LA VIDA SOBRE Y BAJO UN ESCENARIO

Una joven de 17 años, corría apresuradamente por una calle muy usada por los japoneses a esa hora. Era bastante alta, con un cabello castaño, y con mechones dorados, que caían graciosamente en el lado frontal de su cara, que serían fáciles de reconocer, de no ser que en su cara se vislumbraba terror. Sos ojos de un tono verde esmeralda, buscaban a alguien conocido en la calle que transcurría presurosamente. Claro que para que todas las personas que estaban en la acera la conocieran, pues ser una estrella muy reconocida del pop, influye mucho en la sociedad. El primer lugar que encontró para esconderse fue unos de los hoteles más lujosos del mundo: los Hilton Tokio Narita.

Al entrar, escucho su corazón latiendo rápidamente. La luz de la gran lámpara central estaba iluminando los rincones sin ventanas, dejándolo para notar que en ese lugar hay mucha luz. Los presentes dejaron el gran salón en silencio para ver a la jovencita.

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Flora

¡No puedo creerlo! ¡Todo el Mundo escucha mi música y estoy como un tomate frente a una docena de miradas! No me importa. ¡¡¡ Una jovencita!!! ¡Perfecto!

Hola, ¿Cómo estás?

Justo en ese instante aparecen en ese instantes dos hombre vestidos formalmente, mirando hacia todos lados buscándome.

Dirigí mi mirada hacia la chica y me fijé en ella. Le llevaba al menos media cabeza, era rubia, más clara que yo, pero su cabello le llegaba hasta la mitad de su espalda, con suerte, al contrario que el mío, que era más largo que mi cintura. Sus ojos eran de un color miel, y su sonrisa pidiendo una explicación cambió radicalmente cuando mi cara se puso de horror cuando entraron esos tipos.

-¡Hola! ¿Cómo estás? Tanto tiempo...justo, viniste a tiempo al contrario de las otras veces. Vamos a tomar té, ya que no te irás de aquí hasta saciar todas mis preguntas.

Me tiró del brazo hacía el lado derecho, dejándome ser arrastrada por esta muchacha, que hasta el nombre era una intriga hasta ahora.

Cuando cruzamos el salón, todo el mundo volvió a conversar, sólo que de mí apariencia y reconocimiento.

Lo siento, no quise meterte en esto, tán sólo que es que esos hombres me han estado persiguiendo hace 15 cuadras, y no puedo correr más...

No importa, te comprendo.-En ese instante mi corazón sintió un calor especial, al saber que esa persona no le importaba quién fuera, si no que le importara que esté bien. Tán sólo mi familia y unos pocos amigos no han sido así conmigo-

Estiré mi mano en busca de la suya, en motivo de agradecimiento y de presentación de mi persona a la suya.

-Flora, Flora Silka. Cantante y estoy estudiando Ingeniería Agrónoma.-le dije con una sonrisa a mi salvadora.

-Sakura, Sakura Abasi. Estudio de Asesora de Imagen.-

-Muchas Gracias, Sakura.

-No es nada, el placer es mío.

-Bien, hablando de verdad, ¿querría tomar un té?

Con un toqué sonrosado en las mejillas dije:

-No quisiera aprovechar su generosidad señorita Abasi

-NO NO NO!!! El placer sería toda mío, Srta. Flora.

Tan sólo di mi sonrisa y me llevó del brazo hasta una mesa blanca y de un tamaño pequeño, con dos asientos. Levantó su mano en señal de que nos vengan a atender. Yo tan sólo sonreía, pues no esta acostumbrada a tomar té. Cuando llegaba a casa siempre estaba vacía...

-Tus ojos...

-Mm.?, Disculpa, pero es que estoy en otro mundo.

-Se ven vacíos...como si estuvieras recordando algo hermoso, que se deterioro por alguna razón.

-Pues, algo así...

-Ya veo... alguien una vez me dijo que era mejor contarle tu historia a un desconocido para desahogarte.

Sonreí.Mi historia, era algo...como decirlo...rara.

-¿Estás segura de querer oírla?

-Si – me dijo con una sonrisa-.

Pues, todo se remonta 18 años antes...

Mi madre, Sejmet Silka vivió toda su vida en El Cairo, Egipto. Su vida era común de una egipcia. Pero, odiaba que los hombres fueran tan machistas. Había u hombre...Jin Boulak, un hombre que se había criado con su padre, y su madre lo había abandonado. El le tenía mucho aprecio a las mujeres y sobre todo, respeto, que era lo principal, como le había explicado su padre. Cuando conoció a mi madre, se hicieron grandes amigos, sin importar las advertencias de mis tíos Namura y Ketsuki. Con el tiempo se iban acercando más y más, para pasar a ser novios.

Mi madre era muy terca, y odiaba el maltrato a las mujeres allá. Un día de arto y discutió con hombre poderoso en el Gobierno de allá, el Ministro de Relaciones Públicas, Martek Boulak, ni más ni menos que el padre de Jin Boulak, que era secretamente su novio. Cuando discutió e insultó las leyes de Egipto, la desterraron de allí, junto a otra cantidad d mujeres, que con el tiempo volvieron y fueron sometidas a peores tratos que aceptaban por haberse "rebelado", pero ese no es el punto. La cosa es que cuando a mi madre la desterraron, ella no se fue sola, si no que se fueron con ella mis tíos postizos, Namura y Ketsuki. El país en donde albergaron fue en Estados Unidos (mi madre amaba la Estatua de la Libertad [O.o), exactamente, en New York, una ciudad conocida mundialmente. A las tres semanas, se enteró que antes de partir de allí, había quedado embarazada de Jin Boulak. Al poco tiempo nací yo, y bueno, mi madre, decidió que mi tío Namura, que había cumplido todos sus caprichos, y estaba casado con Ketsuki, me pusiera mi nombre.

Él lo primero que vio es que toda la habitación estaba cubierta de flores. Entonces dijo que esa niña tenía una conexión especial con ellas, y de ahí me puso Flora, por la Diosa romana de las flores y los jardines. También de la primavera, ya que yo nací en Abril, mes de la primavera.

Crecí, y, cuando fui al jardín, muy pocos niños se me acercaban, era egipcia, y por lo tanto distinta a ellos, y excluida de todo grupo.

Toda mi infancia hasta tercer grado (3º) fue horrible. En tercero, a mediados del año, tuve la oportunidad de viajar a Inglaterra, para hacer un intercambio escolar. Me negué, y fue entonces, que tres meses después de eso, vino un chico de Inglaterra, de Londres, exactamente.Troy Burns. El fue el único chico que fue mi amigo, y todo gracias a la música. Pues, como sabrás, en la primaria hacen campamentos, y yo siempre asistía.

Esa vez que asistí con él, me sentí normal. Pues, tenían otros chicos de mi grupo una carrera, y si perdían tenían una prenda. Pues, perdimos, y la prenda era cantar una canción muy bella, llamada "Start of something new". Ganamos, y bueno, nos hicimos amigos. Mi sufrimiento fue muy grande cuando él partió hacia su país natal, Inglaterra, Pero, antes de irme, me dejó un recuerdo, este collar. – le mostré un collar, de plata con incrustaciones de oro puro. Era la mitad de una flor, y decía del lado del revés, con una letra fina y delicada "para Flora, una amiga del corazón y musical" – Realmente era una frase muy buena para un niño de 9 años. Después que él se fue, me hice amiga de una niña que iba a segundo grado (2º), su nombre era, Jenny. Es rubia, alta y de ojos celestes, le gusta comer, comprar y mirar chicos.

Después de todo esto pasé al secundario, donde me hice amigos, y lo terminé con honores. Mi madre, cada semana, empeoraba más y más, aunque siempre me alentaba.

Cuando cumplí 17, a los 3 meses, la internaron y murió de cáncer de garganta.

Un amigo...

-¿Amigo? preguntó Sakura, con el ceño fruncido-

Sólo atiné a ponerme roja y mirar hacia el suelo y seguir mi relato...

Amigo, pues, me invitó a viajar a Japón, a Tokio, para despejar la mente, y acepté, despidiéndome de mi tío Namura, mi tía Ketsuki y mis primas, Zuzu y Jordana.

Cuando llegamos, todo era muy extraño y él no se paraba de quejar acerca de los japoneses. Nos hospedamos en un hotel, un día cuando me levanté, y lo fui a buscar, resulta que se había ido esa noche con mochila y todo, por que no soportaba este país.

Yo, seguida por mi suerte, me fui a un parque, por que tal cual decía mi tío amo a las plantas. Iba caminando con un libro, que contenía una carta de mis tíos y mis primos, guardado en un sobre, unos cuantos papeles, ese libro, qué era de botánica universidad.

Iba caminando sin mirar y choqué contra algo, o mejor dicho alguien, un hombre, pedí disculpas, y me agaché a recoger todas mis cosas.

Entonces noté una mano blanca, también recogiendo mis cosas, cuando levanté la vista, vi un rostro, que recordaré de por vida...

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Bueno, este es mi primer fan fic del club winx, espero que les guste, déjenme reviews, para darme ayuda, aclarando o simplemente saludando. Bueno, muchas gracias, atte.: Kasumi Shinomori