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Editado: Enero 31, 2019.


You'll always be my son

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"Por severo que sea un padre juzgando a su hijo, nunca es tan severo como un hijo juzgando a su padre"

-Enrique Jardiel Poncela


Miró el reloj de su celular y marcaban las seis de la tarde en punto. Tenía ya dos horas esperando en la central de autobuses que pasara por él y, a pesar de que él es una persona paciente, su desesperación aumentaba a cada minuto.

Dos. Horas.

Era increíble que no mostrara alguna preocupación por él. No ha llamado para saber cómo había llegado o por qué el retraso, porque sabía perfectamente que su autobús llegaba a la ciudad a las cuatro de la tarde.

Entendería que tal vez tuvo alguna situación que atender, ¿pero dejar pasar dos horas ya sin comunicarse?

Hiccup Haddock suspiró frustrado.

¿Cómo era posible que una figura parental fuera tan irresponsable? Aunque a estas alturas no debería de sorprenderse ya. No es como si recibiera cartas, correos, mensajes o llamadas todos los días, o por lo menos en un día de estos últimos once años. No ha tenido ningún tipo de contacto desde entonces, ni siquiera una de esas feas obligatorias tarjetas de cumpleaños o navidad, algo que por lo menos le diera a entender que todavía toma en cuenta su existencia.

Hiccup comenzaba a pensar si no era muy tarde tomar un autobús y regresarse a Bog-Burglars. Estaba seguro que Camicazi y su madre, Bertha, lo recibirían con los brazos abiertos. Después de todo, él había estado viviendo con ellas desde ese día.

Se vale soñar, ya que él sabe que aunque quisiera no puede regresar con ellas.

Maldita sean las leyes que se lo impedían.

Hiccup suspiró otra vez y se resbaló un poco en el asiento mientras miraba aburridamente su celular, al cual le queda poca batería. Para ser honestos, cuando descubrió que sus padres jamás se habían divorciado formalmente luego de vivir once años separados sin ningún tipo de contacto y en ciudades diferentes, le dio un ataque de emociones ya que lo tomó de forma abrumadora. ¿Cómo era posible que nunca se lo hubieran dicho? Tal vez si las circunstancias hubieran sido diferentes, se hubiera enojado como lo está ahora, eso es obvio, pero no se lo hubiera tomado tan apecho ni estaría sintiendo tanta traición como ahora.

Miró de nuevo la hora en su celular y han pasado otros quince minutos sin dar señales de vida. Y eso fue más que suficiente para sentarse bien y tomar una decisión.

Estaba cansado ya de tanto esperar. Salió de sus redes sociales y comenzó a buscar el número que la mujer de servicios infantiles le proporcionó. Esto debió haberlo hecho desde un principio desde el momento en que llegó a la ciudad en lugar de haberse quedado esperando como un idiota por dos horas.

Antes de que lograra marcar, una llamada estaba entrando y tan pronto como vio quien era, contestó.

¿Ya te acordaste que tienes un hijo?, quiso decirle.

Pero lo que en realidad dijo fue:

―¿Hola?

Muy bien Hiccup.

Que se note tu molestia.

Inserte el sarcasmo aquí.

Hiccup, que bueno que contestas―¿por qué pensaría que no iba a contestarle? No tenía muchas opciones que digamos―Te marco para saber la hora en que tu autobús llegará. Perdí la hoja donde lo anote y ya casi anochece.

Hiccup respiró lo suficientemente fuerte para que algunos pasajeros se le quedaran viendo extraño. Apretó sus labios con fuerza para no gritar y sus mejillas se tornaron rojas y también tenía un tic en el ojo izquierdo.

Sutil.

¿Realmente no se molestó en recordar la hora en que le dijo que llegaría el autobús? ¿Cómo es que hasta ahora se da cuenta que perdió la hoja donde lo anotó? Y todavía tiene el descaro de preguntarle de una forma despreocupada a qué hora llega.

En pocas palabras, realmente pasó las últimas dos horas y media como un estúpido aquí esperando.

Hiccup tragó saliva para poder lograr hablar con una calma fingida, de esas a las que Camicazi le da miedo.

―Sabes, perdí la dirección de la casa que me dijiste por teléfono―si perdió la hoja con su hora de llegada, él también puede jugar ese juego―¿Me la puedes repetir?

¡Claro!

Hiccup ya tenía papel y pluma a la mano cuando comenzó a darle la dirección. Una vez que terminó de escribir, le colgó sin darle oportunidad de que le dijera algo más.

Mascullando palabras nada bonitas, tomó su mochila y maletas y salió de la central enojado. No había querido tomar un taxi porque no conoce muy bien Berk ni tampoco quería gastar dinero de forma innecesaria sabiendo que pueden pasar por él. Pero ahora eso es lo de menos. Lo que realmente quiere hacer es irse de aquí.

Cuando encontró un taxi disponible, el chofer le ayudó a subir sus maletas e Hiccup se sentó en el asiento del copiloto, luego le dijo al conductor la dirección a la cual ir.

―Te costará más de cien llegar ahí.

Hiccup revisó su cartera y solamente traía un billete de cincuenta.

¡Maldita central con sus cajeros automáticos descompuestos!

Existe la posibilidad de pedirle dinero cuando llegara a la casa pero...

Cinco minutos después, Hiccup estaba otra vez sentado en la sala de espera de la central con todas sus cosas. Estaba tan molesto que estaba apretando los dientes y ya le dolían. Y no tuvo otra opción más que tragarse su orgullo y marcarle.

―Lo siento―dijo tan pronto como le contestaron―Mi celular se quedó sin batería, pero acaba de llegar el autobús. Ya puedes pasar por mí.

Supuse que algo así había pasado cuando se cortó la llamada―ajá, la llamada se cortó. Ahí se delató que no intentó volver a marcarle ni siquiera por curiosidad de saber qué pasó―¿Te molestaría esperarme una hora? Sucede que todavía tengo trabajo del cual encargarme y me tomará algo de tiempo.

Respira, Hiccup, respira.

―Seguro, puedo esperar―dijo casi entre dientes.

Bien, entonces nos vemos en una hora, hijo.

―Espero por ti... mamá―contestó amargamente y al mismo tiempo sintió que estaba traicionando a su padre.


Notas de la autora: Hola~ Pues esta idea no me dejaba tranquila y quise ver si era posible hacerla, todo parece indicar que sí. He encontrado trabajo (¡finalmente!) Así que las actualizaciones aquí van a variar un poco, pero tengo todas las intenciones de terminarla (y las otras dos también aunque no lo parezcan). Gracias por tomarse su tiempo de leer y espero que les sea de interés.

Saludos~