Notas de inicio: FAIL, Kis, deshonor en tu vaca, porqué haces que tenga ganas de escribir tontera tras tontera, lo peor es que creo que esta cosa durará cuatro capítulos y así xD lloraré.

Advertencias: No-beta, Crack. Importante ese, que lo escribí como una idea ridícula que salió de una conversación aún más ridícula con mi adorada Kis xD, no puedo creer que esté escribiendo de KnB, realmente

Disclaimer: Kuroko no Basuke no me pertenece.


The other self


Muchos podrían decir que Kise era un poco cabeza hueca –especialmente si estas personas eran sus viejos compañeros de la generación de los milagros, o sus senpais de Kaijou o…bueno, dejémoslo en muchos— O que a veces, y cuando no se trataba de baloncesto, podría ser muy denso al momento de leer las situaciones.

Sin embargo, en este momento, incluso él sabía que estaba completa y positivamente muerto.

Todo había empezado con el entrenamiento de esa mañana, no había pasado mucho desde el final del Inter High y Kise al fin comenzaba a sentir cómo la relación con todos sus superiores y demás compañeros de equipo comenzaba a volverse mucho más cercana, realmente se sentía como parte de Kaijou.

— ¡Oye, Kise!

Aunque no todo fuera pétalos de rosa y cereal con miel, se dijo mientras sentía una gota de sudor caer por su frente, había sido atrapado por Kasamatsu-senpai en un fallido intento de colarse al gimnasio sin que nadie lo viera. Es que no había podido evitarlo, un grupo de chicas lo habían detenido ni bien la clase había terminado y el simplemente no podía decirles que no.

—Aha..ha Kasamatsu-senpai—dijo mientras sentía la temperatura de su cuerpo descender un par de grados al tiempo que sudor frío le invadía. Dioses no, no patadas desde tan temprano porfavor.

— ¡¿Acaso piensas que el entrenamiento es una broma?! ¡Llega temprano, maldición!—Todo lo que pudo ver fue la figura más pequeña de su capitán acercándose rápidamente hacia él mientras gritaba antes de sentir un pie estamparse contra su espalda.

— ¡Senpai!—Se quejaba ya en el suelo— ¡Usted siempre es tan malo!

—Quizá sería algo más amable si de verdad usaras esa cabeza hueca tuya para algo útil, Kise—terminó de refunfuñar Kasamatsu, para luego caminar de regreso a la cancha—Ahora cámbiate ya, es hora de calentar, ¡y esta tarde correrás treinta vueltas más!

— ¡Ahh!—se quejó poniéndose de pie lo más rápido que podía. Mirando a su senpai con la expresión de cachorrito lastimado que normalmente le servía con las chicas y alguno que otro conocido—P-pero eso no es justo—y quizá debió pensar que usar su clásico tono de queja tampoco serviría, su senpai tenía esa manía de enojarse mucho más especialmente si usaba esa clase de tono—¡Moriyama-senpai, dígale algo!—finalmente intentó buscar apoyo.

El mentado simplemente negó con la cabeza un par de veces, y aunque intentara parecer condescendiente su tono de voz le decía a Kise que encontraba la situación un poquito hilarante. Todos son tan malos siempre, ¡¿por qué a él?!

—Lo lamento Kise—dijo mientras le sonreía y volvía a lo que fuera que estaba haciendo antes de que se armara el jaleo—Ordenes del capitán.

El muchacho sólo se limitó a soltar un suspiro demasiado sentido como para no se practicado y encaminar su deprimido ser a los cambiadores del gimnasio. ¡Era terrible la situación! Aunque él de verdad gustaba de Kaijou y quería y se preocupaba por sus compañeros, especialmente por su capitán, después de todo era quien primero le había parado cara cuando apenas era un recién llegado, y quién aunque fuera un mar de violencia y golpes el ochenta por ciento del tiempo se preocupaba por él y por su avance en el baloncesto.

Sin embargo… ¡¿Le costaba mucho no golpearlo tanto?!

—Kasamatsu-senpai siempre es tan malo conmigo—decía mientras arreglaba sus cosas y terminaba de cambiarse con su traje de deporte, tardando un poco de más en arreglar su cabello y revisando que todo estuviera en su lugar antes de salir a la corte a comenzar a practicar—Desearía que fuera un poco más amable…. Sólo un poco—dijo como quien no quiere la cosa mientras el sonido de las zapatillas rozar contra el suelo de la cancha y los rebotes de los balones llenaban sus oídos.

Poco sabría que nunca hay que decir los deseos en voz alta, porque a veces tenemos la mala suerte de que se nos conceda.

Después de todo, lo que Kise no esperaba era que justamente el día que aquel pensamiento había cruzado por su cabeza, algo en el entrenamiento se saliera de lo que ellos consideraban normal.

Las lesiones eran algo normal en el mundo de los deportes, claro, si hablamos de cosas menores. Un balón perdido golpeándote –o siendo usado de proyectil contra tu persona dios eso debía doler, agradecía que su capitán sólo usara su propio cuerpo como arma— Un empujón sin querer, incluso una falta durante un partido de práctica. Incluso dentro de Kaijou uno no podía decir que esas cosas no existieran.

Pero, lo que pasó ese día ninguno de ellos lo había visto antes.

Especialmente fue extraño para Kise, quien nunca perdía un balón.

De alguna manera, después de recibir un pase extremadamente bueno de Moriyama-senpai, se abalanzó contra el aro dispuesto a encestar, esquivando exitosamente la defensa de Kobori-senpai, encestando finalmente. Una vez el balón había vuelto al juego, Kise se sentía listo para anotar otro punto más, observó de reojo a Moriyama-senpai quien parecía pedir por un pase…. Y simplemente pasó.

Sí, por muy extraño que sonase.

Era como si Kasamatsu-senpai de pronto hubiera usado la técnica de Kuroko para ser completamente invisible en la corte-aunque eso era imposible- ya que Kise realmente no lo vio.

Salió de la nada.

Todo lo que Kise pudo dilucidar fue el rostro de su senpai tiñéndose en lo que parecía una mezcla de horror y enojo, mientras el de Moriyama-senpai metros atrás de él hacía algo parecido, y sentía que el suyo propio estaba a punto de lanzar un grito de espanto.

El sonido sordo del balón impactando contra la cabeza del capitán llenó el gimnasio.

— ¡Oh dios mío, Kasamatsu!

Moriyama fue el primero en reaccionar y correr hacia el cuerpo de su amigo que yacía en medio de la cancha, para luego ser seguido por Kise, Hayakawa y el entrenador.

— ¡Capigtan!—gritó Hayakawa con su poco entendible dialecto mientras se abalanzaba sobre los dos jugadores de tercero.

— ¡Háganse a un lado!—Decía el entrenador mientras alejaba al atacante de Kaijou— ¡Kobori, ayúdame a llevarlo a la enfermería!

El mentado solo asintió mientras se acercaba e intentaba de alguna manera lograr cargar a su compañero, quien había perdido la cabeza luego del golpe.

— ¡Lo lamento! ¡Lo lamento! ¡Lo lamento! ¡Lo lamento!

Era todo lo que podía decir Kise, mientras un poco desesperado Nakamura intentaba calmarle.


El resto de la práctica había sido, para resumirlo en una sola palabra incómoda.

No porque alguien mirara a Kise de manera acusadora ni menos, pero el az despedía un aura de culpabilidad que estaba comenzando a llegarle al resto de los jugadores. Después de todo, cuando el entrenador y Kobori habían vuelto luego de unos largos y tortuosos minutos de la enfermería, con la noticia de que la enfermera se encargaría del capitán ya que no parecía nada grave y les avisarían si Kasamatsu despertaba, el equipo entero había terminado inquieto. Y Kise, bueno el después de lanzar un suspiro de alivio casi había hiperventilado. Eso le costaría unas veinte patadas mañana.

—Ya—soltó finalmente el entrenador, sintiendo que ese día había envejecido al menos unos cinco años más—Terminaremos un poco temprano hoy.

Un suspiro general inundó el gimnasio, todos se dirigieron rápidamente a cambiarse para que los de tercero y Kise fueran a ver a su capitán a la enfermería, esperaban que Kasamatsu ya hubiera despertado.

—Kise—pedía Moriyama mientras se encaminaban por los pasillos de la escuela—respira, no necesitamos a alguien más en la enfermería.

—Pero Moriyama-senpai, ¡Kasamatsu-senpai me matará!

Kobori le puso una mano en el hombro, tratando de calmar al muchacho.

—No seas dramático, probablemente sólo te patee hasta que no puedas moverte más.

— ¡No está ayudando, Kobori-senpai!

Fuera cual fuera su destino, Kise estaba a punto de enfrentarlo.

Nunca había sido muy fan de la enfermería, especialmente siendo un jugador titular como lo era. Pero esta vez, la puerta extremadamente blanca y el cartel que tenía sobre esta lo hacía sentirse particularmente enfermo. Tomó aire, y al tiempo que Moriyama pedía permiso para entrar, se envalentonó y siguió a sus compañeros.

La enfermera parecía estar terminando de poner una venda alrededor de la cabeza de su capitán, quien tenía los ojos cerrados como si estuviera nervioso, aunque la enfermera fuera ya una mujer mayor.

—Y con eso debería estar—terminó de decir, mientras le daba una palmadita en la espalda al muchacho—Asustaste a tus compañeros hace un rato—dijo refiriéndose al gentío que estaba parado en la puerta, por suerte su paciente ya estaba mejor, si no los hubiera corrido de su enfermería sin dudarlo un solo segundo—No hagas mucho esfuerzo durante unos dos días, si sientes algo extraño durante clases puedes venir aquí directamente.

No es que fuera algo grave, el muchacho sólo se veía un poco desorientado, pero nunca estaba de más ser cuidadosa, si algo más pasaba tendría que decirle que fuera a un hospital.

Kise tragó seco mientras veía a su capitán asentir ante lo dicho por la mujer y acto seguido intentar ponerse de pie, Moriyama fue rápido y se posicionó al lado de su amigo por si necesitaba de algún tipo de apoyo para andar, Kasamatsu solo le miró de reojo y sonrió un poco sin decir nada, para caminar hacia el resto sin ayuda.

Y pues Moriyama admitía que no hubiera sido de mucha ayuda tampoco, esa sonrisa amable lo había descolocado. Se esperaba ver una cara de molestia y enojo profundo o incluso dolor, pero no que Kasamatsu pareciera feliz.

—S-senpai—se aventuró a empezar Kise, una vez Kasamatsu ya estuvo frente a ellos— ¿Se siente bien acaso?...

Realmente no sabía que preguntar, lo único que venía a su mente era rogar por no ser pateado, pero sabía que eso sería inútil.

Sin embargo, para su sorpresa, Kasamatsu sólo lo miró con los ojos un poco entrecerrados para luego girar la cabeza en signo de negación.

—No pasa nada, sólo estoy cansado.

Dijo, y esta vez fue el equipo completo que puso una expresión de circunstancia.

Porque… de verdad… ¡¿Qué demonios?!

—O-oye, Kasamatsu…—empezó Kobori mientras le ponía una mano a su compañero, despacio, despacio, con cuidado— ¿Estás seguro que estás bien?

Kasamatsu le miró con una expresión confundida.

— ¿Por qué no lo estaría?

Kobori sintió su garganta secarse un poco, Moriyama fue quien siguió la línea de dialogo.

—Porque… uh, sé que estás cansado y todo, ¿pero ni siquiera una amenaza a Kise?

Y aunque el mentado rubio normalmente se hubiera ofendido y llamado a su senpai malvado por venderlo de esa manera, realmente se preguntaba porqué su capitán no lo había amenazado ni bien despertara.

Kasamatsu abrió sus ojos con sorpresa.

— ¿uh? ¿qué?

—O un golpe, mejor—alentó Kobori.

Bueno ya se están pasando, se lamentó Kise, quizá su senpai estaba demasiado cansado como para intentar atentar contra su integridad física hoy, esperemos que sea así también mañana.

Empero, Kasamatsu sólo le dirigió una mirada aún más sorpendida.

— ¿Por qué haría eso?

….¿ah?

—Nunca golpearía a Kise, eso está mal.

Dijo Kasamatsu, mientras se llevaba una mano a la cabeza y caminaba entre ellos dirigiéndose a la salida.

¡¿AH?!

Si Kise no se hubiera sentido un poco superado por la situación, de seguro su grito se hubiera podido oír por todo Kaijou.


Notas finales: Y no sale peor porque no intento xD debería tener ideas más serias o algo, pero escribir cosas así no va conmigo (?)

De cualquier manera, dudas y demases en el siguiente capítulo. Que la uni me aleje de sus horribles y afiladas manos, porfavor.

PSA: Kis, no hago peores títulos porque no me dejan xD