Todo es de J. K. R.
Este fic participa para el reto especial "Primero de septiembre" del foro La Noble y Ancestral Casa de los Black.
Cuando te vi
Primero de Septiembre, el día que tanto he esperado desde que tengo memoria se me presenta al fin, prometedor como en mis tiernos sueños infantiles. Más ahora cruzo aquella pared de ladrillo y observo maravillada cual si hubiera encontrado la mejor de las joyas, aquel tren tan prometedor, que me llevara hacia aquel mágico castillo del cual tanto he oído hablar a mis hermanas mayores.
Así es que no puedo evitar mirar a mí alrededor, chocando mis ojos con la muchedumbre de niños que eufóricos a la vez que despreocupados que se despiden de sus padres quienes los abrazan y colman de besos. Es entonces que por un pequeño instante deseo ser como ellos. Pero me siento un bicho raro, ya que mis padres ya se han ido, sin despedirse siquiera ni desearle buena suerte.
Sin embargo mis ojos me traicionan y observo a un joven que al igual que yo se nota perdido entre la muchedumbre. De esa forma es que al devolvedme la mirada algo en lo más profundo de mi ser me advierte que él y yo no somos tan diferentes y al fin al cabo si existe alguien parecido a mi después de todo.
Ya que debo ser perfecta y mantener la tradición de mi familia siendo seleccionada a la casa de las Serpientes, y en el futuro mantener mi linaje puro, debido a que no soy el varón que todos querían, al menos debo cumplir con esto, es mi deber como Black. Como Sangre pura, que soy mantener mi lema, qué reza:
"Toujours Pur" y de esa forma debe continuar.
Por lo que aferrándome a esa idea camino a su encuentro y le digo haciendo uso mis excelentes modales ni bien me besa mi mano en forma de saludo diciendo mientras besa mi mano:
-El gusto es mío, joven Malfoy.
De esa forma es que una vez que sobre mi cabeza el sombrero grita Slytherin, el peso de cumplir con mi deber me resulta menor ya que mi mirada se encuentra con la suya y tengo la certeza de que ya no estaré sola allí.
