudriñadores de su amado.

-Es tu turno- dijo al acercarse a Kenny y, sin mayor esfuerzo o resistencia de parte de su amado, le quitó la sudadera que era lo único que le impedía ver el pecho desnudo que ante sus ojos, se mostraban en toda su gloria, además de ese abdomen bien formado digno de Apolo.

-No sabes cuanto tiempo estuve esperando este momento- le decía, mientras empujaba con suavidad a su amado sobre la cama. Kenny fácilmente hubiera podido tomar el control de la situación, pero le fascinaba esta nueva faceta de Butters ¿Que otras sorpresas escondería ese adorable chico?

-Butters, ¿estás completamente seguro? No quiero lastimarte-

-Shshshs-

-Este… yo… no estoy-

-Kenny, yo te amo y eso me basta a mi- dijo mientras se agachaba entre las piernas de su amado.

-¡Butters espera! No estoy listo, quiero esto pero no de esta forma- exclamó el chico mientras dos lágrimas brotaban de sus ojos. Quería que su primera vez con Butters fuera algo más romántico. De pronto notó un ligero roce con su entrepierna lo que hizo abrir sus ojos rápidamente, y ante el surgió la escena mas tierna de su vida, allí estaba su angelito acurrucado entre su entrepierna sin moverse mientras unos ligeros ronquidos empezaban a salir de su boca.

-Vaya. Me empezaba a preguntar cuando le harían efecto las copas de tequila-

-Te amo, kenny- dijo el chico en medio de lo que parecía ser un lindo sueño, ya que incluso se estaba sonrojando entre sus pensamientos.

En ese instante unos pensamientos pasaron por la mente del chico de ojos azules: "prometo que, cuando lo hagamos, será por amor, no por que tú sientas que necesitas darme algo para que yo te ame".

Y así lentamente se acurrucaba al lado de su amado tapándose ligeramente con una delicada manta.

-¿Y sabes? Yo te amo igual- dijo antes de dormirse a su lado.

Fin