Prologo
Todo su cuerpo temblaba. Le costaba pensar que todo lo que pasó fuese real. Que en verdad sucedió... Eso no significaba que lo sucedido se sintiese como si fuera un sueño, borroso. No, no era eso. Podía recordar cada detalle. Era asombroso y hasta cierto punto perturbador recordar cada aspecto de lo que paso. Es como si las imágenes se hubiesen grabado en su cabeza y no hacían más que repetirse una y otra vez..
Cuando pasó, su mente no supo cómo conectar los hechos con la razón.
Podía visualizar cada detalle, la sangre, la incredibilidad que después de ese golpe pudiese moverse, una movida de mano. Pudo haberlo dibujado con todo detalle pero aun así su mente no era capaz de entender lo que pasaba. Hasta que pudo comprender porque la extremidad de su cuello terminaba abruptamente. Porque su cabeza yacía inerte en el suelo. Porque pudo hacer ese movimiento de mano luego de que fue decapitado. El ultimo reflejo de su mente antes de que se desconectara de su cuerpo. Casi ni noto que estaba empapada de sangre. Lo único que registraba era como era posible que saliera tanta sangre...
Estaba sola. Siempre lo había estado, pero ahora se sentía como una presencia. Como si la soledad fuera una persona que le susurraba al oído. No sabía dónde estaba ni adonde debía ir. No sabía ya quién era ella. Oh Dios. ¿Quién era? ¿Quien? Sangre TODO está lleno de sangre. No existe nada más que la sangre. Quiso reírse.Su cabeza cayó. Casi ni podía creer que ni siquiera haya gritado. Esta muerto. Oh, está muerto. Todos están muertos. Sangre. Sangre...
Sentía como si estuviera enloqueciendo. Trato de recordar su vida antes de ese día, antes de que todo cambiara. Pero lo sentía falso, como si viese una película mal sintonizada. Una película llena de sangre. Podía sentir su mente todavía divagando. Tenía que centrarse. No podía enloquecer. La soledad que siente era solo un anzuelo, no era real. O si. Solo soy yo y la sangre. Sangre...
No. Está ahí. Ella sabe que está ahí. Esperando en algún lugar. Esperando por ella. El querrá ver mi sangre. Querrá ver cuando tiempo resisto antes de suplicar que me mate. Porque si algo entendió cuando sus miradas se cruzaron fue que quería gozarlo. Que. No. Iba. A. Ser. Rápido.
Trato por enésima vez ver a través de la oscuridad. No sabía cómo salir. Maldita la hora en que se le ocurrió entrar. Maldita la hora en que decidió salir de su cama. Sabía que ahora no había otro camino. Seria asesinada o una asesina. No había otra opción.
Pudo distinguir sus pisadas. El asesino se aproximaba. Para matarla.
